sábado, 19 de junio de 2021

CUANDO NO SE TIENE NADA QUE PERDER


Hay quienes se preguntan por qué los barrios pobres, el cinturón rojo de Madrid, se ha decantado masivamente votando a una populista sin programa como Ayuso, que de intentarlo le quitaría la dirección de la ultraderecha al mismo Abascal. Si hubieran leído la historia del Caudillo uruguayo Aparicio Saravia podrían responderse a la pregunta. Saravia era un rico estanciero -terrateniente hijo de terratenientes-, cuyos ideales políticos eran ultraconservadores, que defendía abiertamente a los ricos y sus privilegios, levantado en armas contra el Gobierno de Montevideo y lo mantuvo en jaque desde 1894 a 1904. Llegó a formar 14 divisiones de caballería al mando de las cuales puso a 14 coroneles, quienes eran temidos por el Gobierno de la República Oriental del Uruguay, por su fiereza y rotundidad cuando realizaban incursiones por todo el país a sangre y fuego y, además, dominaba 6 provincias, instaurando su Gobierno en su hacienda de El Cordobés, donde recibía a caudillos, políticos, jefes militares nacionales y extranjeros, así como embajadores de su encarnizado enemigo el Presidente Juan Fulgencio Cuestas que le temía. Su hacienda y sede de su Gobierno nunca fue atacada y permaneció inexpugnable. El presidente de Uruguay ante tamaña barbaridad dirigida por un lunático como Saravia, forzó un tratado llamado Pacto de la Cruz con el fin de evitar una guerra civil que destruyese y arrasase al pueblo uruguayo.
Pues volviendo a esas personas que no entienden cómo los pobres apoyan a quienes no les representan y además actúan contra sus intereses, explicaré que el grueso de los hombres del ejército del Caudillo Saravia eran pobres, muy pobres, tanto que ya no tenían nada que perder, por eso lo seguían.
oooo00oooo
Jesús María Serrano
Julio Malvido García, Pepe Palacios e 8 personas más
11 comentarios
Me gusta
Comentar
Compartir

No hay comentarios: