Siempre aparece el mismo horizonte, el mismo banco vacío, la misma lata de cerveza aplastada en el suelo, la misma agonía por buscar la palabra precisa...
Y lo que son las cosas, ese día no amanecerá con un sol creciente, la niebla lo envolverá todo, el frío generará ceguera y cervezas, él seguirá ahí erguido como siempre, mientras de noche manda sobre todos y ni uno sólo desobedecerá, porque ambos sabemos que la mar siempre sucumbe a la mirada tierna de sus faros.
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