sábado, 19 de diciembre de 2015

NEGRO

Como más temprano que tarde se sabrá y mañana son las elecciones lo confesaré todo: soy negro. Sí, soy negro. Seguro que no lo podréis creer pero es la verdad, llevo toda mi vida ocultándolo y negando mi negritud. Soy negro, mi madre era negra, mi padre era negro y mis hermanos y tíos son todos negros, negros, negros, vamos que somos negros, aunque tengo algunos primos a quienes al sonreírle la vida se volvieron blancos y blancos son, cualquiera les dice ahora que también fueron negros, tengo una papeleta moral también con ellos. Quizás no haya sido buena idea presentarme a las elecciones como tercero en la lista de Podemos por Cádiz, en ningún momento pensé que podríamos ganar, me uní al partido para fardar, pasármelo bien, molestar al facherío y al Psoerío y me he encontrado que las andorranas me han matado, nos atribuyen 5 escaños y nos ponemos por encima de todos los partidos, debería haberme presentado por IU Unidad Popular que siempre anda ahí arañando para sacar uno y no me vería en esta tesitura. No sé si esperar a mañana para contarlo en el partido o mandar mi dimisión por correo electrónico, de todas maneras no se lo van a creer. No es que piense que me marginarán por ser negro, en absoluto, se alegrarán tener a otro negro en sus listas ya que contamos con una chica negra en la Comunidad Valenciana pero ella es negra de toda la vida, de Guinea nada menos, mientras que yo soy negro de Tánger que es peor que ser blanco en Gambia, nadie te cree, nadie te concede un préstamo, todos evitan mirarte a la cara y por qué: por ser blanco en Gambia, exactamente lo mismo que me pasará a mi a partir de mañana cuando se sepa que soy negro, eso por no hablar de m familia que lleva ocultando este asunto generaciones y de sopetón, vengo yo a reconocer que somos negros de Tánger. Estoy desolado pero no puedo aguantar más, debo reconocerlo, ya tengo una edad, no se puede vivir siempre tras una mentira tan gorda tenga las consecuencias que tenga. Comenzó a llorar y el llanto iba deshaciendo la crema de su cara y apareciendo ésta en su aspecto negroide y también las manos, se iba ennegreciendo, anocheciéndose, confundiendo con la oscuridad más tenebrosa. Se oyó una fuerte detonación y un suspiro. Alguien preguntó: -¿Qué ha sido eso, sonó como un disparo? -He sido yo. -¿Has disparado tú? -Sí. -¿Para qué? -Nada de importancia, he matado a un negro.

lunes, 7 de diciembre de 2015

Como era tan pobre y tan bueno todos lo conocían, si su vieja bicicleta se averiaba, el mecánico se la reparaba sin cobrarle y le colgaba del manillar una bolsa con pan y naranjas.

LOS MIÉRCOLES AL SOL

El sol calentaba aquella fachada del destartado jardín de cipreses y la paz del recinto sólo se resentía de vez en cuando por un grupo de turistas muy serios y el monótono trabajo de los albañiles. -¿Si aquí se pudiese fumar? -¿Y para qué deseas fumar? -Porque aquí se está en la gloria. -Tanto como la gloria me parece excesivo, por cierto, ¿tú dónde estás? -Ocupo el recinto 16 altura 4ª. -Ahora lo comprendo, te han colocado en un lugar privilegiado, tomas el sol, no tienes humedad. ¿A qué te dedicabas? -Era asesor. -¿Asesor de qué? -Asesor de comunicación política, me encargaba del diseño, aseroramiento y montaje de las políticos. -Comprendo. -Pues sí, aunque no te lo creas mis decisiones han afectado mucho al mundo, gracias a mis ideas la sociedad ha cambiado muchísimo. -¿Qué cosas has cambiado? -Muchas. Te diré algunas: gracias a mis investigaciones sociopáticas conseguí subir la edad de jubilación, aumentar los años de cotización hasta 45 para poder conseguir una pensión, eliminé los fondos a la dependencia, apoyé el rescate de la banca, congelé las pensiones de los abuelitos, reduje el número de metros cuadrados en los pisos sociales, instauré el becariado a 15 años para los recién graduados, recorté fondos a la Seguridad Social, quité médicos… Sí, muchas, muchas iniciativas mías se han implementado con acierto para la competitividad. -¿Qué me dices? ¿Fuiste tú quién cambió la edad de jubilación elevándola a los 74 años y once meses? -Sí, entre otras muchas cosas, como te he dicho. -Qué pedazo de cabrón, pues te voy a decir algo, trabajaba conduciendo un autobús desde San Fernando a Madrid, con parada en Guarromán y estuve allí 29 años y un día me bajé del bus, me torcí el pie y rompí ligamentos, me llevaron a un hospital y como tú habías quitado médicos y recortado recursos a los hospitales, me gangrené el pie y tuvieron que amputármelo. -Eso es mala suerte no tienes que tomártelo así, la idea es buena aunque perentoriamente pueda tener algún que otro resultado espúreo, en cierto modo eres una víctima colateral, eso siempre pasa. -¿Entonces debo consolarme con ser víctima colateral? -Pues sí -dijo el sociópata- tendido en su recinto 16 altura 4ª. Esas cosas pasan, pero seguro que no me hablas de las macrocifras, con tanto quejarte, gracias a mis ideas, redujimos la deuda externa de un billón tresciestos cuarenta y dos mil euros a sólo u billón trescientos dos mil euros, siendo felicitado por ello por Ángela Merkel que me invitó a una salchicha de Franfort y pude ponerme todo el ketchupo que quisiera. ¡Qué tiempos! Si aquí se pudiese fumar. Fuera, tras mirar la hora en teléfono móvil cerró la verja del cementerio.

