La patria es un concepto polisémico, es decir que tiene muchas interpretaciones, tan patriota es aquel que cree son sus hijos, como que es la Alhambra de Granada o el cuartel más próximo de la Guardia Civil. Hay quienes la llevan en la muñeca en forma cinta de colores y otros, consideran que sólo se preserva con serpentinas de las más cortantes en la frontera de Ceuta, nadie se pone de acuerdo. Es innegable que un vasco que defiende sus tradiciones ancestrales puede considerarse patriota, pero un catalán que se pone la barretina, se encarama a un castellet y para celebrarlo se come media olla de una escudella también.
La patria es muchas cosas, así la monarquía de los Borbones lo es, da lo mismo que Isabel II pariese 5 hijos de su sargento Muñoz entre otros muchos que tuvo de otros, igual da que su esposo fuese su primo hermano Francisco de Asís y madre de 12 hijos la mitad muertos al nacer o a corta edad. También es patria el ardor guerrero por defenderla empeñándose en ello hasta la muerte, la acumulación de riqueza y poder, el desprecio por todo lo que huela a extraño o a nuevo, la tradición cristiana y por ende el desprecio a otras confesiones religiosas.
La patria algunos la llevan en la muñeca, otros en los chalecos de Álvaro Moreno que para ser el diseñador más patriota, coloca no una sino dos banderas en sus ropas, en los uniformes militares, la policía y otros cuerpos, pero nadie puede definirla porque es una entelequia, un español puede ser patriota mientras que un portugués también, y no hablemos de un gibraltareño, un tangerino o un andorrano, aunque estos últimos sí saben perfectamente cual es su patria porque la tienen en el banco.
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