viernes, 28 de marzo de 2014
TORERO
Cuando era jovencito quería ser torero famoso pero muy famoso, no quería ser torero que va por las plazas pasando calor matando toros, eso no lo quería, me veía de torero famoso tomando una copa de manzanilla en el hotel Alfonso XII de Sevilla y la gente que me saludaba, me saludaba y tenían que decirme maestro.
Porque los toreros famosos no tienen que demostrar nada, con su presencia vale y además te dicen eso de fíjate el tipo de torero que tiene, eso me encantaba.
Y ser torero tenía sus ventajas porque las niñas venían con la excusa de que les firmara un autógrafo (que es un garabato en cualquier lado y una foto).
Quería ser torero los sábados y los domingos bombero.
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