-¿Dice usted en su currículum que está capacitado para el puesto de Director General de Comunicación ante la Comunidad Europea?
-Así es.
-Pues no veo ninguna acreditación académica que le avale, de no haber sido por ciertos oportunos comentarios en su defensa no lo hubiésemos tenido en consideración.
-¿Estaba malo el atún, no les llegó en todo su frescor?
-Al contrario, exquisito, inmejorable. -Intervino el presidente de jurado de oposiciones, mostrando con su mano derecha tres veces la V de vaya, vaya, vaya con el atún.
-Eso me alegra.
-Dice aquí que ha revolucionado el mundo de la comunicación con su descubrimiento, nos puede hablar de ello y posteriormente, mostrarnos su funcionamiento al menos en teoría.
El opositor sonríe de oreja a oreja y se apresta a explicar las bondades de su invento. -Se trata, caballeros y señoras del jurado, de una aplicación nueva y revolucionaria, nada más y nada menos que el vitromensaje. Un electrodoméstico que todos tenemos en casa, por lo que la inversión para el Estado es cero patatero.
-¿Intenta decir que pretende comunicarse con la UE por la placa de inducción de la cocina de su casa?
-O de la suya. Responde ufano el opositor. -Tenga usted en cuenta que las palabras se las lleva el viento, pero pueden grabarse fácilmente, cualquiera con un móvil le puede chantajear, del mismo modo si manda un fax, escribe un correo electrónico, un mensaje de texto o un WhatsApp.
-En eso tiene toda la razón, prosiga.
-Lo novedoso de mi método está en la economía, sencillez y falta absoluta de trazabilidad alguna. Si me lo permiten les puedo hacer una prueba.
-¿Ahora? Los integrantes del jurando se consultan para llegar a un acuerdo unánime. -Proceda, por favor. Indican.
El opositor abre su voluminosa caja de cartón y coloca sobre la mesa un cocina vitrocerámica usada, una bayeta húmeda y un bote de friegaplatos marca Las tres brujas y un hule de unos dos metros cuadrados de superficie.
-¿Con ese chisme pretende comunicarse?
-Si me permiten la prueba sí. Imaginen que estamos inmersos en el fragor de una votación vital para los intereses españoles en la UE y nuestros servicios de inteligencia, consideran que la seguridad no está garantizada. ¿Cómo hablamos? Una conversación facilitaría previamente a los socios nuestra postura y eso no es admisible; del mismo modo un pos-it tampoco porque es sabido que todo el papel es leído por las cámaras secretas de los despachos; no podemos escribir en un folio porque además de leerse deja huella en el papel de abajo, no se puede. En esa situación, se cubre con el hule, toma el jabón líquido de Las tres brujas y esparce un pequeño chorro por la superficie de la vitrocerámica, rápidamente emborrona el cristal y escribe: tonto el que lo lea, invita al presidente a levantarse y leerlo. Para luego decir que el escrito se desvanecerá rápidamente y efectivamente así ocurre.-Sorprendente, extraordinario, económico y efectivo. Balbucea el presidente, que ya tiene una edad, a sus compañeros. -Me ha dejado boquiabierto, burla todos los sistemas de espionaje conocidos. Apoyo a este joven absolutamente.
El resto de integrantes del jurado realizan breves escritos una y otra vez y comprueban como es imposible que se puedan captar por sistema conocido alguno. Ante ello, deciden aprobar que el joven opositor sea nombrado Director de Comunicación Española ante la UE.
Fuera, la esposa y el primo esperan nerviosos el resultado, muy preocupados por la tardanza del inventor. Cuando éste sale por la puerta sonriendo respiran contentos y corren hacia él.
-¿Cómo te ha ido?
-De fábula.
-¿Has conseguido la plaza?
-¡Por supuesto y además, -dirigiéndose a su primo- eres mi secretario y te encargarás de llevar nuestro invento y los utensilios!
-¿De sueldo qué? Pregunta el primo.
-El mío nivel 30 y tú 23 que no está nada mal, viviendas y gastos pagados en Bruselas y Estrasburgo.
-Estoy tan contenta. Lo besa su mujer, sabía que tu vasta experiencia fregando encimeras de cocinas tendría su recompensa.
-Al final exportaremos tecnología española para el mundo.
