jueves, 21 de junio de 2012

INDIGNADOS


Aquel grupo de gaditanos estaba indignado por las medidas de sus patronos y gobernantes, de modo que decidieron manifestarse por la ciudad. En asamblea, decidieron hacerlo desde la Plaza de Asdrúbal por la Avenida de Andalucía y una soberbia pitada frente a la Subdelegación del Gobierno, frente a las muy históricas Puertas de Tierra. Se aprestaron para ello y enviaron un fax a la Subdelegación 5 días antes de la manifestación.

Se vieron sorprendidos por la pronta respuesta negativa de la Subdelegada, quien argumentaba que los ciudadanos gaditanos ya estaban hartos de que la vía más importante de la ciudad de Cádiz se viese taponada por manifestantes y, solicitando otras ideas, toda vez que no se oponía al derecho de manifestación pero se veía obligada a prohibir interrumpir el tráfico, es decir que no se permitía la interrupción del tráfico rodado. Los manifestantes se cabrearon muchísimo, dijeron que eso se debía a no pertenecer a partidos políticos ni sindicatos ni tampoco a ninguna asociación patronal.

Debatieron y volvieron enviar también por fax, una notificación para manifestarse el mismo día y a la misma hora y por el mismo itinerario pero por ambas aceras, de modo que al llegar al edificio de la Subdelegación pudiesen manifestar su descontento y sonora pitada al gobierno. Minutos después, recibían un nuevo fax donde se les decía que tampoco se les permitía manifestarse por las acera, al chocar el derecho que les asistía a los manifestantes con el derecho de los viandantes que circularan en esos momentos. La consternación se hizo patente en ellos y alguien, muy enfadado redactó y envió un nuevo documento, donde se notificaba que haría el mismo recorrido pero no juntos, separados pero vistiendo un atuendo identificador. La respuesta no tardó en recibirse también en sentido negativo, al entender la Subdelegada que no solo se vulneraba los derechos de los viandantes, sino también de aquellos que pudieran pertenecer parados en la vía pública y que podrían verse arrollados o al menos, sentirse incomodados por la manifestación solicitada.

Ante ello, los convocantes decidieron notificar que se modificaba la manifestación por concentración frente a la Subdelegación del Gobierno, para desde allí, poder realizar la gran pitada que a juicio de los participante se merecía la actitud gubernamental. Pocos minutos tardó en llegar la respuesta negativa a esta nueva iniciativa popular, y las razones que se esgrimían eran el ya muy alto volumen de ruido que la ciudad generaba pero que la primera autoridad provincial seguía abierta a cuantas propuestas se le indicaran, para gustosamente autorizarla.

Alguien dijo que se notificase que estaría concentrados en absoluto silencio y se limitarían a lanzar aviones de papel con lemas dentro, tales como GOBIERNO SINVERGÜENZA, SUBDELEGADA CABRONA, CÁDIZ ES UNA MIERDA entre otras. También esta iniciativa suponía una afrenta puesto que la limpieza de la ciudad ya era deficiente y, llenar los alrededores de la Subdelegación de aviones de papel con improperios que no podrían limpiarse no se podía tolerar. Ante ello, los convocantes en el nuevo escrito que enviaron por fax, se comprometían a recoger todos los avioncitos, hecho que tampoco fue autorizado toda vez que suponía una injerencia de un cargo nacional con otro municipal, la limpieza y barrido de las calles otorgada desde hacía muchos años al municipio.

No cejaron los convocantes y pensaron en vestirse todos de negro y quedarse muy quietos pero también a esta propuesta se opuso la Subdelegada, quien conocía que el día solicitado se celebraba en la ciudad una Convención de Empresas Funerarias por lo que no podía permitir que se hiciera tal cosa, por poder entenderse por la ciudadanía que era un evento publicitario de la citada Convención.

Ante ello, 4 convocantes decidieron suicidarse ante la Subdelegación, negando ésta ese derecho toda vez que suponía un mal ejemplo para los jóvenes y sancionando administrativamente a los cadáveres con cantidades de 3.001.00 euros.

En el Diario de Cádiz del día siguiente se leía en su página tercera y justo arriba de las entradas y salidas de buques: "Cuatro personas de ambos sexos, vestidas de negro con avioncitos de papel y lemas como: SUBDELEGADA HIJAPUTA, HASTA LOS COJONES DE LA BUROCRACIA, CÁDIZ ERA UNA MIERDA PERO AHORA LO SOMOS MÁS y GOBIERNO CABRÓN Y MENTIROSO, protagonizaron sus suicidios públicos ayer pasadas las 8 de la noche, tras comerse cientos de hojas del Boletín Oficial de la Provincia (BOPA) y, no permitir en ningún momento, que nadie les atendiese. Este periódico ha podido conocer, que se pretendía realizar una manifestación y la Subdelegada reiteradamente se opuso a ello. Se desconoce la ideología de los participantes y aunque la policía ha abierto diligencias, quienes les acompañaban se niegan sistemáticamente a colaborar con la justicia."

viernes, 25 de mayo de 2012

¿PERO DÓNDE CARAJO ESTÁ EL CONTRERAS ÉSE?


