Se reinicia el juicio.
Hace días alguien colgaba en la red aquella canción que decía: "...Dime donde vas morena,
dime donde vas salada,
dime donde vas morena,
a las dos de la mañana.
Voy a la fuente de Cacho,
a beber un vaso de agua,
que me han dicho que es muy buena,
beberla por la mañana..."
Hoy, nuestra asociación REDES BLANCAS se constituye en acusación particular. ¿Cómo se admite que una joven vestida de blanco camine a las 2 de la mañana hasta la ignota Fuente del Cacho con un pañueluco de seda como toda identificación hasta la incierta, puede que incluso mítica y fruto de la memoria popular sin que ésta ni siquiera exista? ¿Por qué la joven en lugar de dirigirse como hacemos todos a la nevera no se sirvió un vaso de agua fresquita como hacen las personas de orden? ¿Por qué se puso la saya blanca para caminar los caminos serpenteantes de la montaña a tan inusual hora? ¿Cómo puede probarse si la mencionada agua de la Fuente del Cacho -que alguien sin autoridad científica alguna- califica aquí de muy buena? Nosotros como Redes Blancas, probaremos aquí que la tal susodicha morena no era más que una colaboradora habitual de Bárcenas y subía de vez en cuando las cuestas, para ir depositando Dios sabe qué en Dios sabe dónde partes del Botín del Santander y algunas perras en oscuro del Pepé.
Por no hablar de algo inaudito Señoría, una vez allí tan a deshora para una joven de moral pura, se nos dice que se va al "Jardín de Valencia para hablar con un jardinero sobre una supuesta rosa..." Todo esto es muy sospechoso, tras ello se esconde el hilo de la corrupción que nos invade.
Lo decimos aquí Señoría y lo probaremos.
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