LA INMORTALIDAD

¿Y dice usted que ha descubierto la inmortalidad? -Preguntó la funcionaria rubia de bote, en su cuarentena, con las piernas cruzadas de lado en su despacho y con la lima de uñas retocándoselas. -Pues sí. -¿Pero vamos a ver, no pretenderá usted que soy tonta? Mire usted, yo gané las oposiciones en 1992, lo recuerdo por el muñeco de Naranjito que tengo aquí. ¿lo vé? Él asIntió sin pronunciar palabra. Mire, normalmente soy educada y ofrezco una silla para que los inventores además de registrar sus inventos, puedan explicarse oralmente, pero a usted no le concederé esa licencia. -Pues vaya un comienzo en la Oficina de Patentes de I-D-I dijo el sanluqueño. -¿Cómo pretende usted convencerme que ha dado con la clave de la inmortalidad? -Fácilmente. -¿Fácilmente dice? Se salva porque no hay nadie esperando en la cola. -Pues bueno. -En fin, yo estoy aquí para recoger los documentos que presenten los inventores, tramitarlos y archivarlos pero con usted sinceramente opino que estoy perdiendo el tiempo. -¡Qué le vamos a hacer, no es usted la primera que se muestra escéptica ante mi propuesta, el tiempo nos dirá! -De acuerdo, explique de forma sucinta qué pretende patentar. -Cadáveres en salazón para uso constructivo público. Básicamente es eso, tiene algunas variantes pero con esa explicación se entiende mi patente. -¿Que pretende conservan cadáveres para la construcción? -Se podría decir que sí. -Eso es una barbaridad. -No lo creo. Actualmente los cadáveres son consumidos por otras especies en lo que llamamos la cadena trófica.El klil es comido por las ballenas y éstas a su vez por los japoneses, en fin usted ya sabe, pero cuando mueren los humanos perdemos su energía y su volumen, así nos deshacemos de ellos, bien inhumándolos o incinerándolos, ambos métodos son arcaícos e inútiles, el primero es lento, desagradable y maloliente, mientras que en el segundo se dilapidan grandes cantidades de energía mayoritariamente fósil, que facilita el efecto invernadero. Siguiendo las directrices del Protocolode de París, propongo la salazón de esos cadáveres y el uso de los mismos emparedados en los muros de los edificios públicos, de esa manera evitamos un buen número de ladrilllos y hormigón, aprovechamos el calcio de su indumentaria ósea y, quizás lo más importante, se le concede la dignidad de la inmortalidad, cabe que en el futuro alguien más listo que yo consiga devolverlos a la vida. Y así siguió explicando el inventor sanluqueño su proposición técnica. La funcionaria se había quedado lívida, su cara se iba demudando y ya no respiraba. Al notarlo el inventor se dirigió a ella para decirle. -Le ruego que se ponga en pie procure ponerse lo más tiesa posible y así nos evitará incómodos estiramientos en el proceso de salazón.

