-Lo siento de veras Pablo, pero tenemos muchísimos votos y tu coalición va para atrás, de modo que el Gobierno de coalición que me pides no me lo permite el PSOE.
-¿Qué me dices Pedro, te desdices ahora de lo firmado? ¿Y España y la patria?
-Lo siento, si por mi fuera te nombraba embajador en el Vaticano, como sacaste buena nota en latín.
-¿Pero?
-¡Es que no me dejan, estoy atado de pies y manos! Espera que me llaman por el teléfono rojo. -¿Cómo, sí páselo? Dígame. Ah. Vale, ¿entonces le propongo la opción B?
-Mira, buenas noticias que me dicen que sí podemos darte un gobierno de confederación.
-¿Te estás cachondeando conmigo?
-No te enfades, encontraremos algo para poder entre ambos llevar a España a las cotas que ya quisieran los Reyes Católicos.
-De esa gente ni me hables.
Suena nuevamente el teléfono. La ayudante personal le indica que la Gran Baronía desea ponerse en contacto con el presidente. Se pone. -Dígame, que si no es de coalición nati de nativitatis. Eso dice. ¿Cómo, que le ofrezca...?
-Me acaban de decir, que haciéndote un favor y siempre que no estéis en el Consejo de Ministros, os permitiríamos un Gobierno de asociación.
-¡Como en las asociaciones de vecinos, estáis chalados!
-¿Oye y uno de consorcio?
-Una latita de atún o de caballas, ahora mismo informo a mis inscritos y se os va a caer el pelo.
-¿Y uno de alianza que os parece?
Pablo está cabreadísimo, está metiendo los bolis en la mochila porque se larga de La Moncloa pero ya.
-Haciendo un esfuerzo podríamos llegar a un Gobierno de pacto.
-Y un par de huevos duros. ¡Te he dicho que sólo aceptaremos un Gobierno de coalición cojones, cómo te lo tengo que explicar!
-¿Y uno de compromiso con la posibilidad de tener teléfono móvil pagado por La Moncloa porque el que te paga Irán sabemos que carece de datos, que te parece?
-Mira Pedro, bórrame del grupo de chat ahora mismo, no quiero saber nada de vosotros.
-¿Y uno de liga, de tratado, de concordia, de arrenjutamiento sin derecho a roce...?
-Que te vayas a la mierda ya... Momento en que Pablo se encamina hacia la puerta para largarse de allí a toda hostia en su escúter pero, en ese preciso momento cuando se estaba poniendo el casco recuerda, y se vuelve rápidamente hacia la sala donde se había reunido, encontrándo que allí permanece Pedro aún fumándose un Craven A, sonriendo y mirando a la ventana.
-Eh tú, Pedro no cantes victoria todavía, devuélveme inmediatamente el boli BIC rojo de punta fina.
-¿Cómo? Dice Pedro.
-Sí, el boli BIC que me has trincado y que le tengo mucho cariño porque lo me lo regaló Anguita, todo un trofeo que no puede andar en malas manos, listo que eres un listo, y además tú de rojo no tiene nada, trae el boli pacá.
-¿Qué me dices Pedro, te desdices ahora de lo firmado? ¿Y España y la patria?
-Lo siento, si por mi fuera te nombraba embajador en el Vaticano, como sacaste buena nota en latín.
-¿Pero?
-¡Es que no me dejan, estoy atado de pies y manos! Espera que me llaman por el teléfono rojo. -¿Cómo, sí páselo? Dígame. Ah. Vale, ¿entonces le propongo la opción B?
-Mira, buenas noticias que me dicen que sí podemos darte un gobierno de confederación.
-¿Te estás cachondeando conmigo?
-No te enfades, encontraremos algo para poder entre ambos llevar a España a las cotas que ya quisieran los Reyes Católicos.
-De esa gente ni me hables.
Suena nuevamente el teléfono. La ayudante personal le indica que la Gran Baronía desea ponerse en contacto con el presidente. Se pone. -Dígame, que si no es de coalición nati de nativitatis. Eso dice. ¿Cómo, que le ofrezca...?
-Me acaban de decir, que haciéndote un favor y siempre que no estéis en el Consejo de Ministros, os permitiríamos un Gobierno de asociación.
-¡Como en las asociaciones de vecinos, estáis chalados!
-¿Oye y uno de consorcio?
-Una latita de atún o de caballas, ahora mismo informo a mis inscritos y se os va a caer el pelo.
-¿Y uno de alianza que os parece?
Pablo está cabreadísimo, está metiendo los bolis en la mochila porque se larga de La Moncloa pero ya.
-Haciendo un esfuerzo podríamos llegar a un Gobierno de pacto.
-Y un par de huevos duros. ¡Te he dicho que sólo aceptaremos un Gobierno de coalición cojones, cómo te lo tengo que explicar!
-¿Y uno de compromiso con la posibilidad de tener teléfono móvil pagado por La Moncloa porque el que te paga Irán sabemos que carece de datos, que te parece?
-Mira Pedro, bórrame del grupo de chat ahora mismo, no quiero saber nada de vosotros.
-¿Y uno de liga, de tratado, de concordia, de arrenjutamiento sin derecho a roce...?
-Que te vayas a la mierda ya... Momento en que Pablo se encamina hacia la puerta para largarse de allí a toda hostia en su escúter pero, en ese preciso momento cuando se estaba poniendo el casco recuerda, y se vuelve rápidamente hacia la sala donde se había reunido, encontrándo que allí permanece Pedro aún fumándose un Craven A, sonriendo y mirando a la ventana.
-Eh tú, Pedro no cantes victoria todavía, devuélveme inmediatamente el boli BIC rojo de punta fina.
-¿Cómo? Dice Pedro.
-Sí, el boli BIC que me has trincado y que le tengo mucho cariño porque lo me lo regaló Anguita, todo un trofeo que no puede andar en malas manos, listo que eres un listo, y además tú de rojo no tiene nada, trae el boli pacá.
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