sábado, 27 de enero de 2018

LA HONRA DE MI HIJA



-¡Déjeme pasar, déjeme pasar!
-Señora que no se puede entrar si pasar por el arco de seguridad.
-Seguridad, seguridad, qué coño. Déjeme pasar que como me eche a la cara al director ése de la película es que lo trituro.
-Señora que esto es un estudio cinematográfico, aquí no se puede entrar así como así.
-¿Ah no? Pues ahora lo va a ver. Salta la rendija y corre hacia el interior leyendo los carteles: vestuario, sastrería, atrezzo, electricistas, maquinistas, laboratorio de fotografía, despacho del ayudante de dirección, mezclas y al fondo: estudio con un semáforo con la luz verde. -Mira que suerte, en verde, pa dentro voy ahora mismo. La sigue el segurata mascullando. y resoplando de la carrera.
-Otra, otra en el mismo plan, con este director no paro para disgustos. ¡Señora, señora, no entre ahí que están grabando, señora!
-Vete a la mierda niñato, dónde, dónde está el director.
La interrumpe la script con su bloc de notas en la mano: ¿Qué está haciendo usted aquí? ¿cómo ha entrado aquí? ¡Seguridad, seguridad! ¿Cómo que entra cualquiera al estudio de grabación? Seguridad que venga la seguridad, hay una loca suelta aquí.
-¿Loca, me llamas loca porque estoy defendiendo a mi hija?
-¿Su hija?
-Sí, mi hija?
-No conozco a su hija, váyase ahora mismo está interrumpiendo nuestro trabajo. Seguridad llévesela ahora mismo. El agente de seguridad la placa con una llave de Jiu-jitsu y la esposa inmediatamente para decir a continuación: ¿quiere que la amordace también?
-Haga lo que quiera, pero llévesela de aquí ahora mismo. Esto es intolerable. En Los Ángeles no pasaría algo así, pero desde que llegó la crisis y tenemos que rodar en los estudios españoles cada vez peor, nadie respeta el séptimo.
Se llevan a la mujer esposada y amordazada. En ese momento sale de su despacho el director y se sorprende por la violencia que la mujer patalea al agente de seguridad, intenta golpearlo con la cabeza, es imposible conseguir que se calme.
-¿Qué ha pasado?
-Disculpe señor director, esta loca saltó por la rendija de 15 cm que tenemos en el arco de seguridad de acceso a los estudios y ha conseguido llegar al set de grabación. Responde el segurata.
-¿Qué quiere? ¡Quítele la mordaza no sea bestia, con razón no le permitieron entrar en la policía!
-¡Justicia, quiero justicia! Responde la mujer tras quitarle la mordaza.
-¿Dónde está el director, dónde está ese hijo de la gran puta que me lo meriendo ahora mismo?
El director se queda mirando a la mujer estupefacto.
-¿Pero qué le ha pasado a usted señora para querer merendarme si yo no la conozco de nada y no para de insultarme?
-¿Eres el director?
-Sí, soy yo qué pasa.
-¡Hijoputa, que eres un hijoputa!
-¿Me está llamando hijoputa en mi estudio sin conocerme de nada? Está usted loca señora, loca de atar. Llega la script. -¡Otra vez la loca aquí!
-¿Ya la habías visto?
-Claro y he llamado a Seguridad, está loca, es peligrosa.
-Recapitulemos. Vamos a ver señora, si le soltamos las esposas y nos sentamos en mi despacho, ¿explicará su estado de excitación?
-¡Eso es lo que quiero hijoputa!
-¡No lo hagas Alex, no lo hagas, no me fío de esta tía!
-Pero si no la conozco de nada, estará confundida, traedla a mi despacho, entra tú también y el de seguridad que no se vaya. Metedla y sentadla.
Entre la script y el segurata, la sientan y la aguantan.
-Vamos a ver. Dice el director. ¿Porqué me insulta usted, qué le he hecho yo?
-Usted es culpable
-¿Culpable de qué soy yo, si no la conozco, no la he visto nunca?
-A mi no me conoce, pero a mi hija sí y quiere que enseñe el chocho en su película.
-¿Cómo?
-Sí, usted, con esa cara de santurrón, lo único que quiere es que mi hija enseñe el chocho.
-¿De quien habla esta mujer? Dirigiéndose a la script.
-Espera, voy a mirar, la semana pasado tuvimos un casting y se presentaros 103 candidatas para las escenas de la orgía en la discoteca.
-Mi hija me lo ha confesado todo, hijoputa que eres un hijoputa.
-¡Cálmese señora! ¿De quien habla esta mujer, hemos entrevistado a la tira de actrices? No entiendo nada y no para de insistir que soy un hijo de puta. No hay respeto por el cine, así no podemos construir nunca una industria rentable, esto es una mierda, tengo en mi despacho a una loca que me insulta. Soy Alex de la Capilla, he ganados Goyas, he filmado mogollón de pelis.
-¡Cálmate Alex! Señora cómo se llama su hija.
-Paqui.
-¿Paqui qué?
-Paquita González Turbión.
-¿Su hija es actriz?
-Estudiaba tercero en la Escuela de Arte Dramático en Sevilla, pero se escapó y se vino para Madrid porque quiere triunfar en el cine.
-Veamos, González Turbión, pues si, se trata de la aspirante número 79...
-¿Encima cachondeo ahora es la número 69?
-He dicho 79 señora.
-Ah, eso es otra cosa.
-¿Qué le ha dicho su hija? Vuelve a interpelar la script.
-Que le han hecho un casting, gustó, quedó seleccionada para una escena muy importante dependiendo de una nueva prueba. Pero que era fundamental enseñar el chocho.
-Se trata efectivamente de una de las candidatas a protagonizar las escena 49 a 57, donde los narcos están celebrando el cobro del alijo de droga en Barcelona, pero no aparece como Paqui González Turbión sino con el sobrenombre de Telacomotoda González Turbión.
Alex de la Capilla al escuchar el nombre de la aspirante se dirige a la madre.
-Señora, ¿se ha dado cuenta de la importancia que tiene en el guión su hija? Esa escena es fundamental para la comprensión de la obra porque encierra en ella la satisfacción de los narcotraficantes. Su hija entra en el cine por la puerta grade.
-Dirá por el chocho.
-Señora, en el cine somos como médicos, no nos fijamos en esas minucias, una teta es sólo una teta, un chocho lo mismo ¿No es así Nuria?
-Así es.
-¿Y le van a pagar a mi hija?
-Por supuesto.
-¿Y le harán un contrato?
-Lógicamente, esto es un estudio serio, yo soy Alex de la Capilla señora.
-¿Pero se la van a cepillar?
-No se lo puedo decir, le preguntaré a mi script ¿Se la montan?
Nuria mira en sus notas y dice. -Tengo que mirar: escena 52 la chica aparece sentada a la izquierda del narco número 1 que le está chupando la teta... Vamos a ver, escena 53, 54, aquí está, pues si, se la monta uno de los gánsters pero quedará muy guapa y aparecerá en los créditos.
-¿Entonces lo exige el guión? Dijo la madre mucho más tranquilo.
-Evidentemente.
-Si lo exige el guión y le pagan, no tengo nada que objetar, ahora mismo me vuelvo para Sevilla mucho más tranquila porque mi niña Paqui, alias "Telacomotoda", entra en el cine por el chocho grande, en mi barriada no se cachondea nadie de mi hija.

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