Episodio primero: SOR DEIRDREE DE ALABAMA
Puede que fuese en torno a las 3 de la mañana, ya que alguien declaró que había escuchado en sueños las campanas del Vaticano, aunque lo único cierto es que el trote del bueno de san Feldespato de Bolonia atravesando los pasillos de la casa central de los siete círculos del cielo atronaron la bóveda celeste. Agotado y casi sin respiración san Feldespato aporreó la puerta de sor Deirdree de Alabama que roncaba a pierna suelta en su coqueto miniapartamento muy cerquita, pared con pared, con el mismísimo don San Pedro bendito. Los golpes del fraile boloñés consiguieron despertar a la monja, más conocida como Sweet Alabama Nun, una mujer afroamericana descendiente de príncipes malinenses que llegaron encadenados primero a la ciudad de La Habana, vendido allí a comerciantes franceses, para acabar entre las cocinas y pucheros de distintos amos blancos, donde desarrollaron innatas dotes para destilar bebidas espirituosas. Sobresaltada, se dirigió a la preciosa puerta de roble americano realizado con las duelas de algunas botas de brandy Decano, regaladas para que se bebiesen por Los Santos, las mismas que envejecían perfumando la bodega de san Bartolomé en El Puerto de Santa María, y tras abrirla encontrarse a san Feldespato al borde de la angina de pecho.
-¿Qué pasa anciano y venerado fraile para que nos despertéis tan intespestivamente?
-Estoy desolado Alabama, no sé qué hacer. Nunca en casi siete siglos que llevo en el cielo me ha ocurrido algo así.
-¿Tan grave es? –Inquirió la monja norteamericana.
-¡Un error!
-¡Bah, quite, quite hermano que estamos donde estamos y todo lo arreglamos! Porque a la monja le gustaba la música tanto por su origen como por haberse enrrollado con un percusionista de Jerez, un tal Kiko cuyas baquetas quedarán para la historia del rock andaluz durante su periplo por esas tierras acompañando a Steven Spielberg en el rodaje de El Imperio del Sol.
-Lo que traigo es muy grave Sweet Alabama, ofréceme algo que estoy sofocado. La monja se fue al frigorífico y sacó un limón, hielo picado, ron de Haití y un buen matojo de hierbabuena, preparó la bebida y se la presentó al fraile.
-Tómese esto reverendo padre que resucita a los muertos y como nosotros lo estamos... para inmediatamente echarse a reír como únicamente ella sabía hacer. Sus ojos se llenaron de estrellas y el pelo le brillaba con la luz que los planetas le dirigían. El fraile saboreando el cóctel la miró entusiasmado.
-Bendigo el día en que llegaste a este círculo del cielo Alabama, sin ti no somos nada, con razón cantaba Roberta Flack esa canción tan bella que siempre nos pones Last time I saw your face.
-¡Pero qué pasa, porqué casi despiertas a don San Pedro con lo viejecito que está!
-Debes perdonarme pero se nos ha deslizado un error, resulta que abajo en el recibidor de entrada...
-¿A las grandes puertas se refiere?
-Sí, efectivamente. Esta noche llegaron 13 justos, 7 mujeres y 5 varones, de ellos un chaval de 14 años atropellado por un Vespino y el resto ya maduros y alguno viejo. Pues bien, cuando les habíamos dotado de la ropa talar mostaza de iniciación, los enseres de aseo, los pijamas y la acreditación para que puedan ir visitando las instalaciones de las que serán para siempre jamás su casa y donde vivirán felices y comerán perdices, en ese maravilloso trance y ya dispuestos para tomarse la foto para la orla de elegidos, salta uno y dice que renuncia y se vuelve.
-¿Qué me está contando?
-Lo que oyes.
-¿Y no se procedió con el protocolo de excepcionalidad como es preceptivo ante un caso como el me refiere?
-¡Por supuesto Alabama, por supuesto, pero ni por esas, abajo lo tenemos, muy educado pero firme en sus convicciones!
-¿Puedo verlo personalmente?
-San Feldespato escribió en el aíre un código alfanumérico y pudieron ambos contemplar al aludido charlando con un serafín que intentaba convencerlo para que desistiese de sus propósitos, toda vez que no existe nada mejor que el cielo cuando uno muere, sin embargo la persona sostenía que: -Mi muy apreciado serafín, nada más alejado de mi ánimo que darle la noche y mantenerlo en vela, no dudo que lo dicho por usted es cierto y se lo agradezco con todo mi corazón, pero entienda también que para permanecer a la derecha del Padre por saecula saeculorum debe ser maravilloso, ahora bien, si uno defiende postulados laicistas, debe negar la mayor y por tanto, aunque lo que me ofrecen es la repera, no debo aceptar porque uno tiene su corazoncito, sostenemos los de mi tendencia, que tras la muerte nos convertirnos en energía y no seguimos manteniendo nuestra identidad puesto que ésta se diluye en la naturaleza, en la madre: en el aire, la tierra, el agua, el vino, el alimento, las montañas…
-Se nota que es usted un poeta. –Dijo el serafín. Présteme atención, quédese unos años y si se aburre ya puede hacer las reclamaciones oportunas, por no hablar de la posibilidad que caiga en manos de un ángel malvado llamado Belcebú que tiene tela de guasa, se dedica en los últimos tiempos a proyectarle a sus almas encadenadas en el infierno vídeos de M.Rajoy y si no sufren lo suficiente les pone a Aznar.
-¡Coño!
-Lo que oye.
Arriba, Alabama y san Feldespato contemplaban atónitos el encuentro y fue la monja, mucho más moderna, no por casualidad había sido monitora de aviación en la base naval de Rota con la Embry Riddle Aeronutica School que lo realmente preocupaba a su venerado fraile era solucionar el papeleo.
-¿El papeleo?
-Sí.
-Me lo temía. ¿Cómo se llama la nueva alma candidata al séptimo círculo de bondad y placer?
-Jesús María.
-¿Jesús María Serrano?
-¿Lo conoce usted hermana?
La monja se llevó las manos a la cabeza y murmuraba.
-No tiene ni idea de lo coñazo que puede llegar a ser si se cabrea, lo conozco de las protestas en Europa y luego también con los pensionistas. Hay que procurar a toda costa que se encuentre a gusto y no nos caliente la cabeza.
-¿Qué me recomienda entonces?
-Por el momento ofrecerle algo que le guste como un buen libro y jazz del bueno. Afortunadamente tenemos a Dizzie Gillespie, Thelonios Monk y otros y cuando esté relajado lo abordaremos ¿le parece?
-Pues vale, eso haremos.
Episodio segundo: -LA JERARQUÍA CELESTIAL-
Una de las muchas cosas buenas de vivir en el cielo católico es que se duerme a la hora que quieras, no olvidemos que al ser el Jefe creador de todo lo conocido y desconocido, no se depende de estrellas ni soles que marquen esa rutina de días y noches, y precisamente por ese aspecto cuando el supuesto justo se despertó desconocía la hora y por mucho que intentó mirar a través de la ventana del bungalow la luz parecía no proceder del sol. Sintió hambre y se acercó al minirefrigerador y lo abrió, quedó sorprendido porque todo lo que pensaba iba apareciendo en el mismo y cuando lo desechaba también desaparecía. Sonrió con malicia y pronunció en voz alta: -Qué listos son, me están tentando con la gula que para esta gente es un pecado y de los gordos. Vale, pues me pido medio mollete de Antequera con manteca colorá y un americano largo sin azúcar para no engordar. Dicho y hecho, ambas cosas aparecieron en el hornito que estaba en la encimera. No se lo pensó dos veces, colocó su desayuno en la bandejita y salió al porche para ver el lago azul eléctrico que le recordaba a Serrano a los decorados de Barbarella protagonizada por Jane Fonda. Reconoció que aquellas almas católicas se lo sabían montar bien, pero tenía sus dudas y así se lo haría saber al amable serafín que lo había recibido durante la madrugada.
Estando tomándose el café supo que si deseaba un periódico aparecería sobre la mesa, pero con un poco de maldad pidió The Guardian y Le Monde Diplomatique. El primero llegó porque una gaviota lo lanzó en sus brazos, mientras un gorrión dejó una tarjeta que decía: “Le Monde es un semanario y desconocemos si desea leer el de mañana o un ejemplar antiguo.”
