jueves, 29 de diciembre de 2016

MICRORRELATO INSENSATO

¿Y tú qué estás esperando de los Reyes Magos? -Preguntaron a Marisa. -Una estación de autobuses porque estudio en el Campus de Puerto Real y me deja tirada aquí en esta solitaria y peligrosa explanada a las 11 de la noche todos los días. ¿Y tú María qué le pides? María bajó los ojos y no contestó. ¿Qué deseas te regalen los Reyes María, puedes decírmelo, no lo rebelaré, soy el Paje Real? María levantó sus ojos enrojecidos y aunque lo intentó las palabras no emitían sonido. ¿Qué te ocurre María? -Dijo el Paje. ¿Qué te pasa? Y tras un rato, María rompió a llorar y dijo: -Simplemente el dinero del billete porque también estudio en el mismo Campus y ni eso tengo.

lunes, 26 de diciembre de 2016

MARRONAZO

El jurado popular miraba inquisitivamente al Duque de Palma. Una señora sentada en la segunda fila dijo muy bajito: "Eso no se le hace a JuanCa." Iñaki, esposado por un par de Mozos de Escuadra hizo su entrada en la sala, vestía un traje impecable de Forever Young. A indicaciones de la policía se sentó en el banquillo de los acusados y en ese preciso momento hizo su entrada el juez Garzón. Su señoría el juez mediático don Baltasar Garzón golpeó ostentosamente su mazo de madera y el secretario pronunció las palabras: Audiencia Pública. Al Duque de Palma le lloraban los ojos. Al fiscal que tenía que acusarlo le dolía el culo, los miembros del jurado estaban acojonados de condenar al yerno del Rey y el juez, musitaba: qué marronazo me ha caído, esto debe ser cosa del PP.

viernes, 16 de diciembre de 2016

-CAÍDA Y FRACTURA

- Hay que ver la de cajones que tiene una ambulancia se preguntaba el marido de aquella guapa mujer en el esplendor de su madurez, inmovilizada en un saco de material aparentemente sintético sobre la camilla, acompañada de su esposo que por mucho que miraba no conseguía orientarse en qué lugar estaba. Y lo buenas que deben ser las sujeciones de los cajones y elementos porque no hacían ruido alguno ni siquiera cuando superaban esos incómodos resaltos que los ayuntamientos han colocado calle sí calle no. El supuesto equipo medicalizado se reducía a un amable conductor que ponía lo mejor de sí mismo, habiendo visto reducido el equipo de tres personas únicamente a él. Recortes, repetía, recortes. Lo malo es que a bordo del supuesto vehículo medicalizado nadie sabía que se guardaba en aquellos cajones. La paciente que había resbalado y caído llevaba un informe de rotura de cadera e ingresó en el hospital de su ciudad, siendo atendida con toda celeridad y eficacia, pruebas diagnósticas y confirmación de la fractura con ingreso en la sala de Observación/UCI donde permaneció bastantes horas hasta que alguien dijo que dificultades de índole interno (huelga), mantenían cerrado los quirófanos y sería derivada a su hospital de referencia. Pasaron demasiados minutos y la ambulancia no llegaba, sus familiares se desesperaban sentados esperando noticias hasta que unas 7 horas más tarde una nueva ambulancia, con más cajones que la otra y unas luces estupendas la recogió y trasladó. Cuando se abrieron las puertas traseras de la unidad y el conductor le abrió al acompañante la noche ya se había echado sobre el cielo de la bahía de Cádiz, tomadas las notas oportunas de identificación fue trasladada a un pasillo que dejaba a su lado izquierdo salas de rayos y al derecho, asientos y ventanas. Al frente, prácticamente pegados a los asientos de los acompañantes cortinas que no permitían ver bastante bien las camillas pero impedían reconocer a los enfermos desde ellos. Las cortinas eran estrechas como de un metro y poco más y allí permanecían lamentándose otros pacientes en espera de ser visitados por los traumatólogos. Unos lloraban, otros callaban y alguno espantado no pronunciaba palabra. Una enfermera recogió la documentación de ella y dispuso que se aflojase la inmovilización de emergencia usada con mucha meticulosidad por parte de las auxiliares. Justo a la izquierda de ella, un operario se había roto el talón al caerse de un andamio en un accidente laboral y a su derecha, oía a otra mujer lamentarse por su mala suerte. Poliomielítica, aquella misma mañana al salir de su rehabilitación en una población serrana, la silla donde la lluvia o el freno o el freno y la lluvia o Dios sabía qué, la precipitaban contra la rampa a toda velocidad hasta volcar en la calle y fracturarse ambas piernas también. Todos, todos los enfermos y también los acompañantes separados únicamente por una cortina oíamos esos lamentos, mientras que los servicios médicos procedían a abrir vías e inyectar medicamentos. Fuera entraban más ambulancias con sus luces encendidas y sus conductores vestidos como bomberos de color amarillo y algunos de estos pacientes también se iban colocando en fila al lado de los anteriores. El marido de ella estaba horrorizado con lo que estaba viendo, los médicos desbordados, el personal acalorado y repitiendo que debido a la huelga de cierto hospital estaban desbordados, no podían dar más de sí mismos. De pronto ella, quizás por el miedo, puede que por la situación se le descompuso el vientre y avisó que no podía más, que no podía más y frente a una fila de asientos azules con acompañantes, la señora en el esplendor de su madurez, la misma que jamás había salido a la calle sin arreglarse y pintarse no pudo evitar que se le liberaran esfínteres del vientre en presencia de enfermos, personal, algunos acompañantes y pasillo que sorprendidos percibían un intenso olor a mierda que inundaba el pasillo. Me he cagado, me he cagado –dijo ella-. Se hizo el silencio hasta que una auxiliar se acercó para decirle que no se preocupase de nada, estaba en un centro hospitalario y eso ocurría a menudo. Los acompañantes se fueron apartando y en las camillas continuas se reanudaron los lamentos y los llantos. Fuera, hombres y mujeres taciturnos fumaban mientras paseaban en las inmediaciones de la entrada principal del hospital mirando hacia el suelo y hablando por sus teléfonos móviles. Comenzaba a hacer frío, se presentía temporal de poniente.

