martes, 19 de julio de 2022

LOS INVITADOS


—Esto que se te ha ocurrido es una locura de las tuyas —dijo Inma, mira que invitar a merendar a toda una pléyade de artistas muertos con el calor que hace.
—No veo por qué —contesté. Al fin y al cabo, siguen viviendo en mi cabeza.
—Que es cine y te lo tengo dicho, solo cine.
—¡Anda ya! ¿No recuerdas a Luis Eduardo Aute cuando canta: “Cine, cine, cine, más cine por favor/ que toda la vida es cine/ y los sueños cine son ooooonnnnn…” Además nunca mueren por ser estrellas, su fulgor dura millones de años. No veo tu preocupación cuando de noche miras al cielo y la mayoría de firmamento ya no existe y, sin embargo, disfrutamos de sus complejas formaciones, luego de la misma manera que medimos la distancia en años luz podemos medir los sueños en protagonistas luz también.
—¿Qué le vamos a ofrecer?
—Sandwiches vegetales y de atún, algo de queso, aceitunas y unas gambitas y quedamos estupendamente.
—¡No me lo puedo creer!
Los invitados comenzaron a llegar, el primero fue Jean Paul Belmondo vistiendo un traje de lino beige arrugado y con un pitillo apagado, tras el francés apareció Rock Hudson algo desmejorado que estaba leyendo un mensaje de su amiga Elizabeth Taylor. Los saludé y se sentaron en el porche al fresco, parecían contentos. Mientras tanto untaba las rebanadas de pan de molde con la preparación: lechuga en juliana, tomate a taquitos muy pequeños, dos paquetes triples de atún Tejero en aceite de oliva porque a los invitados se deben tratar bien, un buen chorreón de tomate cátsup y por supuesto la mayonesa y al final, su buen chorreón de brandy Decano, y si no es el mejor es el que tengo: estoy es lo que hay.
—¡Ha llegado Nora Jane, ha llegado Nora Jane Jesús, está ahí!
—¿Lo dudabas?
—¡Marilyn Monroe en casa, voy para allá para hacerme un selfie con ella ahora mismo!
—Ya Inma estaba más contenta y eso sin saber que aparecerían también Briggite Bardot, Ana Magnani, Sofía Loren, Alain Delon, Paul Newman, Robert Redford y Katharine Hepburn, Juan Diego, Chus Lampreave, Alfredo Landa y otros.
Cuando las vea se cae de espaldas, y mientras tanto termino de prepar la merienda, lo que se hace o se hace de verdad o no vale nada ¿a qué tengo razón? Pues claro. Por cierto, os tengo que dejar porque ahora mismo Humprhey Bogart acaba de ver a Grace Kelly y ella ha pedido que la toque otra vez: —Play it again Sam.
No hay nada como las tardes de levante seguro que hubiera dicho George Peppard del Team A.
Hepburn esperó un momentito para decirle a Bogart que se diese prisa para rodar La reina de África y Sidney Poitier, dejado caer contra la preciosa obra, de Julio Malvido, ya acariciaba su estatuilla por Adivina quién viene esta noche.
Menos mal que mis vecinos son personas discretas y encantadoras que permanecen sorprendidos y no pronuncian ni una palabra. Los viernes nos reunimos.
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-EL MUNDO SERÁ COMO NOS LO IMAGINAMOS