-Qué listos son, pero que listos. Y comenzó a reírse.
Precisamente en ese momento, sor Deirdree de Nashville pellizcó a san Feldespato de Bolonia y dijo:
-Nos lo estamos ganando, pero no se crea su santidad que será fácil.
-Yo con tal de no tener que rellenar el papeleo hago que lo quieras Alabama.
-Déjeme hacer que si se sabe guiar no es mala gente. Voy a probar con algo sorprendente.
Mientras leía The Guardian aparecieron dos angelotes a unos 20 metros que lo saludaron con la mano. El supuesto justo correspondió.
-¿Qué, primer día? Dijeron.
-Sí, ¿se nota mucho?
-Por el periódico, aquí todos leemos Le Observatore Celestial.
-¿Pero eso debe ser un peñazo?
-Nada de eso, se trata de un rotativo de lo más progre, en la edición de hoy se habla de la facción que cada vez toma más fuerza Izquierda por la Ciencia y el Conocimiento, un grupo que está arrasando aquí últimamente.
-¿Pero aquí también hay facciones políticas?
-Claro.
-Qué interesante.
-Nosotros como somos angelotes lo leemos todo, pero no podemos decantarnos por ninguna de las posiciones, pero ya le decimos que suben y provocan no pocas controversias. Por cierto, nos dijo nuestro primo serafín que pretende poner una reclamación.
-¿Ya se sabe?
-Aquí somos omniscientes, todo lo que piense lo conocemos al instante.
-Pues ya le dije a vuestro primo a quien no pretendo en absoluto molestarle, que todo ha sido provocado por un desgraciado accidente.
-Lo sabemos, ocurrido en la feria de su pueblo.
-Así es, concretamente en la mítica atracción del Ratón Vacilón.
-¡Cuántos recuerdos nos trae esa atracción de los Hermanos Bañuls, ¿verdad Pandeturix?
-Y que lo digas Turdeturix.
-¿Galos?
-Sí señor, estamos aquí desde nuestro pueblo le puso la cosa fea nada más y nada menos que al mismísimo Julius Caesar.
-¿Y siendo guerreros cómo han llegado a ángeles?
-Ya se lo contaremos en otra ocasión, es que estamos estudiando oposiciones para acceder al sexto cielo.
-¿Oposiciones en el paraíso?
-Estamos en el cielo, para llegar al paraíso nos queda mucho por estudiar, hay que ganárselo. Y tras saludar se marcharon por la orilla del lago azul eléctrico chapoteando en el agua y riéndose felices.
En ese momento el alma pensó que no había tenido en cuenta la jerarquía y había dado por hecho que una vez trascendido y admitido había llegado a una sociedad democrática y transversal, qué incauto había sido porque suponía que su reclamación de ser devuelto al mundo, por aquel infortunado corte de fluido del Ratón Vacilón no era para él, sino para una monja que iba en la cuna delantera suya, por cierto que estaba buenísima, pero entre el desgraciado rayo que impactó en la atracción, la aceleración del móvil que circulaba cuesta abajo y su atolondramiento de nativitatis, por tremendo zarandeo y el electrocutamiento, había fallecido en lugar de la chica monja, una pobre que seguiría fregando suelos en su convento más aburrida que una feminista en la cola del INEM, pero todos los hechos estaban al tanto en el séptimo cielo y las conversaciones le leían el pensamiento, conocían en todo momento lo que sentías, parecían doctorandos en telepatía.
-Pues bien empezamos, esto tiene toda la pinta de que va a tardar bastante más de lo que esperaba y lo que es peor, toda esta información que estoy recopilando sería de mucha utilidad si vuelvo a la vida y la hacemos pública desde Europa Laica. Menos mal que a pesar de todo, el hecho que una monja se hubiese quedado viva seguro que arrimaría el ascua a su sardina, porque tonterías las precisas y en el cielo barren para adentro, eso le tranquilizó.
-Ya te tenemos Serrano. Dijo riéndose Alabama, no te puedes ni imaginar la que te vamos a preparar, para inmediatamente ponerse a reír como siempre que se salía con la suya. La risa tranquilizó a san Feldespato que entre una cosa y otra ya llevaba media docenas de mojitos.