domingo, 6 de diciembre de 2015

WASHINGTON PÉREZ

Su madre le puso de nombre Washington una lejana mañana de diciembre en que recibió una postal nevada del Capitolio, de eso hacía ya bastantes años y desde entonces, seguía fregando platos y suelos de aquel infesto Donald´s BBQ a las afueras de Rota. Posiblemente su madre hubiera llegado a ser una bella mujer, de no haber estado media vida lavando ropa de trabajo de los norteamericanos de la base aérea de Morón de la Frontera y de Rota y de noche, sentarse en los taburetes del Happy Hour Club. Su piel puede que fuese mulata, eso era difícil de determinar, pero el constante sudor por tanto ajetreo, le había ido impregnando de una pátina que sorprendía y enamoraba. Era pobre y raramente miraba a los ojos. Washington Pérez había nacido entre el vestíbulo número 3 de entrega de equipajes y el Puesto de la Guardia Civil de Fronteras del Aeropuerto del Prat, allí nació y atendieron a su madre un hippy de Ibiza que pasaba de los 60 años y una auxiliar de enfermería rumana, en el suelo, porque en los vestíbulos de equipajes nadie coloca asientos. Aquel nacimiento resolvió el problema de ciudadanía que estaba volviendo loca a su madre. La jugada le salió bien, aquella mujer gordita embarcó en un avión de Cubana en La Habana con una carta de reclamo de su supuesta prima Hemilce María y un embarazo de 9 meses, toda una locura. Ni los aduaneros ni la policía se fijaron en su estado más preocupados por seguir en la radio el partido de baseball entre La Habana y Cienfuegos. Una vez en el avión, aparte de levantarse cada hora para ir a orinar, miraba con hambre aquellos sándwiches de pavo que las aeromozas llevaban y traían por la aeronave cobrándolos a precio de oro. Ella no comió ninguno pero no pudo evitar pedir 3 botellas de agua, posiblemente el agua más cara que pagó su madre en vida. Rompió aguas en el avión pero se puso entre las piernas la almohada que habían repartido y, lentamente, atravesó el largo pasillo de lo que llaman finger y luego con arrestos y la ayuda de la Madrecita de Santa María del Cobre, bajó los escalones hasta la cinta transportadora que la llevaría al lobby de entrega de equipajes internacionales. Ni a la auxiliar de enfermería rumana, ni al hippy que decía haber trabajado de celador en un centro de salud de Castellón, les dio tiempo a nada, la mujer se desvaneció y fue cayendo a cámara lenta al suelo. El hippy se horrorizó cuando tuvo en sus manos una masa sanguinolenta y muy caliente que luego resultó ser una almohada de vuelo y todavía se asustó más, cuando comprobó que la madre permanecía sin conocimiento en un charco de placenta y sangre. La auxiliar, más experta, levantó las faldas y descubrió entonces al niño que parecía en buen estado, procedió a cortar cordón umbilical con los dientes, momento en que Washington lloró por primera vez. Helga Consuelo Pérez despertó sobre una mesa de atestados de la Guardia Civil, con su cabeza entre la impresora y el monitor, mientras que el sargento a punto de retirarse la miraba boquiabierto y gritaba en el puesto órdenes inconexas: -¿Quién coño ha puesto a esta tía encima de mesa, estáis tontos o qué? Mirad como me está poniendo todos los informes. Y cuando esto decía, iba cogiendo con dos dedos los papeles de denuncias y tirándolos a la papelera con muchísimo asco. -Era una emergencia mi sargento. Contestó Narváez, un ingeniero de caminos que harto de no encontrar trabajo opositó para guardia civil de la escala básica. -¡Ni emergencias ni carajo, cualquiera sabe de dónde mierda es esta tía y las enfermedades que trae! Eres tonto del culo Narváez con tanta ingeniería que sabes. ¿Se ha llamado al médico del aeropuerto? -Está de camino mi sargento. Y cuando decía esto apareció en el dintel de la puerta una muchachita muy joven con un piercing en el labio inferior y un chaleco amarillo con una cruz roja. -¿Dice usted que se desmayó y la atendieron unos pasajeros? –Preguntó la recién llegada mirando sorprendida a la mujer despatarrada sobre el escritorio del jefe de turno de la Guardia Civil y todo pringado alrededor. Narváez asistió con la cabeza. La chica del piercing tomó el pulso y pidió una botella de agua y toallas de papel del baño, la fue mojando y colocándola sobre la cabeza de la madre de Washington, luego la exploró por abajo asintiendo favorablemente. ¿Quién la ha atendido? –Preguntó. -Una auxiliar de enfermería rumana doctora.- ¿Auxiliar dice usted guardia? Ya quisiéramos tener médicos tan buenos como esa mujer. Es toda una especialista. ¿Dónde está el niño? -Lo lavó y preparó, ahí nos lo ha dejado bien arropado sobre esa silla esperándola a usted. Mientras exploraba al pequeño Washington comprobando la pulcritud de su colega rumana preguntó el nombre de la madre. -Helga Consuelo Pérez es su nombre doctora. -¿Nacionalidad de la madre? -Cubana. Se volvió la doctora y dijo: ¿sabrán ustedes que este niño es español? Y lo es por haber nacido en suelo español, en cuanto la madre se recupere un poco procederé a confeccionar el certificado de nacimiento del que les daré copia para que informen al Consulado Cubano y al Ministerio del Interior del nacimiento de este niño. Voy a asearme un poco y en cuanto la madre se recupere algo de su cansancio lo inscribiré con su nombre. Los guardias civiles intentaban con cierto respeto que la mujer abriese los ojos y atendiese para su traslado a la ambulancia pero no lo consiguieron, llegaron el conductor y el enfermero y procedieron al traslado de madre e hijo al hospital de referencia. Cuando la introducían en el vehículo, la doctora les indicó que apagasen las luces y la sirena, necesitaba reposo pero la emergencia había acabado. En ese momento Helga Consuelo trató de reincorporarse para decir algo. La doctora se acercó a ella y le dijo: -No se preocupe que su hijo ha nacido perfectamente, ha parido usted un varón muy sano. Enhorabuena. ¿Por cierto, cómo quiere que se llame para que pueda cumplimentar mi certificado de nacimiento? Helga la miró con los ojos entornados, somnolienta, muy abatida y cansada. -¿Nombre dice usted? ¿Es niño? –Preguntó. -Es niño y pesará sobre los 4 kilos, en el hospital mis compañeros lo reconocerán con mejores medios que yo, puede estar tranquila. La cubana sonrió y cerró los ojos para decir: -Si es niño se llamará Washington, Washington Pérez, como aquella postal que recibí hace años…