lunes, 17 de octubre de 2016

DICTADURAS

A por todas. -Dijo. Y no tuvo compasión alguna, se comió todas las aceitunas de la mesa mientras el resto de sus amigos negaban con la cabeza.

CRÓNICAS DEL AUTODENOMINADO ESTADO VINÍCOLA ENOLÓGICO Y FUNDAMENTALISTA

Si alguien dice una parida ocurrente primero un pequeño grupo de snobs la repite y más tarde los medios de comunicación, para no salir de sus estudios la amplifican: no tienen arreglo. Cuando se celebraba algo se hacía si era posible con vino y si era bueno pues mucho mejor, luego llegaron unos que se colgaron unos cucharones sin mango de una cadena al cuello y se autoproclamaron del Autodenominado Estado Vinícola Enológico Fundamentalista. Como nadie los corrió a gorrazos, se hicieron fuertes e inventaron el MARIDAJE DE VINOS: En principio no se les hizo caso pero fundaron primero una cofradía y más tarde un ejército y luego, nombraron generales del EVEF que con sus tropas y acólitos nos sitiaron y más tarde conquistaron. Desde entonces no me puedo comer un bocadillo de mortadela con vino blanco porque el cura del EVEF dice que en su biblia se prohíbe esa mezcla, que no maridan bien y como soy un incauto pregunté qué era eso de maridar los vinos, se rieron y luego me insultaron, que si era un bruto, torpe, inculto, inepto, cenutrio, baldragas, bucéfalo, calamidad, incalificado, incapaz, desmañado, impotente, incapacitado, incompetente, indocumentado, ineficaz, inhábil, insuficiente, inútil, mandria o negado. Se cachondearon de mis cortos conocimientos maridatorios, me señalaban con sus dedos y me convertí en el blanco de sus burlas. Me preguntaba por qué me estaba ocurriendo esto si lo único que pretendía era comerme un bocadillo de mortadela que había comprado en COVIRAN en un blister por 1 euro y cuando llegué a casa, miré en la nevera y mi corazón palpitó al ver una botella de vino blanco a medias, bueno más de la mitad, fresquito con su tapón puesto, la cogí y me serví una copa del mueble bar que estaba inmaculada de limpia y ya le había pegado el primer mordisco ocurrió, lo recuerdo perfectamente, porque me estaba paseando mirando lo que otrora fuera una viña de Garvey y ahora es un descampado donde... Mejor no hablemos de eso, allí estaba mi inquisidora, se vino hacia mi y sin saludar me arrancó la copa y arrojó el preciado líquido a una achicoria seca que pedía socorro. -¿Qué haces quilla? Me has tirado mi copa de vino, concretamente una copita de Fino Pavón Puerto Fino fresquito y riquísimo. Y ella respondió: ¡No maridan! ¿Cómo? -Contesté ¿eso qué es? Cuánto me arrepiento de haber respondido eso, toda la virulencia del Autodenominado Estado Vinícola Enológico Fundamentalista se cebó conmigo y aquí estoy escribiendo este panfleto en papel higiénico por si alguien puede rescatarme.

EL HONRADO JOE

Puede que la idea del honrado Joe de patrocinar la First Holly Week de Detroit no le saliera todo lo bien que hubiera pensado pero así son los negocios. Cuando Pepe Martínez, su mecánico español, se lo propuso, comprendió que si la comunidad hispana lo asociaba con ser un defensor de sus tradiciones, las ventas de sus coches de segunda mano, conocidos como los menos malos de todo Detroit, se incrementasen. Todo esto lo estaba pensando mientras veía a trabajar a Pepe cortando tableros y clavando puntillas aquí y allá con su herramienta neumática, rodeado de coches en reparación bajo el techo del taller con sus cuatro puertas abiertas de par en par mientras nevaba en la calle Larson y los vehículos patinaban al acelerar cuando se cambiaba el semáforo de rojo a verde. Mañana lo veremos. –Dijo el honrado Joe. Y sobre las 5 de la mañana, Pepe ya tenía preparado su paso de Semana Santa sobre un remolque del que tiraría una camioneta que se había engalanado con un par de pancartas, donde podía leerse “Come and join the 1st Detroit Holly Week” y en la otra: “Event Sponsored by the Honored Joe your friendly used car dealer”. Se habían pedido los correspondientes permisos para la procesión pero el concejal de Asuntos Religiosos había prohibido cortar las calles solicitadas en el itinerario, si bien se permitía que pudiesen discurrir por las aceras que en Detroit, de todos es conocido, son bastante amplias, aprobándose incluso que pudiera circular el paso arrastrado por la camioneta por ellas. Para Pepe todo había sido un desafío puesto que carecía de lo más elemental y debido al poco tiempo del que disponía, un fin de semana únicamente, tuvo que improvisar. Como no tenía cirios, decidió atar velas a los mangos de los escobones del taller, como tampoco tenía túnicas se las apañó vistiendo a sus compañeros con los uniformes negros de los camareros y camareras de la cafetería de enfrente, menos mal que la música se la había descargado de internet y el sistema de amplificación era el mismo que usaban en la camioneta del taller cuando hacían promociones. Sus compañeros no entendían nada pero estaban tranquilos, a excepción del par de compañeros negros de la oficina al que había vestido de romanos. molestos con tanto metal y tanta guasa. La cruz pintada de morado estaba firme y cuando el honrado Joe se subió a la camioneta y lo miró, a Pepe se le deslizó una lágrima por su cara y se subió a la cruz. En ese momento el honrado Joe pulsó el play y los sones de Amargura atronaron en la calle IV de Detroit por primera vez. Fuera nevaba.