Desde muy pequeño ya sabía que su padre era un soberano mamón. Las bromas y las chulerías de su progenitor le habían complicado la vida desde siempre y todo, por una apuesta de éste en un juzgado de segunda instancia de Madrid, su padre, abogado, se empecinó en que ganaría el juicio que llevaba entre manos, un asunto donde el vecino de un primero denunciaba a una churrería de la calle por los humos que ésta le introducía en su piso. Pero lo que el abogado no sabía, es que el fiscal se volvía loco por los churros de ese kiosko y además, de vez en cuando, se tiraba a la churrera que estaba de muy buen ver. Pero a lo que íbamos, aquel tipo se había cargado su vida al perder aquella apuesta ridícula y puso a su hijo el nombre de Item más, una expresión anacrónica de la jerga jurídica que le trajo todo tipo de desgracias al chaval.

A sus 18 años, llamarse así y ser punk y crunch en el barrio de Vallecas, no era lo más conveniente. Estaba recostado y medio dormido en uno de los calabozos de la DGT en espera de ser puesto a disposición judicial por el Cuerpo Nacional de Policía.
-¡Contreras! Gritó alguien tras aquel portalón metálico y gris lleno de mierda y pintadas. Nadie contestó. -¿Qué coño pasa con Contreras?

Item Más Contreras estaba dormido profundamente en una ridícula posición con medio culo sobre el banco y la cabeza contra la esquina. Se abrió la puerta y entraron dos policías dando patadas al numeroso grupo de alternativos y okupas que había allí. Los presentes los increparon con todo tipo de obscenidades.

-¿Pero dónde carajo está el Contreras ése? Todos se miraron y nadie contestó. Los policías se miraron y volvieron a salir. El segundo de ellos se quedó mirando el papel y dijo: -¡Coño Manolo, otra vez se ha equivocado el subinspector Miranda, el rey de copia y pega en las denuncias! Le ha puesto aquí al Contreras de los cojones éste, el nombre de Item Más. Este tío es un gilipollas.
-Trae para acá. Dijo el otro. Pues vas a tener razón, a saber cómo se llama el detenido, podemos tener un problemón. Esto de Item más es una expresión que se usa en derecho cuando el abogado aporta algo a posteriori en la prueba documental. El policía estudiaba derecho en la U.N.E.D.

Alguién oyó lo de item más y dijo, ¿buscáis a Item más? Los polis se volvieron a mirar a joven chulo con la camiseta rosa  con un gran pene en ella.

-No, buscamos a un tal Contreras guarro.
-Ése es el de la esquina que está empastillao, mi coleguita Item Más Contreras.
-¿Se llama así ese niñato? Sí, contestó el detenido.
Despertaron a tironazos a Item Más y se lo llevaron al furgón policial. El juez lo recibió rápidamente.
-¿Es usted Item más Contreras Pérez? Y el marginal, enmogollonado con los trippings movía la cabeza hacia todos lados.
-¿Me entiende usted Contreras? Pero Item Más no estaba para interrogatorios. Creo recordar que hace años un abogado apostó sobre uno de mis juicios, diciendo que si perdía le pondría a su próximo hijo item más.¿Su padre es el abogado Contreras de Vallecas? La palabra Vallecas refrescó la memoria del chico que asintió con la cabeza. El juez se detuvo y comprendió que aquel chaval que tenía allí acusado de haber incendiado, con un grupo de pandilleros un contenedor de cartón, que arrojaron contra las puertas de un hipermercado de Alcampo, era el desgraciado hijo de aquel abogado borracho y pendenciero. Se volvió a dirigir al detenido: ¿Es usted el hijo del abogado Contreras, el de Vallecas? 


Y en ese momento Item Más acertó a decir: ¡Mi padre es un mamón, un hijoputa, un borracho asqueroso y un mierda!


-Definitivamente estamos hablado del abogado Contreras que te ha jodido la vida. Sentenció el señor juez.

viernes, 20 de enero de 2012

LA INTERVENCIÓN

LA INTERVENCIÓN

¿Ha llegado ya el jefe? -Pregunta muy nervioso el residente. Alguien contesta que sí. ¿Sí? –Vuelve a hacerlo. Por favor que alguien me informe. –Ha sonreído. –Dice una guapa chica, si bien solo se le puede ver los ojos, en aquella mesa de operaciones todos están pulcramente vestidos con batas, gorros, pantuflas, etc. Debéis comprenderme es mi debut. Todos asienten con la cabeza.