martes, 1 de diciembre de 2015

EL JEFE DE ESTUDIOS

Pues no va el nuevo de Biología y dice que la vida está condicionada por el medio, será capullo. El medio está en la mitad y como está ahí no tiene tiempo de vigilar los lados ¿lo oíste Adri? -Dijo Pérez, sentado en el banco de madera de enfrente de su instituto, con la espalda apoyada en el asiento y las piernas en el respaldo mientras respondían a otros tuiteros de Utrera. -¿Te he dicho que si oíste lo que dijo el nuevo de Biología, ese vaina que va de enterado y se nota a kilómetros que con casi 40 años todavía vive con sus padres? -No le presto atención Pérez, cuando entra me pongo los auris y paso de él. Oye, por cierto a qué hora tienes que ir a secretaría para hablar de lo de ayer. -A las 12 hoy. -¿Hoy, tan pronto? -Ni caso tronca, ya me inventaré algo. -Pues mi hermana me ha dicho que por muy chungo que nos portemos no nos suspenderán, al contrario, el Consejo Escolar nos aprobará para quitarnos de en medio y mandarnos a FP. -¿A FP dices? Adri dejó de jugar en su tableta y miró en mochila para buscar el papel de liar y fue entonces cuando notó que se había olvidado de los apuntes. ¡No tengo los apuntes Pérez! -¿Para qué coño quieres los apuntes si tú no los has leído en tu puta vida? -Jo es que he anotado ahí el número de mi compi Valentina. -¿Valentina y esa quién es? -La del pelo con extensiones. -¿La rubia de bote de las tetorras que habla muy raro? -No habla raro Pérez es que es ucranianostónica de por ahí muy lejos y allí en su pueblo hablan asín. -¿Y se entienden? -Supongo. -Quillo que son las 12 menos 10, deja de hacer el chorra y vete pa secretaría. -Ojú. Pérez se encaminó hacia secretaría balanceándose y cantando una de las su su rapero favorito de Dos Hermanas. -No vayas de julandrón no te atropelle un camión, ve mejón de caradura y con la polla mu dura... -¡Joder que peazo poeta está hecho! Pérez gira al final del pasillo y ya ve los cristales de la secretaría, supone que dentro estará esperándole el Jefe de Estudios o quizás alguien más. Empuja la puerta, no ve a nadie, echa otro vistazo y comprueba que efectivamente la secretaría está vacía. Seguro que han salido a fumar y entonces se le ocurre una nueva trastada. Se pone la gorrita para la izquierda y corre a sentarse en el ordenador del Jefe, sabe la clave, se las sabe todas, siempre son las mismas, nobre de la mujer y año de nacimiento, nombre del hijo o de la hija o si son muy tontos, muy tontos como es el caso del Jefe está seguro que será jefatura2015 y al terminar de introducir el último dígito, ya estaba en la página de calificaciones del trimestre. No lo dudó, se puso notable alto en todo menos en Ciudadanía que se puso un 5 raspado que tampoco hay que pasarse. Iba a salirse del programa y recordó a la empollona Carolina. Sonríó y sin dudarlo la suspendió en Mates y que se joda la tipa. Terminó y se apresuró a sentarse en el banco del pasillo a esperar. Muy poco después, efectivamente, el Jefe y la de Lengua avanzaban por el pasillo hacia él. ¿Y ahora qué le vas a decir? -Preguntó ella. -No tengo la menor idea de por dónde me va a salir el niñato éste, me tiene harto, harto me tiene. Ambos se pararon frente al alumno y tras mirarlo con cara de asco dijo el Jefe: -Tira para el despacho prenda, que eres un prenda muchacho. me tienes harto, harto me tienes. -¿Yo? -Sí tú. entra. -Yo acabo de llegar profe, aquí estaba tranquilo sentado en el banco esperando, ¿no sabe que me secuestraron ayer la banda de los ecuatorianos, hasta me arrojaron al río? Menos mal que gracias a unas clases de natación evasiva que me pagó mi madre conseguí escaparme. He oído por ahí que un desalmado ha puesto en entredicho la honorabilidad de nuestro selecto instituto escribiendo borderías anticatalanista. Inadmisible profe, eso no puede quedarse sin un severo correctivo. -¿Qué cuento me estás diciendo Pérez, dónde estuviste ayer después de la primera hora de Mates? -Me secuestraron, ya se lo he dicho. La policía lo sabe, estuvimos anoche en Comisaría denunciando el caso, deplorable, lo que yo le diga profe, inadmisible comportamiento de esos inmigrantes, por cierto aquí tiene la denuncia.