La cafetería no tenía más de 4 mesas ocupadas y el camarero, estaba recostado contra la barra mirándole el culo a su compañera dominicana que preparaba un par de cafés.
-Francisco que me estoy dando cuenta, no me mires más el culo.
-No te lo estoy mirando.
-¡Qué cara tienes, si no fuera porque necesito con toda urgencia el sueldo miserable que me paga la dueña te ibas a enterar tú!
-¿Y cómo sabes que te lo estoy mirando?
-Por eliminación, la calle está desierta, los clientes dormitan y en la tele ponen una transmisión del Corpus Christi del Vaticano, qué otra cosa podías mirar.
-Pues sí que eres lista Jennifer María.
La camarera termina los cafés y los coloca sobre la bandeja de Francisco, para que los sirva a las dos jubiladas que se han acurrucado en la mesa del rincón, junto al ventanal, para aprovechar algo de luz crepuscular (pongo crepuscular porque siempre he querido ponerlo y nunca encuentro la situación ¿vale?)
-Tengo una pregunta.
-¿Otra, más que camarero pareces el buscador de Google?
-¿Puedo?
-¡Qué remedio!
-¿En Santo Domingo todas...?
-¡Francisco, cállate cojones!
-Vale, vale, cómo te pones por nada.
Se acerca Jennifer María, que es una mulata con el pelo negro recogido en una cola.
-La cola de tu pelo podría decirse que es apabullante, pero prefiero definirla como efervescente.
-¿Efervescente como el Alka selzer? Porque eres simpático, de lo contrario saltaría el mostrador y me liaba a sillazos contigo.
-¿Conmigo, por qué?
-Pues porque tus miradas son libidinosas.
-¿Libidinosas? Se nota que has estudiado Dirección y Administración de Empresas, en mi barrio nadie dice eso de libidinoso, sólo se lo he oído a los clientes que aparecen por aquí sobre las 11 en una escapada de la Bolsa.
-Eres más simple que el mecanismo de una bisagra Francisco. Si tuvieses que emigrar no te colocaba nadie.
-En eso tienes toda la razón chica, eso mismo me dice mi mujer, aunque ella lo expresa de otra manera más popular, me mira, se ríe y a continuación me indica el fregadero y la lavadora. Después comenta: si no fuera por mi, estarías tirado en la calle, qué suerte tienes.
-Ahora comprendo -dijo Jennifer María, que me mires el culo Francisco. Algún día el mundo será como nos lo imaginamos

NO AMANECE NINGÚN DÍA QUE SE PAREZCA A OTRO



Hay quienes creen que todo los días son iguales, permitidme deciros que no es así, cada uno de ellos tiene su pequeña historia o grande. Recordemos que este domingo ha amanecido “caluroso” por el levante en calma, recuerdo que siendo niño en la playa de La Puntilla, mientras mi familia se afanaba por el montaje de las casetas heredadas con todos mis tíos presentes, mis hermanos mayores, papá y Juanito de La Casera se dedicaban a descargar el camión de Juan María y hacían el replanteo. Soplaba el levante y arreciaba conforme subía la marea, nadie protestaba, se seguía descargando y las piezas del gran puzzle gigante que levantaría un kiosko completo, diez casetas antiguas procedentes de Rota, dos nuevas hechas con tableros contrachapados de los embalajes norteamericanos, una más procedente de Jerez y la última para la familia de un amigo que cumplía condena por pertenecer al Partido Comunista y ser miembro de las Comisiones Obreras.

El levante seguía soplando, los bajos del Castillo de la Pólvora quedaron al descubierto, los ostiones del espigón viejo permitían ser mariscados, yo disfrutaba con mi morguera con el agua a los pies buscando las progresiones que estos mariscos dejan cuando el agua los cubre, de vez en cuando, miraba hacia a la arena seca y observaba el ir y venir de mi familia encantado, la arena golpeaba mis pequeñas piernas y de vez en cuando volaba algún papel. Ese día tuve suerte y llegó a mi una hoja entera del DDT con los Zipi y Zape, me senté a leerla, no me importaba el viento, ni la arena que se clavaba en mis piernas y a veces entraba en mi boca y orejas porque estaba en la playa que amaba.

Que no os engañen, el viento de levante no es ninguna maldición, con su fuerza de evaporación.y calor ha llenado desde hace milenios las salinas, ha dirigido las naves desde Tiro y Sidón, ha empujado las velas que traían a Julio César y sobre todo, ha servido para que Hércules en su décimo trabajo, separase los continentes de África y Europa para poder robarle los bueyes y el carro de oro macizo del rey Gerión de Tharsis. El rey de Tarthesos era un ser colosal del tamaño de una montaña que se estaba aproximando.ante la osadía de un semidiós griego, de un extranjero ambicioso. De su tronco salían seis brazos del tamaño de seis árboles que culminaban en unos puños cerrados y duros como si de rocas se tratasen, pero Hércules lo venció con una flecha envenenada.

Y nada de esto hubiese podido ser sin el viento de levante.  
Que no os engañen.

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