Tercer episodio: MILA GONZÁLEZ CONFIESA CONOCER A SERRANO
La monja Sor Deirdree de Nashville –sor Alabama- había reunido en su apartamento con celeridad, un aspecto ciertamente controvertido en el cielo, toda vez que los tiempos son complicadamente distintos, a otras tres santas mujeres: por un lado estaba sor Candelaria la Califragilística, en latín Supercalifragilisticexpialidocious, la doble de Mary Poppins en la deliciosa de película de Disney de 1964, por caerse del Big Ben en una de las muchas tomas que la muy cursi actriz británica Julie Andrews se negó a rodar; beata Locomotora que estuvo encargada en vida que el cómico Locomoro –muy conocido por los niños españoles- para evitar que no se partiese la columna vertebral en sus inclinaciones imposibles, y por útimo, una enfermera de Jerez de la Frontera de mucho mérito llamada beata sor Milagrosa de las Torres, si bien cuando vivía se dedicó a dar volteretas durante toda su vida laboral por los pueblos de la serranía de Cádiz: Ubrique, Alcalá del Valle, Benaocaz, Villaluenga, Benamahoma, Grazalema y otros rescatando a excursionistas con chándal los fines de semana, conocida popularmente como Mila González, que encontró la muerte al rescatar a un arzobispo filipino que se había despeñado y caído en un gran foso de la Silla del Caballo, en su afán por rescatar con vida a la figura de la curia católica perdiendo así la suya. Todas sentadas en torno a una mesita de centro de monísima diseñada por Agatha Ruiz de la Prada, que ésta a su vez había reacondicionado de otra de Ikea. Sor Deirdree intervino para decir: -Hermanas como sabéis estamos en una tesitura compleja. Serrano insiste que está entre nosotras por error y he prometido a San Feldespato que esto lo vamos a resolver. De pronto todas las mujeres se arrodillaron para rezar una extraña salmodia.
-San Feldespato los cojones te ato y si no resolvemos el entuerto no te los desato. Así tres veces, para luego volver a levantarse y tomarse sendos copazos de Solera 1847 de González Byass y unas pastas.
-Así me gusta ¿qué os parece que desarrollemos una tormenta de idea?
Candelaria la Califragilísta dijo: -Me parece insensata la petición de Serrano, ya que todos –y me incluyo- estamos aquí por una carambola del destino, yo mismo nunca pensé pisar las nubes de nuestro cielo, pero las cosas son como son… ¿queréis que le recuerde que debería estar satisfecho y dejarse de capulladas?
-Hermana, cada vez se muestra usted con un verbo más de la calle.
-Por supuesto, qué se esperaba después de haberme estrellado contra los adoquines desde la Torre de Londres.
Medió Alabama Nun, para decir. –No es momento de disputas sino de soluciones. Locomotora que estaba casi siempre riéndose porque se quedó colgada en la tele blanco y negro del franquismo, se dirigió a sus compañeras para decir: -Se cansará, los españoles somos de protestar como volcanes en erupción, pero cuando se nos va el gas no cumplimentamos los impresos.
-Y usted beata Milagrosa, que siendo de Jerez quizás pueda comprender mejor el alma que se niega a permanecer entre la paz y armonía de nuestro séptimo cielo.
-Mire hermana, cuando hable conmigo le ruego se dirija como Mila, porque yo también estoy aquí de aquella manera, de no haber tenido que sufrir a uno que se desahogaba dándole patadas a los quejigos y alcornoques, a ciertos alcaldes catetos y las insufribles guardias en Grazalema me uniría con él, porque simpatizo y además lo conozco personalmente.
-¿Es eso cierto? –Preguntaron todas al unísono.
-Así es.
-Cuente, cuente.
-Cierto día recién aprobada la selectividad, apareció por la calle Fontana de Jerez uno del Puerto con barbas que no paraba de hablar de la cultura y del patrimonio histórico-artístico para conocer a nuestro guru Alfonso de Madrid, porque por entonces pertenecía a su secta.
-¿Usted en una secta hermana?
-Sí y Serrano también.
-Oh. Exclamaron todas.