SENTENCIA INAPELABLE

-No, no, no. No me hagan eso por favor. -Te lo mereces por sinvergüenza. -No, no, no, no quiero, no. -Has hecho mucho daño. -No, no, no, me arrepiento, no lo haré más. -Ya no nos engañas cabroncete. -Seré bueno, no lo haré más, prometo hasta fregar. -Ja, ja, ja. Me encanta que te humilles.No implores más, has sido condenado a escuchar sevillanas de Horta y las de Sanlúcar durante una semana. -¡Mátame, mátame mejor ahora mismo con un adoquín!

PROCESO DE BEATIFICACIÓN

¿Y dice usted que esta mujer merece ser beatificada? -Sí, monseñor. -¿Qué méritos concurren en ella? -Se ha leído la Constitución Española? -No veo la relación causa-efecto. -Es que se la cree monseñor, se la cree de verdad, es una santa. -Si es así, no me queda otra que firmar el expediente. -Dijo el obispo de Jerez.

¿DÓNDE ESTÁ PÉREZ?

Recorría los pasillos del instituto a paso de centuria romana, abría y cerraba las puertas de las aulas. Alumnos y profesores interrumpían las clases -si es que las daban- y la miraban preguntándose que querría. Seguía recorriendo el instituto de abajo arriba, de izquierda a derecha y Pérez no aparecía. Lo buscaba, aquel alumno tenía que aparecer inmediatamente, el instituto se había convertido en diana de todos los tuiteros, los whatsapps caían como meteoritos sobre el centro educativo, en la puerta se arremolinaban los medios de comunicación y el país miraba con interés todo lo qué pasaba allí. ¿Dónde está Pérez? Repetía por el centro. Nadie le daba explicaciones. ¿Ha venido Pérez hoy? Sí, contestaban, asistío a Mates a primera hora y desde entonces no lo hemos visto. -Respondió un profesor de Burgos que estaba enganchado a las quinielas de fútbol y a los médiums nocturnos de la televisión. -¿Sólo lo ha visto tú? Él asintió con la cabeza. Estaba nervioso por el asunto del alumno Pérez por si le perjudicaba de paso a él. Finalmente un profesor que llevaba una semana sustituyendo la fractura de un pie del profesor de Biología, se dirigió a la Concejal y le preguntó. ¿Pero qué coño pasa con Pérez, qué es lo que ha hecho Pérez? La edil parece que reaccionó y se sentó en un banco garabateado por el alumnado: “Mari la chupa”, “Profe Mates joputa” o “Me la suda el Insti”. Las miró y pasó su mano por las grietas hendidas por las navajas para formar las frases y respondió: ¿lo ves? -El profesor sustituto se encongió de hombros. ¿No te interesa que escriban esto de vosotros los profesores? El sustituto sonrió y dijo: ¿De nosotros dices? Estoy sustituyendo a un profesor de Biología y soy Ingeniero de Caminos y además, es la primera sustitución que hago en 3 años y está limitada a un máximo de 5 semanas. No hablan de mi, sino de vosotros, pero no me has contestado qué es lo que lo que pasa con Pérez. Pérez ha entrado en el tuiter del Instituto y ha publicado: Catalonians are evils. Rise up against them. (Los catalanes son diablos. Levantémonos contra ellos.) El profesor sonrió antes de buscar el único arrugado cigarrillo LM que le quedaba encima y tras pedirle fuego a la concejal respondió: -Poco conozco a Pérez, pero en un par de clases que he tenido a la que asiste, me pareció chulo y desagradable, ahora descubro también que habla inglés ¿y tú?

