sábado, 19 de junio de 2021

EXCURSIÓN AL CIELO, LUNES Y MIÉRCOLES 15€


Estaba agitando mi descafeinado largo americano al que no le añado ni azúcar ni sacarina, porque alguien me dijo que si lo haces sabe mucho mejor y decidido, le pegué un buche y estaba ardiendo, lo dejé sobre la mesa. Sobre la calidad del producto no estaba cualificado para opinar, pero la cafetera calentaba de puta madre. Me había acercado casi dos años después al Hogar del Pensionista tras haber salido de allí con mi compañero Paco Ebrero escopeteados ante la actitud de los camaradas. Nadie me miraba y al parecer tampoco me recordaban, por entonces teníamos un megáfono, algunos cartelones y una pancarta muy bien hecha a pesar de ser artesanal, terminé mi café que había pagado con antelación en la barra, provisto nuevamente con mi mascarilla me dirigí hacia el rincón donde estaba la ventanilla. Esperé manteniendo la distancia de seguridad y una vez atendieron a la señora que me precedía me atreví a preguntar.
-Disculpe usted, es que me he enterado que organizan unas excursiones al cielo...
-Ah, ¿está interesado?
-Imagine usted, ahora que estamos sacando algo la cabeza de la pandemia, que ofrezcan algo tan exótico me parece extraordinario. Sabía lo de las excursiones a Ronda a comprar mantas; a Villarreal de San Antonio en Portugal para comprar toallas en incluso alguna cultural para visitar la Casa de Pilatos en Sevilla, pero al cielo, al cielo se me antoja algo sorprendente y digno del mejor marketing, vamos diría que insuperable, sobre todo para nosotros los pensionistas que nos quedan aquí cuatro días mal contados.
-Pues es verdad, si le interesa me deja su tarjeta de socio, porque es indispensable tenerla y caso de no ser así se le gestionamos gratuitamente. La Junta de Andalucía para eso es formidable.
Le entrego la tarjeta y le pido dos asientos, pregunto si se paga por adelantado y asiente, pongo un billete de 20 y otro de 10 sobre el mostrador.
La empleada recoge el dinero, anota mi nombre en el ordenador y me entrega un resguardo con los asientos 5A y 5B para el miércoles 19 de mayo, donde dice que se procure estar en el Hogar con ropa deportiva 15 minutos antes de la 9 de la mañana.
Cuando llego a casa y se lo cuento a mi mujer por supuesto que no se lo cree, pero yo le digo que si no es verdad me devolverán la pasta, puesto que por detrás del resguardo pone: satisfacción garantizada o lo devolvemos su dinero, Hogar del Pensionista del Puerto, Junta de Andalucía.
Y allí estábamos con bastante ganas de cachondeo desde 20 minutos antes y en total no seríamos más de 10, nos colocaron unos paracaídas, cascos y nos hicieron firmar unos testamentos vitales donde donábamos nuestras propiedades a la Santa Iglesia Católica de Roma. Tras leerlo, me hizo gracia y lo firmé, tiempo tendría de impugnarlo, además estaba allí precisamente para luego poder comentarlo. Cual no fue nuestra sorpresa cuando descendió del cielo un vehículo Tesla ultramoderno en el que nos acomodaron y partimos para el cielo. El viaje no puedo precisar lo que duró porque nos dormimos, aunque al llegar no recibió un sonriente norteamericano que llevaba una identificación en su bolsillo izquierdo de su camisa blanca donde se podía leer Beato Virgil Joe Campanellla muy amable. Nos ayudó a bajar del Tesla y ya notamos la levedad de nuestros cuerpos, no pesábamos, nos teletransportábamos bajo la atenta indicación del simpático beato que comenzó a decir: -Supongo que estarán conmocionados ya que posiblemente pensaran que la excursión se trataba de un timo, nada más alejado de la realidad, soy beato que es el grado superior a mortal bueno que es aceptado en el cielo, pero inferior en la escala celestial, de hecho mi padre que llegó a ser Gobernador del estado de Idaho, siempre me decía que santo o nada, pero lamentablemente no lo conseguí. Ahora les voy a mostrar los distintos niveles del cielo, a su derecha observarán los bloques de doce plantas de los currelas; luego les ruego miren que hay un río y en la otra orilla alrededor del campo de golf se encuentran las villas de quienes a pesar de su poderío económico en vida se portaron bien; más allá en casitas adosadas se encuentran los miembros de la Iglesia; y algo apartado tenemos un espacio para los VIP.
Anduvimos de acá para allá visitando el cielo y haciéndonos selfies esperando que nos pusieran de comer. El almuerzo era decente sin llegar al aplauso: sopa de picadillo con algunos trocitos de jamón nadando en la sopa; pollo en pepitoria o pescadilla a elegir, de postre fruta del tiempo o natillas. El vino había que pagarlo aparte.
Yo andaba mosqueado porque intuía que en cualquier momento el beato tenía algo que decirnos y así fue, si el testamento vital que habíamos firmado en la Tierra lo ratificábamos en el cielo, dejando las propiedades para uso y disfrute del Vaticano, se nos asignaría un lugar en el cielo de pleno derecho y esta oferta solo era válida durante el mes de mayo porque con la pandemia los recursos de la Iglesia se habían visto muy mermados. Mientras el beato explicaba el asunto acerté ver paseando a Fidel Castro, Lenin, Nelson Mandela, Trump y al mismísimo Karl Marx. Gente que en absoluto esperaba encontrarme en el cielo por haber sido muy atacada por los Papas, de modo que en cuanto pude le pregunté a Fidel.
-Camarada Fidel ¿usted aquí?
-¿Te sorprende?
-Mucho, no me lo puedo creer.
-Los puros habanos camarada, el mejor tabaco del mundo que abre las puertas del cielo.
Entonces comprendí que puestos a elegir entre pudrirme y hacerme sustrato para macetas no me quedaba otra opción que firmar y rezar el Ángelus ante Berdoglio.
oooo00oooo

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