miércoles, 6 de julio de 2016

EL PERIÓDICO DEL SEÑOR TRANQUILO

Aquella persona era el arquetipo de la tranquilidad y la quietud, puro sosiego, flemático, calmado, paz en mitad de la serenidad, apacible, plácido, imperturbable, silencioso y seguro. Raramente le afectaba la agitación, la ansiedad, los aprietos, la comezón o confusión y el recelo unido a la desazón, huía de las emociones, impaciencias, incertidumbres, inquietudes o intranquilidades porque le producía un profundo malestar que llegaba al miedo o al nerviosismo, destruyendo su paciencia y perturbándolo a pesadillas y preocupaciones que lo arrastraban incluso al remordimiento, aniquilando su reposo y dando paso a resquemores, temores y zozobras. Por eso no quería salir a la calle a comprar el periódico, temía alarmarse, asustarse, atemorizarse, acoquinarse, aterrarse y sobre todo recelar, sospechar y dudar. Las dudas no son buenas repetía, mientras elevaba su taza de menta-poleo algo fría y miraba con los ojos entornados a través de la cortina veneciana de su minúsculo salón. Recordaba que sobre veinte o veinticinco años antes, casi dudó una vez y qué consecuencias tan graves le produjo, tenía que decidirse entre seguir en su ático o alquilar el bajo del edificio, ya que el ascensor se había averiado y costaba repararlo una cuantía onerosa, enojosa, dispendiosa y abusiva, por no hablar de cara, que también, así que tras pensarlo 9 meses, 18 días, 43 minutos y 7 segundos, cuando había ya tomado una determinación, unos golpes en la puerta, seguido de los hachazos de los bomberos, se lo llevaron al bajo, desde entonces ni abría las ventanas, tampoco encendía la luz y muy raramente abría la puerta, porque de hacerlo para ir a comprar el periódico, quizás le volviesen los terrores, los sustos y las alarmas.

martes, 28 de junio de 2016

LA GLORIA

Tras demasiados años pensando qué hacer con mi vida, hoy he decidido que seré torero, torero famoso. No penséis que voy a perder el tiempo siendo primero esos que llaman banderillero, aunque el arte de las banderillas lo domino absolutamente, debutaré en Sevilla, qué digo en Sevilla, en Madrid, ¿En Madrid) No, tampoco en Madrid, en Méjico, en la capital federal, debutaré con 9 toros. Estoy seguro que triunfaré, llevaré en mi cuadrilla a lo mejorcito de la profesión y que hayan ensayado mucho eso de devolver al público los sombreros a los caballeros y los sujetadores a las señoras. Triunfaré. Estoy seguro. -¿Y con el 3-21 qué hacemos doctor? -Electroshock primero y luego ducha helada como siempre.

miércoles, 1 de junio de 2016

AJEDREZ Y TABACO

Me gusta pero no lo juego, me retiré y os explico la razón, seguro que comprenderéis mi decisión. Sí, antes jugaba al ajedrez, perdía casi siempre, esa es otra de la razones por las que no he jugado más. Por entonces solía acudir a jugar al piso de un amigo que vivía en un sexto, empedernido fumador. Estábamos jugando, haciendo tiempo para que llegase las diez y media de la noche que era la hora de recoger a la parienta que curraba en un hospital, allí estábamos con la habitación llena de humo y los cuatro niños de mi amigo por allí jugando sin molestarnos. De vez en cuando, miraba la hora para que no se me hiciera tarde y sin piedad mi amigo me iba dando jaque tras jaque, sin que me importase demasiado. El humo inundaba la habitación y como los niños estaban jugando en el salón, el humerío colonizaba todo el piso y entonces le dije a mi amigo: -¿No te parece que aquí hay demasiado humo? Se encogió de hombros y encendió otro Fortuna y así cigarrillo tras cigarrillo por su parte, mientras que por la mía perdía una y otra vez. Llegó la hora de salir para acercarme al hospital, me despedí y al abrir la puerta de la vivienda üna gran bocanada de humo me dio en la cara, era tan espesa que la cerré de golpe. Lo llamé para decirle que debía plantearse dejar de fumar porque hasta en el rellano llegaba el humo, no se veía ni la puerta del ascensor. Mi amigo se sorprendió y acudió a la puerta, la abrió y se quedó pálido. LLamó a los niños y cogió de la mano a dos y me dijo que hiciera lo mismo, subimos al ático por las escaleras, no podíamos ver nada, las manos me sudaban, los niños tan pequeños mantenían el tipo. Una vez en el octavo, vimos a un par de personas protestando ante la puerta de la azotea y nadie tenía la llave. Confieso que hasta ese momento no entendía nada, tanto humo, tanto humo, vivía algo parecido a una broma pesada y en ese momento mi amigo dijo que estuviese atento. ¿Atento a qué? -Pregunté. ¡Al incendio coño! ¿Qué incendio, dónde está el incendio? Y en ese momento supe que estaba en el piso octavo de un edificio donde uno o más pisos estaban ardiendo, supe también que estaba en el octavo junto a la puerta de la azotea y no teníamos llave ni ésta estaba provista de mecanismo de apertura de emergencia. Así iniciamos ambos con un niño en cada mano la imposible bajada de 8 pisos de escaleras, sin ver nada, casi sin respirar y con las manos sudorosas que hacían que los niños se me escapasen y en la impotencia, me agachaba para una y otra vez recuperarlos, escalón a escalón, paso a paso, cuando estábamos en el sexto rellano, un fuerte chorro de agua me alcanzó en la cara y ya en el quinto contemplando las llamaradas que salían de las puertas, el pánico se apoderó de nosotros, sacando fuerzas de flaqueza, sin poder ver nada únicamente el agua que a cada descansillo nos devolvía a la realidad se confundían con la espuma que inundaba rellanos y escalones, el inmenso calor y el trastabilleo continuo con las mangueras que los bomberos habían conseguido subir y para colmo, el griterío de la gente. Seguíamos sin ver nada y además resbalábamos por la espuma del suelo, el agua bajaba las escaleras a mayor velocidad que nosotros. Los niños se portaron muy bien. Así hasta que conseguimos salir a la calle sin víctimas que reseñar. Una vez a salvo me despedí de mi amigo y sus niños a los que profeso un cariño inquebrantable, mojado me dirigí al coche para ir a recoger a mi esposa que esperaría a la puerta del hospital, cuando iba a abrir la puerta de mi vehículo acerté a ver que estaba allí mi madre y mis hermanas. Mi madre me dijo que tuviese cuidado que había un fuego.

