Como se sentía sobrado compró lamparas solares por internet. Cuando el mensajero tocó el timbre le entregó un sobre acolchado con sobresello, comprobó el albarán por si traía sobreprecio, no era así, se tranquilizó y firmó. Lo abrió y descubrió sobradamente las piezas, buscó un taladro y marcó en la pared, no se olvidó de colocar abajo un sobre y apretó el gatillo para trabajar sobreseguro, perforó y puso un taco. En ésas se sobresaltó cuando su mujer lo llamó sobreexcitada. Aprovechó la ocasión sobradamente.
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