Muy enfadados en el consejo de administración, los cinco delegados con más poder de la prensa española, debaten el cierre de las revistas Interviú y Tiempo.
-Menuda putada nos han hecho, nos han dejado sin las chicas con el culo al aire.
-Es una putada.
-Es una putada.
-También creo que es una putada.
-Hum.
-Sinceramente no me esperaba esta solución por parte del grupo Zeta, cortar las tiradas y cargarse Interviú. ¿Y ahora dónde publicamos a las tías buenas que tenemos para promocionarlas?
-Eso digo yo.
-Eso digo yo.
-También lo digo yo.
-Menuda putada nos han hecho, nos han dejado sin las chicas con el culo al aire.
-Es una putada.
-Es una putada.
-También creo que es una putada.
-Hum.
-Sinceramente no me esperaba esta solución por parte del grupo Zeta, cortar las tiradas y cargarse Interviú. ¿Y ahora dónde publicamos a las tías buenas que tenemos para promocionarlas?
-Eso digo yo.
-Eso digo yo.
-También lo digo yo.
-Hum.
-Lo de los reportajes en profundidad sobre asuntos que el resto de la prensa no quiere abordar es algo jodido, pero al fin y al cabo casi nadie los leía.
-Pues yo los leía.
-Yo también.
-Yo también.
-Hum. Yo también.
-Además, en España, toda actriz o famosa que no se haya desnudado en Interviú, es porque es china de Hong Kong y le prepara el arroz a Jackie Chan. No sé lo que podemos hacer y menos ahora que teníamos a Jorge Javier Vázquez contra la lona, esta situación le supone una botella de oxígeno llena de las grandotas de los hospitales.
-Tienes razón.
-Tienes razón.
-Tienes toda la razón y cuarto y mitad.
-Hum.
-Porque lo bueno que tenía Interviú es que podíamos enseñar las tetas de las tías buenas y llevar la revista en el AVE sin que nadie se molestara, ni nos considerasen unos salidos porque todos sabíamos que además de las tías que estaban buenísimas, se publicaba todo aquello que era imposible leer en la prensa nacional, daba prestigio. Se pensaba de nosotros que aparte de progresistas nos gustaban mucho las tetas y eso desde siempre le ha molado a las tías, hartas de tanto sensible, como se decía en El otro lado de la cama.
-Te explicas como un libro abierto.
-Te explicas como un libro abierto.
-Te explicas como un libro abierto por el desplegable del centro.
-Hum.
-¿Y ahora qué hacemos?
-¿Y ahora qué hacemos?
-¿Y ahora qué hacemos?
-Hum.
-Vaya putada camarada, con la de tías buenas que quedan por publicar, una soberana putada a la inteligencia y a la libertad de expresión aunque... ¿y si promocionamos otra revista donde le levantamos las faldas a las monjitas? ¿qué os parece?
-Hum.
-Hum.
-Hum.
-¡Ya está bien de plagiarme mi texto carajo!
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