Dora era hija del sutil poeta madrileño Alfonso Sánchez Ferrajón quien a pesar de haber dejado sólo dos libros como toda producción lírica, se había ganado el respeto del mundo de la literatura nacional, a él le hubiese gustado que su hija también se dedicase a la poesía, pero ella prefirió el periodismo y aunque trampeando en uno y otro programa la joven malgastaba su vida, por el contrario Juan Carlos era un camarógrafo curtido de los de pantalón corto hasta en diciembre, de ésos que se suben donde sea para obtener planos, de los que no abandonan, de los buenos, por eso desconfiaba de la becaria que le habían asignado y máxime en un asunto tan extraño como el que les llevaba allí, el vapor del Puerto había desaparecido de la rada donde permanecía subido hace años como consecuencia de su hundimiento en el muelle de Cádiz.
-Son casi la una de la tarde Dora vamos a tomarnos una cerveza. -Dijo él.
-Vale.
Entraron en la taberna de La Gaviota que a esa hora estaba muy nutrida, sobre el mostrador, como siempre. las bolsas de mojama y de maruka, las patatas fritas del indio de Chiclana, ristras de morcillas y longanizas y en los bancos algunos hombres tomaban manzanilla de la bodega de Obregón.
-¿Venís a por lo del vapor? -Preguntó Víctor desde detrás de la barra, menudo y nervioso con la tiza en la oreja.
-Así es, esta tarde entraremos en directo para Canal Sur ¿se sabe algo?
Nadie contestó, pero todas las miradas se volvieron hacia ellos.
-¿Cómo es posible que algo tan grande desaparezca en una noche, quién puede haberlo robado?
Uno de los presentes que era cuñado de Juan Galera, se levantó de su banco y se les acercó.
-¿Robado? Nadie puede robar el vapor, la valla está intacta, no hay rastros en el antiguo varadero de manipulación alguna, no tiene ningún sentido, estamos ante uno de los enigmas más grandes a los que se ha enfrentado la ciudad, sólo se sabe que mi cuñado Pepe estaba pintando las rejas de la Casa del Mar que está situada junto al varadero, separada solo por la valla y poco más de las 2 de la mañana oyeron crujir maderas pero no vieron a nadie.
-¿Estaba solo? Preguntó la becaria.
-No. Le acompañaba su hija María Victoria que ha suspendido cinco en el instituto y para escarmentarla se la está llevando con él a pintar por las noches.
-¿Y la muchacha dice lo mismo?
-Coincide mi sobrina con su padre, algunos crujidos y un apagón de luz.
-¿Un apagón de luz?
-Pero corto, cuestión de un par de minutos, crujidos y al volver la electricidad el vapor ya no estaba sobre el carro del antiguo varadero de Paco Neto, había desaparecido.
-Sorprendente, en cuanto nos tomemos esta cervecita preguntaremos a la policía. ¿Está cerca no es así?
-No muevan la furgoneta porque está ahí mismo y por allí está mala la cosa de aparcamientos.
-Pues muchas gracias.
Juan Carlos se dirigió al camarero y le pagó, no sin antes llevarse 3 porciones de huevas de maruka que se venden en el tabernón y están riquísimas.
-Nos vamos. Hasta luego, muchas gracias. Y fueron caminando por la acera sombreada de la calle Aurora hasta la Comisaría de Policía de El Puerto.
Y una vez frente a la puerta, justo frente al viejo ambulatorio franquista y feo de la Seguridad Social, que en ese momento no tenía demasiada gente en el bajo, hablaron con el policía de puerta e instantes después bajaba por la escalera Vanessa Cañete, portavoz de la Comisaría de Distrito de El Puerto de Santa María y Puerto Real.
-¿Qué puedo hacer por vosotros?
-Estamos aquí por lo de vapor. Contestó Dora.
-El vapor me decís. Es toda una incógnita, hemos abierto una línea de investigación pero por ahora no está dando resultados, esta noche nos llegarán un par de drones del Servicio Aduanero de Ceuta dotados de unos geolocalizadores y sobrevolarán un radio de 15 kilómetros.
-¿Pero nadie sabe nada?