¿Y el cuerpo? –Ahora mismo entra, lo están atemperando en la antesala. No te preocupes, todos estamos contigo, lo harás muy bien. ¿Tú crees, de verdad lo pensáis así, no me engañáis? Yo me quiero ir, no aguanto tanta presión. El anestesista que está sentado, le aprieta fuertemente su rodilla derecha. –No te irás, sólo se me ha escapado uno y no serás el siguiente, antes te pongo la anestesia a ti.

-Gracias, muchas gracias. Nunca pensé que llegaría este momento, qué pensará ahora mi abuela de mi. Ella que siempre decía: este niño tiene mano, este niño mano. Pobre abuela no ha vivido para disfrutar de este momento.

¡Silencio que llega el jefe! Hace su aparición en la sala, escruta cada lugar de ella y mira fijamente a los ojos a todos los presentes, se coloca junto al residente y da la orden. –Que alguien prenda los mecheros Bunsen y lo ponga a 265,8 grados, quiero ver el pirómetro en todo momento, ni una décima puede variar. La joven guapa, la de los ojos tan bonitos hace una inclinación de cabeza que es entendida por todos, con profesionalidad coloca la plancha de titanio sobre la zona calorífica. Todos comienzan a sudar.

Entra el producto. El residente toma unas pinzas y coloca el entrecot sobre plancha en la que previamente ha vertido 23 mililitros de aceite puro de oliva virgen extra. El pirómetro líquido comienza a subir, la temperatura de los Bunsen es estable. El jefe mira al residente y éste solicita permiso siendo aceptado.

-Teniendo en cuenta la textura lo dejaré 7 minutos y 41 segundos. El jefe asiente. Transcurre el tiempo. Mientras el tanto el residente pide que se prenda el mechero de nitrógeno líquido almacenado a -69ºC. Ahora en este momento doy la vuelta. Por favor que alguien me seque el sudor. La chica lo hace encantada. Para con un ágil movimiento de muñeca despegar el producto convertido ya en manjar de una sola vez y soasado al dente. Aplicar nitrógeno sobre la cara recién intervenida y espolvorear ajos finamente picados, tomillo, albahaca y sal. Retira y emplata. Todos aplauden, incluso el jefe de cocina y éste dice: -Para que luego digan que España no está a la cabeza del I+D+I.

domingo, 15 de enero de 2012

LO QUE PODÍA HABER SIDO Y NO FUE

LO QUE PODÍA HABER SIDO Y QUIZÁS FUE:



Se levantó muy temprano, se aseó escrupulosamente y se vistió con ropa limpísima e inmaculadamente planchada por él. Salió a la calle y andando, aunque le cogía lejos, se dirigió hacia la terminal marítima para embarcarse en el catamarán hasta Cádiz.

LLegó a la Delegación de Empleo tan temprano que ni las puertas estaban abiertas, se cobijó del relente y del frío bajo un balcón y se colocó bien la bufanda, abrió la bolsa de cartón del Corte Inglés donde ella le había regalado una camisa en reyes y sacó los papeles, los leyó cuidadosamente, asintió, volvió a colocarlos con la misma precisión en el portadocumentos plástico más chulo que había comprado en HIVA, lo miró con ilusión. 



Hora y cuarto más tarde, le decía con ingenuidad a la funcionaria que pretendía entregar su C.V. al señor delegado provincial, hacía casi 3 años que permanecía en paro y estaba desesperado. Ella lo miró y comentó a su compañera: -Nuria este señor me pide que hable con el delegado para entregarle en mano su C.V. ¿qué hago? Nuria dijo sin levantar la cabeza: -Lo comprendemos perfectamente pero como su caso tenemos en Cádiz más de 180,000 personas, el delegado no lo recibirá.

Se volvió caminando lentamente, miraba el suelo de las calles y las juntas de las losas procurando no pisarlas, recordaba ese juego de Jack Nicholson en la película Mejor Imposible y siguió caminando, hasta que se encontró otra vez en la estación marítima. Adquirió su billete para el Puerto, embarcó y se fue a popa, estuvo mirando los muelles de la dársena y en ella, atracados también, dos cruceros. Arrancó el catamarán e instantes después soltaron amarras.
Alguien dijo haber visto a una persona saltar de la popa mientras decía: ¡Tengo un gran currículum vitae! Pero no acertaba a recordar su cara que estaba semicubierta con una bufanda.