domingo, 29 de mayo de 2016

OTRO RELATO INSENSATO DE CUMPLE

Señora lamento decirle que su niño tiene poca masa gris. -Dijo el doctor cruzando los brazos tras el despacho. El pequeño no será demasiado inteligente. -Pues mire doctor, no me esperaba eso de usted después de haber esperado más de una hora en la sala, acabo de entrar y ya me ha dado un disgusto. -No es un disgusto señora, es un diagnóstico.

lunes, 9 de mayo de 2016

MICRORRELATO INSENSATO

-¿Pero qué haces hundiendo el Mac en la bañera con lo que te ha costado? -Calla, me han dicho que así puedo ahogar al de los cartelitos de Facebook. -Ah, si es así déjame que te ayude... Por cierto ¿no estará enchufado?

GONZÁLEZ

El inspector visita el instituto público y acompaña al profesor de Ciencias Sociales en su clase. -Sr. Inspector es para nosotros un gran honor tenerlo aquí, le ruego pregunte a cualquier alumno de la clase en la confianza que se sentirá complacido con nuestro método de enseñanza. -Pues sí, le tomo la palabra. Vamos a ver, qué le parece si formulo mi pregunta al alumno que está sentado en la cuarta banca de la izquierda, el del pelo largo. -El del pelo largo es González señor inspector. ¿González tiene algún inconveniente en responder a la pregunta o preguntas que tenga a bien nuestro inspector provincial de educación? -En absoluto señor director. -Contestó González, repantigado sobre su silla minúscula y con una pierna sobre el pupitre. -Dispare señor inspector. -¿Puede decirme las peores plagas que aquejan a la humanidad en la actualidad? -Estaré encantado de contestarle señor inspector. La primera es el hambre que inexplicablemente todavía sufre más de un tercio del planeta. -¡Muy bien González, muy bien! -Responde el inspector al melenudo. -La segunda por favor. -Pues en segundo lugar es que se perpetúe la esclavitud y que los gobiernos no hagan nada. -¡Bravo González, bravo! -En tercer lugar, diré que es inadmisible que en un mundo globalizado, más de la mitad de la población de la tierra no tenga acceso ni a la educación ni a la salud, algo muy sencillo de conseguir si nos lo proponemos. Tanto el inspector como el profesor se quedan boquiabiertos ante las respuestas del alumno González, repantigado en su pupitre y que responde displicentemente mientras contesta whatsapps. -Ya le dije señor inspector que esta clase es magnífica, puede preguntarle a cualquiera y todos le sorprenderán por su aprovechamiento. -En cuarto lugar está la libertad, no hay libertad si se pasa hambre, si se es esclavo, se es analfabeto o se está enfermo. La libertad es un bien preciado por todos los hombres y mujeres del mundo señor inspector. La libertad no es una palabra vacua que queda escrita en las Constituciones de los países, la libertad es el único camino posible señor inspector. -¡Asombroso, extraordinario, ejemplar el conocimiento de este alumno de bachillerato público andaluz! ¿Le importaría decirme la quinta plaga que sufre la sociedad? -Encantado, pero hay algo que me sume en el ostracismo señor director, me flagela y entristece. -¿Qué es ello González? -Una quimera, un sueño imposible... -Dígalo González, -Que ascienda el Cádiz.