-¿Cómo es Serrano hermana?
-Es difícil de encasillar, pero me atrevería a decir que insoslayable, inquebrantable e inimaginable pero eso sí a desprendido no le gana nadie.
-Oh. Volvieron a exclamar. De ser así se merece quedarse con nosotras.
-Recuerdo otras anécdotas como una afición que tiene malsana de mostrar a los foráneos a un par de maniquís probablemente arrumbados de Hipercor al que han vestido de romanos y los pasean durante la Semana Santa de su pueblo. No tiene piedad con ellos.
-Quizás ese detalle nos valga para la expulsión. –Dijo beata Locomotora.
-No se lo crea, porque inexplicablemente se prestó aunque a regañadientes para ser padrino de una niña en una vieja iglesia con un gran boquete en el techo toda una madrugada y se cantó el folio de los himnos por las dos caras se saberse la música.
-Oh. Suficiente para la santidad. Me interesa muchísimo ese dato hermana Milagrosa.
-Efectivamente, pero al contrario. Lo que quiero decir es que tanto se ha merecido estar como no estar, si mi voto vale me alineo con él sin género alguno de dudas.
-¿Persona conocida? Pregunta Alabama.
-En su tiempo sí y aún hoy cuando se pasea con Inma, porque son una pareja que se llevan muy bien, no paran de saludar y de pararse con un buen número de personas.
-Eso facilita y complica las cosas dijo Alabama.
Mientras tanto Serrano estaba sentado en el tresillo del área de recepción al séptimo cielo esperando el impreso para formalizar la reclamación de ingreso en el cielo por error y entregarla en mano al serafín Benito que se hacía de rogar.
-¿Cuándo llegará el serafín?
-Eso nunca se sabe le dijo el beato portero.
-¿Cómo, en un lugar tan jerárquico no existen reglas?
-Muchisímas, innumerables, pero como llevamos toda una eternidad, la manera de contarlo ha variado, así están los de los años luz, años terrenales anteriores a Ptolomeo, prejulianos, postjulianos, etc.
-¿Me está diciendo que el tiempo aquí se mide con distintas cronometraciones? Eso complica mi reclamación.
-¿Se encuentra a disgusto entre nosotros Serrano?
-No estoy diciendo eso, no se lo tome personalmente, el motivo de mi reclamación es que siendo laico y negando la existencia de un ser todopoderoso y omnisciente, me niego a permanecer toda la eternidad con personas que contestan mi hipótesis. Además de la coroporeídad en sí misma que debe acabar. Sepa usted –y no se lo tome a mal- que Dios no crea al hombre sino el hombre a Dios, aspecto ampliamente debatido ya tanto por la teología como por las ciencias sociales, laico como soy cuando fallezco debo convertirme en energía revitalizadora para el resto de la humanidad y, nunca, un alma que se transustancia y termina en el séptimo cielo bebiendo daikiris y vodka caramelo.
-¿Vodka caramelo dice?
-No lo conoce.
-No, es la primera vez que lo oigo.
-Pues si no es lo considera un atrevimiento, tengo entendido que aquí todo lo que se desea tomo corporeidad, si le apetece le sirvo una.
-No me vendría mal Serrano porque estoy de la escoba hasta los mismísimos…
Episodio final: SI QUIERE CONFRONTAR LO HAREMOS, EL CIELO NO PERMITE SER CUESTIONADO
La monja de Alabama tras pegarse un par de lingotazos de sus populares mojitos, se acercó a la ventana sin acristalar –en el cielo no hay frío, ni viento, ni día, ni tampoco noche-, pero las ventanas están en la memoria de los humanos y los arquitectos celestiales las incorporan a las viviendas como homenaje a nuestra cultura urbana. Se recostó sobre el alféizar y miró el horizonte, imaginó la jungla haitiana que ella nunca vivió pero que estaba presente en el imaginario de su familia, recordó a su madre decirle: -Negra, eres negra por mucho que los blancos nos llamen ahora afroamericanas, de color o negrita serás siempre negra, tiznada, mestiza, criolla, zamba o saltapatrás si te mezclas con ellos, debemos sentirnos orgullosos de al menos recordar que procedemos de Mali, país centroafricano en el que nunca hemos estado pero al que pertenecemos, sé negra y sé negra orgullosa, sé negra malinense altiva como esas fotos que tenemos de sus mujeres transportando agua y contoneándose con gracia, no te fíes de los blancos que siempre nos han proporcionado disgustos y tragedias, si deseas ser monja lo aceptaré, no lo comparto pero lo acepto, hazme caso hija mía y sé monja orgullosa, no olvides que descendemos de princesas de Mali, no somos como estos mierdas paniaguados de los blancos que llegaron hasta América la mayoría de ellos procedentes de las cárceles o peor aún, siendo sus carceleros, la piel clara no es vista con buenos ojos por dios. Y Alabama cerró los ojos y pronunció: -Amén.
