viernes, 31 de julio de 2020

PARAPETOS



Estamos parapetados bajo la mesa del comedor y flanqueados por el cubo de la ropa y la bici estática mohosa. La puerta de la casa la tenemos bloqueada con las botellas vacías y los plásticos, nos hemos puesto unas orejeras para no escuchar los cantos de sirena, pero no perdemos de vista al enemigo sanguinario que se oculta tras el silencio. Nuestras únicas armas son un cortaúñas y el cazo del café. Tenemos miedo pero resistimos.

¡Atacan por el bajante del cuarto de baño pequeño! -Dijo ella corriendo hasta el parapeto y colocándose el colador en la cabeza para protegerse.
-¿Te han conseguido alcanzar?
-Si no pudo Ánsar no creo que pueda nadie.

ooo000oooo

Jesús María Serrano

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