ESTABA ALLÍ PARA INSULTARNOS

Nadie se lo esperaba de él, considerado como muy educado y amable pero así me lo contaron, esperó a que diesen las dos de la tarde y se dirigió a la plaza del Cabildo de Sanlúcar en domingo y recién inaugurado el horario de verano, sacó de la mochila el megáfono, recién comprado en una tienda que no era de chinos, fabricado en Holanda, le puso 8 pilas nuevas de las alcalinas, de las caras. Luego activó el botón de ON y acto seguido, se dirigió a las muchas personas que allí había para decirles: -He esperado mucho este momento, pero afortunadamente todo pasa y todo llega. La gente comenzó a prestarle atención, el del megáfono daba vueltas en círculos en actitud provocadora, profiriendo palabras y gestos harto desafiantes. Los niños dejaron de jugar, las madres corrieron a rescatar a sus pequeños, ciertos jóvenes con tatuajes en sus brazos fueron acercándose por si era necesario partirle la cara al del megáfono y de pronto, pegó un salto y se encaramó en el pretil de la fuente para decir: -¡Miradme, miradme bien porque esto lo podréis contar a vuestros nietos! Seguidamente comenzó a desnudarse completamente mientras cantaba Sobreviviré de Mónica Naranjo, luego sacó un palo de selfie y se tomó varias fotos con su teléfono. Calló y tras insultar a todos los de la plaza, se lanzó de cabeza a la fuente vacía donde se desnucó.

ROCINANTE

No te lo creerás pero hace un rato llamaron a la puerta, vivo en el campo y tengo frente a la casa un llano de barbecho de lo que fuera la gran viña Garvey, de las bodegas jerezanas y me lo he encontrado de cara. ¿Quién? Miguel de Cervantes Saavedra que me pedía agua para que Rocinante abrevase y unas tiritas para él, toda vez que se había peleado contra el transformador de la luz y estaba magullado. Le dije que entrase y lo hizo, le ofrecí una copa de vino, no me la rechazó y luego al marcharse, se volvió y me dijo: -¿No será vos por ventura el hidalgo que guarda los libros de mis andanzas con cariño? Imagina como me quedé, así que me pidió los 8 ó 9 Quijotes que tengo, algunos de cuando tenía sólo 10 años y todos me los ha firmado. ¿No ha sido todo un detalle por su parte?

LA ENTREVISTA

-Y afirma usted que le interesa la ciencia. -Sí señora. -¿Qué opina de la segunda ley de la termodinámica? -Considero que es un principio que visualiza las restricciones a la dirección de la transferencia de calor, y a la eficiencia posible en los motores térmicos. -¿Ha intentado alguna vez inventar algún artefacto? -Sí señora, un submarino. -¿Cómo? -Para probar el Principio de Arquímedes, metí a mi perro en un bidón de petróleo vacío y lo arrojé al río. Lo recogí 3 horas más tarde. -¿Cómo fue la prueba? -Frustrante para el perro, pero el artefacto funcionó razonablemente bien. -¿Si le digo que necesito que me traduzca un capítulo entero de Galdós al latín lo podría hacer? -Supongo que sí, se me da bien el latín. -¿Cuántos idiomas modernos habla? -Alemán, portugués, ruso e inglés. -¿Tiene vehículo propio? -Una bicicleta. -De acuerdo, es usted la persona que necesitamos, lo contratamos de cajero en nuestro supermercado entre 2 y 4 horas a la semana, para cubrir las bajas que puedan ocurrir. Enhorabuena. -¿Puedo preguntar el salario? -Claro que sí, divida el SMI por 179 horas al mes y multiplique por 8 ó 16 para obtener su salario mensual, eso no supondrá esfuerzo alguno por su parte, ya que usted es de ciencias. Deje el número de su móvil a la cajera y ella le llamará cuando la empresa lo necesite.