-Se sabe que hubo crujidos y un apagón de 2 minutos y 17 segundos, eso es todo. Ah, por cierto, además de vosotros me han llamado también sorprendentemente un famoso periodistas del rotativo The Guardian, al parecer porque uno de sus redactores tiene casa en Vistahermosa y anda husmeando por ahí, nosotros hemos acordonado el varadero y un par de buceadores están cuadriculando la lámina del río Guadalete. Por cierto, el inglés ha publicado un tweet que dice: Historic motorboat Adriano III mysteriously disappears from the abandoned shipyard of El Puerto de Santa María, where it languished after having sunk at Reinas Victoria´s dock years ago. La histórica motonave Adriano III desaparece misteriosamente del astillero abandonado de El Puerto de Santa María, donde languidecía tras haberse hundido hace años en el muelle Reina Victoria de Cádiz.
Y en ese momento aparece Jon P. Taylor, director adjunto de The Guardian, el prestigioso periódico londinense que se ubica en el Canal de la Reina Regente para saludar a los compañeros de Canal Sur.--Me alegra mucho vosotras preocupa vaporcito.
-Sí, realizo pequeños trabajos para la emisora en plan free lance porque está la cosa muy mala en la prensa, mi nombre es Dora Sánchez y mi compañero Juan Carlos Ramírez. Nos ha explicado la portavoz de la policía que estáis interesados en esta noticia por lo sorprendente de la misma ¿no es así?
-A mi periódico importar carajo pasar vaporcito, pero yo vivir apartamento en Las Redes y todos los años visito El Puerto con hijas, siempre navega en él a Cádiz. No acierta comprende qué pasa con barco desaparecido. Llamé a la redacción y lo expliqué, allí gustar compañera director realiza reportaje para dominical que lea en todo mundo, es raro ocurrido, algo extraño pasando motonave motor averiado no puede navega. Raro.
-Por mis notas el barco llevaba varado desde el año 2012 esperando ser reparado, pero como siempre cuando se entra en conflicto e intervienen los seguros, la propiedad y para colmo haber sido declarado Bien de Interés Cultural, lo ha condenado al ostracismo y prácticamente estaba ya desguazado.
Mientras conversan deciden tomarse unas tapas en La Ponderosa porque el inglés adora los churros.
-¿Qué tomas Jon?
-Churros con chocolate.
-¿Pero si es hora ya de almorzar?
-Almuerzo 11 mañana, gustan mucho churros.
-Pues vale, ponle churros al compa y a nosotros nos traes una de pulpo a feira y tortilla de patatas.
-¿No te parece que aquí está pasando algo raro que no quieren decirnos Jon?
-No. Policía no saber nada, no informar porque no saber. Mi investiga y charlar Juan Galera y su hija nervioso estar, parece fenómena paranormal.
-¿Fenómeno paranormal?
-Sí, cosas pasar Escocia a veces.
-¡Pero qué estás diciendo!
-Estamos ante caso como UFOS, vosotras decir OVNIS.
-¿Nos estás diciendo que el vaporcito ha sido abducido?
-Mi piensa sí y yo ser eskeptical.
-¡Coño! -Exclama Juan Carlos. Eso no me había ocurrido nunca. -Comentó Juan Carlos.
-¿Lo vas a publicar?
-Tengo consulta almohada porque casos como motonave Adriano poder arruina carrera carrera prensa mía.
-¿Pero te ha dicho algo Galera?
-Galera e hija estar retenidos y van a Madrid porque decir oyeron crujido madera, apagón electricity y mucho frío para después desaparece motonave.
-¡Manda cojones la cosa Dora en la que nos han metido los enchufados de Andalucía Directo!
-¿Y qué puedo hacer? -Respondió Dora.
-Conectamos, contamos lo que nos dicen y nos largamos a toda leche sin hablar para nada del caso paranormal o no te contrata nadie más. Hazme caso Dora.
-Joder qué mala suerte he tenido, con la ilusión que tenía con este asunto del vaporcito.
-Así ser cosas. -Dijo Taylor mientras metía los churros en su café con leche.