ALTA TECNOLOGÍA EN LOS MERCADILLOS

Mira si son listos en el mercadillo de los martes en la playa de La Puntilla, que te venden por 15 euros unas gafas Rayban, de piloto con espejitos de lo más trending topic y en cuanto te las pones, si miras para el puente de La Pepa, resulta que ves el Parlament de Catalunya y si quieres, por las patillas metálicas, se oyen soflamas del Honorable Mas explicando -en catalán- que él y sólo el ha sido llamado por la historia para liderar el procès soberanista. Aunque también tienen otras pero algo más caras, ya se sube a los 20/25€, de Women´s Secret y Óscar de la Renta, donde Rajoy te narra en pantalla panorámica los 7 círculos del Infierno de Dante si Mas consigue lo que quiere.

TABACO

Yo dejé de fumar hace 5 años, dijo un muerto. Otro contestó: -Pues yo fumé hasta que me mató un autobús que iba para Valencia, pero tanto tú como yo estamos en el cementerio contando años de eternidad.

LA LUZ CEGADORA y OBLIGACIONES MORALES -RELATOS CONSECUTIVOS DE APARICIONES ANGELICALES

Iba con mi caniche de paseo esta mañana y como ya llevaba más de una hora andando, decidí sentarme en un banquito a la sombra mirando para la playa de La Puntilla, abro mi bolso negro y miro la hora en el teléfono móvil pero no puedo verla por una potente luz cegadora que me envuelve. ¡Coño, qué luz tan cegadora! -Exclamé. Entonces advierto que tengo a mi lado un tipo de aspecto extraño, túnica blanca pero blanca de las que aparecen en los anuncios de detergentes. Me mira y me dice: -Hola colega. -¿Y tú de qué vas? Le dije, lógicamente. -Tío, yo soy un trono. -¿Un trono? Me suena eso de los tronos, eran como ángeles pero más importantes. -¡Muy bien, sí señor! -Espera que recuerde, es que si no lo digo de carrerilla se me olvida, lo aprendí cuando el Catecismo, vamos a ver, hay cuatro clases de ángeles, los ángeles propiamente dichos, arcángeles, tronos y serafines. ¿Lo he dicho bien? -Muy bien. -¿Pero vamos a ver qué es eso de aparecerte con esos ropajes en este banco de la playa de La Puntilla, eso significa que ya me he muerto o qué? -Nada de eso, no te preocupes. -¡Menos mal! -Yo te conozco de toda la eternidad. Dijo el trono. Y te leo en Facebook también. -¡Coño, los ángeles leen las cosas de Facebook! -Pues claro que sí, nosotros tenemos nuestro trabajo pero en el tiempo libre hacemos los que queremos, no te olvides que estamos en el cielo, en lo más. -Vale, vale. ¿Y a qué te dedicas en el cielo? -El cielo es muy jerárquico, allí todo se alcanza con el tiempo, yo no he sido siempre trono, primero fuí beato, luego santo, ángel custodio, arcángel y ahora lo que soy. Mi trabajo consiste en sentarme en la tercera bancada justo arriba de San Pedro en los juicios finales de los miércoles. Nos repartimos los días para que todos los tronos tengamos algo qué hacer. -¿Y qué preguntan en los juicios finales trono? -Llámame Paco, todos me llaman Paco. Pues mira, conforme el alma asciende a la Corte Celestial se somete a un cuestionario básico: edad, estado civil, hijos, si ha pagado pensiones alimenticias por divorcio, cosas elementales. -¿Y cómo se sabe si el alma ha sido