-¿Amén hermana? Preguntaron las otras tres monjas que estabas despatarradas en los dos sofás tomando Solera 1847 y comiendo pastas danesas.
-Sí, amén. Amén porque en este momento acabo de tener una visión y mi madre me hablado.
-¿Su madre le ha hablado Alabama? ¿Qué le ha dicho?
-Que sea orgullosa y me comporte como lo que soy una descendiente de las princesas de Mali, la tierra africana de la que procede mi tribu.
-¿Y tenemos alguna idea hermana?
-Así es, si Serrano quiere confrontación se la otorgaremos porque como bien sabemos…
-¡El cielo no se equivoca! Repitieron las monjas uniendo sus manos y comenzando a bailar la Yenca: Adelante, atrás, un, dos, tres…
Mientras tanto Serrano dormitaba en la recepción esperando al serafín Benito que le proporcionase el impreso para formalizar su reclamación, pero no fue eso lo que se encontró sino a sor Deirdree de Nashville radiante mirándolo con delectación y esperando que despertase. Se había vestido para la ocasión con su hábito de verano de faldita corta y cruzaba sus brazos bajo su pecho. Cuando Serrano la vio por primera vez no se esperaba la que le tenían preparado.
-Disculpe. –Dijo Serrano. ¿Me espera usted?
-Efectivamente, me presentaré soy la hermana Sor Deirdree de Nashville pero llámeme Alabama, aquí lo hacen todos porque soy la monja negra, la negra orgullosa de tener ancestros de princesas de Mali y vengo a comunicarle que se acepta su reclamación que será discutida en una confrontación celestial, a partir de este momento puede elegir los argumentos y testigos que considere necesarios y en un breve lapso de tiempo podremos llevarlo a cabo, no le especificamos tiempo terrestre porque ya conoce que el nuestro se mide de otra manera. Esperamos que mientras tanto se sienta a gusto en nuestro séptimo cielo.
-Le quedo profundamente agradecido hermana, ya estaba empezando a pensar que no iba a conseguirlo, me quita un peso de encima, ya sabe usted que estoy a gusto, bien, se me trata estupendamente, pero soy laico y claro, terminar aquí es una afrenta para mi organización, si fuese únicamente por mi persona lo aceptaría encantado pero las cosas son como son.
-Nos consta que es así y no por casualidad beata Milagrosa de las Torres nos lo ha anticipado.
-¿Disculpe ha dicho usted beata Milagrosa? No la recuerdo
-Ella a usted sí y mucho, sepa que es Mila González.
-¿Mila González está aquí?
-Yo adoro a esa mujer, es fantástica, qué alegría ¿puedo hablar con ella?
-Pues claro, aquí en el cielo, contra lo que piensas los laicos somos democráticos.
-¿Tanto como democráticos creo que se pasa usted hermana?
-Disculpe, ha sido una licencia celestial, dejémoslo en transversales.
-¿Transversales, han llegado ya gente de Podemos?
-La primera que llegó fue Cristina Bescansa.