Y así se contaron, pero lo que no que nunca se supo es que las maderas del vaporcito del Puerto, cabreadas con la ciudad que tanto le había cantado y de la que no paró en vida de recibir piropos, fuese abandonado en la ribera del Río Guadalete, en el varadero del viejo calafate Paco Neto, que lo reparaba una y otra vez con auténtico fervor de enamorado y que al fallecer éste, que sí era su verdadero amante, dejó de interesar, de modo que en venganza el espíritu inmortal del vaporcito decidió aprovechar una conjunción del Solsticio de Verano con un agujero negro en forma de gusano, para desaparecer y trasladarse a la ría de Vigo, justo frente al Astillero de San Adrián de Cobres, donde lo construyeron para allí hundirse y descansar en el fondo avergonzado pero al menos en las aguas que lo habían visto nacer.
Y ahora entendemos que en la ría de Vigo, la marinero de 1ª de la Fragata Infanta Cristina sintiese tanto frío cuando cumplía el punto de guardia en la escala de su navío en el momento del apagón del muelle, y que escuchase crujidos de maderas a pesar de no reconocer la razón de los mismos, escribiendo en el libro de guardias tales hechos sin que hasta ahora se haya sabido el origen, durante la noche de San Juan, atribuyéndolo el alférez Martínez de Entrerríos a las fiestas de tan celebrada noche en Galicia.
Sólo 2 minutos y 17 segundos necesitó la motonave Adriano III para escaparse del carro donde la mantenían cautiva en el desaparecido Varadero Guadalete y puede que poco de un minuto más, para hundirse definitivamente frente a su pueblo, primero por popa, penetrando las aguas por su tablazón carcomido por los vientos y el sol y posteriormente, desapareciendo su proa Liberty hasta descansar entre los fangos de la ría.
Los curiosos se asomaban a las barandas de la margen derecha del Río Guadalete, las grúas no paraban de extraer objetos y vehículos de lo más estrafalarios, las neumáticas de la Guardia Civil y de Protección Civil sembraban el río de boyarines, todos disparaban fotografías con sus teléfonos y móviles y se hacían selfies para inmortalizar el momento junto a la valla del viejo Varadero Guadalete con su carro vacío. La Policía científica vestida con sus monos blancos cuadriculaban el mismo y recogían muestras en él. No se encontraba ni la menor huella. Se oyó a uno a decir.
-Pepe, no te lo creerás, pero en este varadero no ha entrado nadie al menos en tres meses, no se encuentra ni la más mínima pisada, qué caso más extraño y misterioso.
Mientras tanto, los drones de geolocalización del Servicio Marítimo de Aduanas sobrevolaban toda la bahía sin detectar a la motonave en la bahía de Cádiz, los buzos de la Guardia Civil exploraban palmo por palmo el Guadalete y las grúas en los márgenes levantaban los objetos más curiosos de entre los que la prensa destacó siete lavadoras, 3 frigoríficos, un Isocarro, dos Seat 600, una Motobic, tres Vespas, 45 bicicletas, incontables sillas de plástico, diecinueve freidoras de pescado, catorce sartenes, dos ollas a presión, diecinueve secadores de pelo, nueve andamiosy una nevera Cruzcampo de las de hielo.
Teresa entre sorbo y sorbo de café descafeinado sin azúcar, se sentaba frente a su ordenador para escribir el caso más sorprendente de toda su vida como informadora y en cuanto Fito llegase con las fotos, abrirían con la noticia en portada para todos los periódicos del Grupo Joly. La motonave Adriano III se vengó así de porteños y gaditanos, de la Junta de Andalucía, Diputación Provincial de Cádiz, ayuntamientos de Cádiz y El Puerto que tan falsamente le incoaron la distinción de Bien de Interés Cultural, los mismos que aún hoy cuando se emborrachan cantan la de Paco Alba, esa que dice: Los barcos de vela/ como palomitas cruzan por tu vera,/ los grandes mercantes/ suenan la sirena al verlo pasar./ Y es que ese barquito/ es tan pinturero/ que le dan besitos las olas del mar...
ooooOOoooo
Jesús María Serrano
No hay comentarios:
Publicar un comentario