buena o no? -Eso es imposible de descubrir. -¿Cómo? -Que es imposible, no hay manera. Nosotros preguntamos al alma si ha sido buena y si contesta que sí. San Pedro le abre la puerta y listo. -¿Y si ha sido mala? -Para ese caso somos inflexibles, si contesta que ha sido mala le damos una patada y a vivir otra vez, pero la obligamos a que se afilie en el PP. OBLIGACIONES MORALES Pero el trono no se iba. Seguía contándome cosas del cielo y de la Corte Suprema Celestial, así que sintiéndolo mucho me veía en la incómoda obligación de decirle que se fuera, considerando que estaría mal visto que me viesen hablando con un ángel con galones, así que le dije: -Mira trono, no te lo tomes a mal pero tienes que largarte, los ángeles en el cielo y los pecadores en la tierra, eso siempre ha sido así y no se puede cambiar, compréndelo tío. El trono Paco se miró los ropajes blancos, tan blancos que si los hubieran visto quienes ruedan los anuncios de detergente lo contratan inmediatamente. Paco. -Le dije. Me estás poniendo en un compromiso, menos mal que aquí sentados en la playa de La Puntilla, la mayoría de la gente que pasa a estas horas o son jubilados a quienes sus médicos les han ordenado caminar, ven poquísimo, son corredores de footing o ciclistas oyendo música de sus teléfonos móviles. Así es. -Me contestó. -Pues por eso te lo digo Paco, tú lo tienes que comprender, has sido beato primero y luego santo, sabes de lo que te hablo. Si cuento a la gente de Facebook que estoy hablando con un trono me van a tomar por loco. ¡No me hagas eso colega, enrróllate! -Se lo tuve que decir, me estaba colocando en un situación muy comprometida, sobre todo, teniendo mis antecedentes. Paco el trono comenzó a reír para luego decirme: -¿No te atreverás a contar nuestra conversación en Facebook? -Es una obligación moral. Le dije. Tengo que hacerlo, si me hubieras abordado de ccualquier otra forma lo podría omitir, ponte en mi lugar Paco, de haber aparecido como una persona normal me callaría, no diría nada. -¿Y qué consideras una persona normal? Tengo que reconocer que me dejó descolocado el trono con su pregunta pero no me amilané y le dije: -Mira, si hubieses aparecido de inspector de Hacienda, trabajando unas horas extras buscando carne fresca para darle un sablazo lo comprendería; si hubiese sido un policía local que se acerca para denunciarme con 300 euros de multa por haberme sentado en un banco del Paseo Marítimo antes de las once de la mañana, también, y no te digo nada, si un bombero se hubiera bajado de su camión, para preguntarme a qué hora zarpa de aquí el ferry de Canarias pero, compréndelo, aparecerte con una túnica tan blanca, por cierto, qué marca de detergente usáis en el cielo trono.

LA CONDENA

Estoy dudando -dijo el juez- si condenarlo a 14 meses de trabajos sociales sin remuneración alguna de 6 de la tarde a 12 de la noche, siete días a la semana o como medida sustitutoria, que se lea las obras completas de Cioran y me haga un trabajo de 25 folios, Times Roman, 12 Pitch, sin fotografías, sólo texto. ¿Qué prefiere el reo? -Me quedo con el trabajo social señoría, no hay color.