sábado, 7 de mayo de 2016

DESDE EL AVERNO

Escribo desde el más allá porque he encontrado a una que todavía le funcionaba su tableta y me la ha prestado un ratito en el Averno. Qué mal lo pasado esta madrugada. Desperté envuelto en sudor y temblores viviendo una horrorosa pesadilla, un arcángel llamado Rafa me zarandeaba de la cama y exigía que tomara ya la decisión. ¿Qué decisión le pregunté al arcángel? Estaba muy enfadado conmigo, decía que a lo largo de mi vida he sido siempre un descreído, me he mofado de las religiones y del estado y por lo tanto, ya me habían condenado en el cielo. Eso no puede ser le espeté, para que te condenen tienes antes que morirte, qué es eso de condenarte en vida, eso es corrupción celestial por lo menos. Pedí mi abogado, -el habeas corpus, es el habeas corpus-, para presentarle una demanda a San Pedro que se le iba a caer hasta el pelo de las cejas, qué coño es eso de emitir un veredicto a perpetuidad, o mejor dicho per sécula, saeculórum. Eso es lo que hay. -Dijo el arcángel Rafa. Y eso te pasa por lo ateo que eres, ni abogado ni nada, condenado estás, so chulo, por dudar de la veracidad de las deidades. Y unos tipos vestidos de blanco me colocaron una camisa de fuerza -made in China- sucia y muy cutre para trasladarme a la laguna Estigia, al Infierno de Dante. Cuando me subieron al chinchorro me dieron un par de remos para atravesarla. Me reí en su cara y les dije: -Como se nota que estáis enchufados en el cielo. Se quedaron muy serios y me preguntaron: -¿Por qué osas decir de nosotros que somos enchufados? Sencillo -Les contesté. -¿Cómo voy a remar si me habéis puesto una camisa de fuerza, que no estáis en nada, enchufados, meapilas, comecirios, empujapasos, muñecones. Se dieron cuenta y sin retractarse, sacaron de una caseta un fueraborda Komatsu de 25 hp nuevo, sin estrenar y gasolina. -Ahí lo tienes borde, que eres un borde, me volvió a insultar el arcángel Rafa. Tira que te están esperando en el infierno. Volví a reírme y a meterme con él. -Rafa, no tienes arreglo, tú eres otro enchufado y un chungo, no sólo permites que me juzguen sin haberme muerto y que me condenen, lo que te hace cómplice y prevaricador de libro, sino que ahora, me detienes, colocas camisa de fuerza y dejas en la orilla de esta infesta laguna camino del infierno. No tienes arreglo, eres un desastre como ángel de la guarda, eres lo peorcito del cielo, te lo digo yo. ¿Cómo voy a arrancarlo si no puedo mover la manos y caso que lo hagáis vosotros quién toma el timón? Para mataros, para tiraros a la depuradora de Apemsa No Se vende. Y en ese momento, Rafa que no es mal chaval, las cosas como son, me dijo: -Vale, tienes razón, me he precipitado, no debería haber permitido que te juzgaran, así que haciendo una excepción te voy a permitir que vivas eternamente, pero tienes que elegir ahora mismo. Pregunté cuales eran mis opciones. Entonces el arcángel me dijo como te hemos traído al infierno sin haberte muerto y eso no puede ser, vivirás eternamente pero debes elegir aquí y ahora el Presidente Perpetuo del Gobierno para toda la eternidad entre Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero o Mariano Rajoy. Tienes únicamente 5 minutos. No, no, no, -grité- quiero que me mandéis al infierno ahora mismo.