-Qué interesante es todo aquí, lástima que no pueda continuar porque estoy en el cielo por error. Y dicho esto imaginó un teclado y comenzó a escribir: Mila González, Javier Parra de Santiago y Julio Malo de Molina, de los dos primeros estaba casi seguros eran laicos como él, del último no tanto, pero al menos era arquitecto y seguro que lo pasaría bien observando los edificios del séptimo cielo. Tres consideró que era un número adecuado teniendo en cuenta el asunto de la trinidad, aquello de uno y trino, dos personas distintas y un solo dios verdadero al que suman una paloma, lo de la paloma era una cosa extraña porque se trata de un ave carroñera, una rata voladora pero así estaban las cosas. Solicitaría permiso para que los mortales Parra y Malo accedieran al séptimo cielo y a sor Milagrosa de las Torres de Jerez se lo diría personalmente esa misma tarde. Sabía que cuantos pensamientos tuviese eran controlados por telepatía por los angelotes y sor Alabama, si bien desconocía la preocupación de san Feldespato, el más alto representante de la deidad en el séptimo cielo, todo un honor, si bien contemplados desde la altura del cielo total donde se encontraba el Trío Azulón, no era más que un supervisor eficiente de peones necesarios.
Malo tenía en su haber y creía también en su defensa que era un apasionado de las casas mínimas y eso en el cielo iba a impactar, porque en éste todo es desmesuradamente amplio, por otra parte estaba su pertenencia a sociedad masona cuyos fines son la mejora de la sociedad y la ampliación y divulgación del conocimiento y la cultura, aspectos que estaba seguro iban a facilitarle mucho su defensa. En cuanto a Parra de Santiago lo elegía por ser un gran fabulador, un creador que diseccionaba las palabras con su bisturí delicado, un poeta, y por último Mila González por cariño. El resto lo podría él mismo para que la confrontación acabe como dios quiera, escrito esto Serrano se sorprendió a sí mismo leyendo que había escrito “como dios quiera”.
Y allí estaban todos: el serafín Benito, los angelotes Pandeturix y Turdeturix, las monjas: sor Candelaria la Califagilístisca, sor Locomotora y la hermana Milagrosa de las Torres que era lega y nunca juró los hábitos, presidiendo la confrontación sor Deirdree de Alabama que recordaba lo que le había dicho su madre: “sé negra y sé negra orgullosa, sé negra malinense altiva como esas fotos que tenemos de sus mujeres transportando agua y contoneándose con gracia, no te fíes de los blancos que siempre nos han proporcionado disgustos y tragedias…” que alzó una mano para que serafín Benito indicase que la confrontación había comenzado y ya que desde el séptimo cielo no encontraban impedimento alguno para que tanto el alma de Serrano como su manifiesta corporeidad accediese a él, no tenía nada que decir.
-Hermano Serrano puedes hacer tu extraña defensa de negación –algo por ahora insospechado- a unirte con nosotros a nuestra eternidad de paz, amor y placeres. Dicho esto, indicó a los testigos de la contraparte que podían sentarse. Serrano se volvió a sus valedores y los señaló por sus nombres, indicando también que había tenido la osadía de incluir a sor Milagrosa que prefería ser llamada Mila González porque nada tenía que temer y así se dirigió a la sala.
-Respetables todos, no he venido aquí por mi voluntad como bien sabéis, todo se debió a un desgraciado rayo que impactó en un microsegundo en la atracción de feria de mi pueblo, cuando estando yo montado en la cuna del mítico Ratón Vacilón, instantes antes se había producido un corte de luz, de los muchos que se sufren en tales eventos precipitándose mi móvil y encontrando la muerte en ese instante cuando debía ser, como de todos es sabido para una mujer maravillosa llamada Ito Maraver, una persona que admiro por su entrega para los desvalidos, menuda, sonriente, que ha sufrido mucho en el mundo y lo ha pateado recibiendo palos de los poderosos. Esta defensa debiera ser suficiente pero siéndolo no me basta. Estoy aquí por error, soy un descreído que niega la existencia de un ser todopoderoso, soy agnóstico como saben y panteísta también, creo que nacer y morir son anécdotas aunque si pasamos por este mundo no debemos hacer el mal y ayudar todo cuanto podamos no sólo a otras personas, que carece de mérito sino a la propia naturaleza, a la cultura, al conocimiento, a la alegría misma y en ese alambique que es la vida ahí mismo nos consumimos, desaparecemos y convertimos en energía. No debemos crear otros espacios celestiales por mucho que Dante Alighieri lo describiese de los Avernos, no soy nadie en especial, otro más de la escuela laicista, es fundamental que nuestros cuerpos desaparezcan y se unan al cosmos. ¿Algo que contraponer a mi alegato sor Deirdree?
