domingo, 20 de abril de 2014
SIEMPRE TUVE PÁNICO A LA ALTURA
Adivino la interminable avenida tan cerca de donde estoy y algo más allá la solitaria playa por el cielo revuelto de grises nubarrones. Transito la habitación de hospital y si me asomo -siempre tuve pánico a la altura-, aprecio la colosal maquinaria del aire acondicionado del recinto hospitalario. También en un mínimo vericueto el anuncio de Preventiva Seguros. Está raro el día, si miro al cielo únicamente advierto una prolongación del edificio, como si una niña que pinta una casa con sus lápices de colores usase el mismo gris para cielo y fachada. Cádiz, la de luz cegadora, se ha tomado también vacaciones de Semana Santa.
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