SOMBRAS

Esta mañana mientras caminaba, advertí que mi sombra me precedía. Es lógico, pensé, si camino hacia el poniente y tengo el sol a levante, mi cuerpo interrumpe los rayos del sol y eso hace que se proyecte mi sombra sobra la acera de esta solitaria calle. Mi sombra mediría sus buenos 3 metros. Miré alrededor y prácticamente todo lo que tuviese cierta altura extendía sombras también, la señal de tráfico con una limitación de 50 km, las bugambillas del cerramiento de la finca por la que pasaba, las jardineras y sus geranios, todo. Fue entonces cuando me fijé que las banderas, ondeando en sus astas flameaban al viento, así una verde y amarilla que alguien nos ha dicho que es la de nuestra ciudad y recuerda los colores del Califato de Córdoba, otra azul con estrellas de la Unión Europea, la andaluza y también otras dos banderas más, concretamente las de Estados Unidos y la Federación Rusa. Todas allí en lo más alto de sus postes flanqueando la entrada en la estación de servicio. Eso me sirvió para recordar que si hay patriotas, entre ellos hay contar a dos gremios, los propietarios de estaciones de servicios y los hoteleros. ¿Qué sería de la patria sin tales representantes? Bandera que se deslilacha, bandera que se sustituye inmediatamente, faltaría más. En ese momento lo descubrí, cuanto más alto esté el objeto más larga es su sombra y por eso en las estaciones de servicio colocan las banderas sobre altísimos postes, astas les llaman. Qué gustazo contemplar el jugueteo del viento de las banderas sobre el piso de la gasolinera, ahora se va para allá, ahora hace un giro, una revolear, un guiño, un me voy y me escapo y ahora vuelvo otra vez. Qué cosa más bonita. Otra particularidad de las sombras es que viven todavía en los años 30, no conocen todavía el technicolor. Por muchos colores que tengan las cosas ellas permanecen inmutables en su blanco y negro. Comprendí entonces que la naturaleza es sabia, aunque eso lo repetimos hasta la saciedad, a la naturaleza no le hubiese costado nada inventar la sombra en colores pero ha preferido que sean en blanco y negro por ser más elegantes. Y en esos pensamientos, ya divisaba el puente que lleva al recinto donde vivimos, en ese momento lo recordé, con tantas banderas me había olvidado de comprar el pan.

LOS TIEMPOS ESTÁN CAMBIANDO

Antes los nombres propios, esos que nos enmarcan, delimitan y nombran eran para siempre. Nacías, tus padres pensaban en uno, fuese hermoso o feo, iban al cura y te lo ponían para siempre jamás. El nombre era inmutable, luego las cosas fueron cambiando, uno que se llamaba Saturnino terminaba llamándose Tino o Satur, otra que su madre le puso Dolores por su abuela, lo cambiaba por Lola, Loli, Lolita o Dolorcita y así ella se sentía más feliz. Toda esta evolución es cultura pura y dura. Últimamente las cosas van mucho más rápido, pongamos por ejemplo el caso de la alcaldesa de Puertollano. Sus padres le pusieron Rosalía y lo hicieron debido a que tenía una rosaleda muy bonita y la niña, les parecía más guapa. Andando el tiempo Rosalía se paseaba por Puertollano muy ufana y aficionada como era a las revista de papel cuché, leía que sus ídolos vivían muy bien, grandes casas, viajes, jacuzzis, yates, esquí en Suiza y baños al sol en las Islas Fidji. Rosalía pensó y se afilió al PP de su pueblo, al principio no le hicieron mucho caso pero ella insistió y dijo que no quería ser mujer florero sino mujer cuota y en ese preciso momento, cambió de nombre para ponerse Osadía. Tuvo suerte porque el partido gobernante que el primer teniente de alcalde, del PSOE por cierto fue detenido por la UDEF y con él arrastró casi la lista completa de concejales. Lo cierto es que tuvo suerte porque un par de los concejales que se libraron se borraron del PSOE y se inscribieron en el Grupo Mixto, momento político que aprovechó su partido para dar su zarpazo en el ayuntamiento de Puertollano consiguiendo la alcaldía. Ella no salió de alcalde pero como era la única mujer en su candidatura exigió y la colocaron en segungo lugar, ya era primera teniente de alcalde de su pueblo, volvió a cambiarse el nombre por Libertad, Andando el tiempo supo que su alcalde tenía sus trapicheos y una fiesta de navidad se lo contó a uno de los del Grupo Mixto que sacaron el escándalo ayudados de la tele local. Políticamente muerto su compañero alcalde, el partido la nombre alcaldesa y en ese momento volvió a cambiarse de nombre por María del Triunfo y así gobernó dos legislaturas. Pasó el tiempo y le ocurrió lo mismo que al alcalde del PSOE y a su compañero del PP, descubriéndose sus manejos con las empresas constructoras. No fue ella personalmente la que cambió su nombre sino que lo hizo una jueza que la nombró Prevaricación y 3 años después Condenada. Qué horror, haber pasado de Rosalía a Osadía, luego Libertad, más tarde María del Triunfo y ahora era Prevaricación, pero no había acabado ahí su peregrinaje de dolor, había sido también Condenada, por lo que se modifió su nombre por María del Auxilio pero nadie la rescató, volvió a cambiárselo y ahora es Consolación. Definitivamente, los tiempos están cambiando.