-Impecable.
-¿Le ha parecido acertado Alabama?
-Lo he resumido en impecable hermano Serrano.
A Serrano se le aceleró su intervenido corazón y comenzó a sonreír buscando la cara de su amiga la beata Milagrosa, pero ésta movía la cabeza imperceptiblemente, lo suficiente para hacerle saber que le estaban tendiendo una trampa, pero él estaba entusiasmado y reclamó la presencia de Malo de Molina, que se había vestido de blanco para la ocasión.
-En primer lugar agradecer al séptimo cielo haber permitido a este masón acercarse por aquí a echar un vistazo, observar los usos y costumbres, tomar notas sobre las formas de construir, materiales y sobre todo esa muy interesantes ventanas decorativas que en alguna ocasión y siempre con el permiso de la sala dibujaré en alguno de mis edificios.
-Todos los presentes saludaron con sonrisa a Julio.
-Gracias también por aceptarme como testigo Serrano precisamente cuando mi apellido es Malo y estamos en el Séptimo Cielo nada menos.
-Todos se rieron con la salida y comentario.
-Creo que Serrano merece conseguir lo que pide porque nadie debe estar condenado a vivir eternamente en lugar alguno por muy bueno que éste sea, siempre será un lugar de nostalgias y tristeza y a la larga una cárcel. No tengo nada más que decir por ahora, me pongo a disposición de esta asamblea.
Sin que nadie se lo indicase se adelantó al centro de la sala Javier Parra de Santiago y tras mirar a todos con mucho interés se sacó del bolsillo trasero de sus jeans un papel A3 doblado y requetedoblado y cuando consiguió extenderlo sin romperlo lo mostró.
-Este papel es la tabla periódica de los elementos es una disposición de los elementos químicos ordenados por su número atómico (número de protones) configuración de electrones y sus propiedades químicas).
Este ordenamiento de protones muestra tendencias periódicas como elementos se comportan de forma similar en la misma columna. Según Theodor Benfey, la tabla y ley periódica “son el corazón de la química, comparables a la teoría de la evolución en biología, la misma que sucedió a la Gran Cadena del Ser, y a las de la termodinámica en la física clásica. En esto es lo que me consta cree Serrano y yo también, si tienen algo por ahí, alguna tabla científica y nada teosófico ni teológico que puedan contraponer a lo que traigo para constrastarla me encantaría verla, pero si no es así, háganle caso y mándelo para la Tierra con nosotros.
Nadie pronunció ni una palabra, masticándose el silencio hasta que la beata Milagrosa se levantó y pronunció este corto parlamento.
-Y si es así que me lleve con él que al menos me hace sonreír, siempre lo ha conseguido.
Sor Alabama asintió y dijo: -Hágase, que se vuelva.
Los seres celestiales se miraron atónitos, sin comprender el alcance de las palabras de la monja negra y san Feldespato de Bolonia se quedó boquiabierto.
-Serrano ha sido un placer tenerlo con nosotros. Continuó la monja. Pero puede regresar con sus amigos cuando lo desee, si en el futuro quiere volver las puertas del séptimo cielo siempre permanecerán abiertas para usted. Vaya con Dios.
-¡Pero Alabama!
-Así ser.
Y muy contentos Serrano, Parra, Malo y Mila González se volvieron en el primer AVE al mundo terrenal. Nadie comprendía nada, pero la negra se reía y preparaba mojitos para todos.
-¡Pero sor Alabama ahora tendremos que cumplimentar todo el papeleo de un alma admitida por error! Dijo san Feldespato.
-No se preocupe por eso venerado santo, los mando a todos a un mundo 2.0 un lugar virtual, seguirán estando con nosotros, con buena ha dado. No sólo tenemos a Serrano, sino que además hemos enrolado a Javier Parra y Julio Malo de Molina y tampoco hemos perdido a beata Milagrosa de las Torres. Ya lo decía mi madre, no te fíes de los blancos y si tienes que mentir miente, pero miente siempre como sólo saben mentir los blancos.
Oooo00oooO