Me pasa casi todos los días y así llevo para 6 años. ¿Será que aunque protesto y maldigo por los inconvenientes que me produce me gusta en realidad? Se dice por ahí que lo que te molesta mucho, si se perpetúa en el tiempo llega a formar parte de tí mismo y yo, si digo la verdad, es posible que me esté ocurriendo.
Te preguntarás qué me pasa porque todavía no he dicho nada y la cosa es grave, se trata de mi conexión ADSL de internet. Sí, me equivoqué, cuando diseñamos la localización de entrada de la señal la colocamos en la habitación de mi hijo, no me preocupó porque toda la casa, nueva estaba instalada para acceder a la conección desde cualquier lugar. Eso era teoría pues no contaba con algo que nos acecha agazapada continuamente hasta lanzarse sobre nosotros y amargarnos la vida: la chapuza.
Sí, la chapuza, efectivamente el cableado está colocado y los conectores también, como el Modem, aparato misterioso que con sus cuatro lucecillas convierte la señal telefónica en bits. Pero me estoy yendo por las ramas, quiero hablar y lo voy a hacer a pecho descubierto de lo que me ocurre. Algunos se reirán pero cada vez que mi hijo se queda en su habitación con su novia yo me quedo sin internet. ¿Significa eso que las mujeres interfieren en las señales de las telecomunicaciones informáticas? ¿Será algo más sencillo y ciertos movimimientos menean los cables y me dejan sin conexión?
Y aquí estoy que no se si llorar.