Y colorín, colorado, este vitrorrelato se ha acabado.
-Así es.
-Pues no veo ninguna acreditación académica que le avale, de no haber sido por ciertos oportunos comentarios en su defensa no lo hubiésemos tenido en consideración.
-¿Estaba malo el atún, no les llegó en todo su frescor?
-Al contrario, exquisito, inmejorable. -Intervino el presidente de jurado de oposiciones, mostrando con su mano derecha tres veces la V de vaya, vaya, vaya con el atún.
-Eso me alegra.
-Dice aquí que ha revolucionado el mundo de la comunicación con su descubrimiento, nos puede hablar de ello y posteriormente, mostrarnos su funcionamiento al menos en teoría.
El opositor sonríe de oreja a oreja y se apresta a explicar las bondades de su invento. -Se trata, caballeros y señoras del jurado, de una aplicación nueva y revolucionaria, nada más y nada menos que el vitromensaje. Un electrodoméstico que todos tenemos en casa, por lo que la inversión para el Estado es cero patatero.
-¿Intenta decir que pretende comunicarse con la UE por la placa de inducción de la cocina de su casa?
-O de la suya. Responde ufano el opositor. -Tenga usted en cuenta que las palabras se las lleva el viento, pero pueden grabarse fácilmente, cualquiera con un móvil le puede chantajear, del mismo modo si manda un fax, escribe un correo electrónico, un mensaje de texto o un WhatsApp.
-En eso tiene toda la razón, prosiga.
-Lo novedoso de mi método está en la economía, sencillez y falta absoluta de trazabilidad alguna. Si me lo permiten les puedo hacer una prueba.
-¿Ahora? Los integrantes del jurando se consultan para llegar a un acuerdo unánime. -Proceda, por favor. Indican.
El opositor abre su voluminosa caja de cartón y coloca sobre la mesa un cocina vitrocerámica usada, una bayeta húmeda y un bote de friegaplatos marca Las tres brujas y un hule de unos dos metros cuadrados de superficie.
-¿Con ese chisme pretende comunicarse?
-Si me permiten la prueba sí. Imaginen que estamos inmersos en el fragor de una votación vital para los intereses españoles en la UE y nuestros servicios de inteligencia, consideran que la seguridad no está garantizada. ¿Cómo hablamos? Una conversación facilitaría previamente a los socios nuestra postura y eso no es admisible; del mismo modo un pos-it tampoco porque es sabido que todo el papel es leído por las cámaras secretas de los despachos; no podemos escribir en un folio porque además de leerse deja huella en el papel de abajo, no se puede. En esa situación, se cubre con el hule, toma el jabón líquido de Las tres brujas y esparce un pequeño chorro por la superficie de la vitrocerámica, rápidamente emborrona el cristal y escribe: tonto el que lo lea, invita al presidente a levantarse y leerlo. Para luego decir que el escrito se desvanecerá rápidamente y efectivamente así ocurre.-Sorprendente, extraordinario, económico y efectivo. Balbucea el presidente, que ya tiene una edad, a sus compañeros. -Me ha dejado boquiabierto, burla todos los sistemas de espionaje conocidos. Apoyo a este joven absolutamente.
El resto de integrantes del jurado realizan breves escritos una y otra vez y comprueban como es imposible que se puedan captar por sistema conocido alguno. Ante ello, deciden aprobar que el joven opositor sea nombrado Director de Comunicación Española ante la UE.
Fuera, la esposa y el primo esperan nerviosos el resultado, muy preocupados por la tardanza del inventor. Cuando éste sale por la puerta sonriendo respiran contentos y corren hacia él.
-¿Cómo te ha ido?
-De fábula.
-¿Has conseguido la plaza?
-¡Por supuesto y además, -dirigiéndose a su primo- eres mi secretario y te encargarás de llevar nuestro invento y los utensilios!
-¿De sueldo qué? Pregunta el primo.
-El mío nivel 30 y tú 23 que no está nada mal, viviendas y gastos pagados en Bruselas y Estrasburgo.
-Estoy tan contenta. Lo besa su mujer, sabía que tu vasta experiencia fregando encimeras de cocinas tendría su recompensa.
-Al final exportaremos tecnología española para el mundo.
Y colorín, colorado, este vitrorrelato se ha acabado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario