Encontrarse con una cobra abandonada o escapada de un zoológico, puede ser uno de los peores momentos de nuestra vida, sin embargo, quien encuentre una cobra en las estribaciones del desierto, y tenga la sangre fría de capturarla sin recibir daños, posiblemente pueda suponerle, no sin esfuerzo, el inicio de toda una época de venturas y también, seguramente, una extraordinaria fuente de ingresos.
Es bastante probable que la cobra se convierta en espectáculo en la plaza de Jemá el-Fnaá.
Esta anécdota, nos debería enseñar que la cultura es la mejor forma para saber aclimatarse al terreno que uno pisa. Las cosas no son siempre como las interpretamos, en demasiadas ocasiones, cuando descubrimos nuevas realidades, lo nuevo nos asusta.
Volviendo a la cobra, lo que a nosotros nos haría correr hasta caer desfallecidos, otros la acechan hasta cazarla, bien para que les sirva de alimento o incluso de negocio. Viajar enseña mucho, lástima que ni siquiera viajar me sirva para aprender nada. No tengo arreglo, así que seguiré anotando cosas en este blog.
1 comentario:
Y yo, seguiré leyendo con gran interés y placer, lo que anotas en el blog...
Publicar un comentario