domingo, 15 de enero de 2017

¿CON EL DETENIDO DE LA NÚMERO 5 QUÉ HACEMOS SEÑOR COMISARIO?

-Joder Martínez, acabo de llegar a la comisaría después de haberme tragado una reunión con el Subdelegado del Gobierno que es tartamudo, haber perdido el ticket de los pantalones deportivos de la niña en Decathlon, y para colmo un atasco de casi media hora en el cementerio y, una vez que consigo sentarme en mi despacho, llegas y me hablas de uno que está en el 5. -Disculpe señor Comisario, pero lo tenemos ahí desde hace casi 48 horas y no para de cantar Resistiré del Duo dinámico, usted no sabe lo duro que es eso. -¿Resistiré dice? -Sí señor, Resistiré. No para, día y noche, es infatigable el tío. -¿Supongo que le habrán informado que en los calabozos hay que permanecer en silencio? -¡Por supuesto señor Comisario pero canta por lo bajini, tiene experiencia el individuo? -¿Acusación? -Culo de mal de asiento. -¿Cómo, desde cuándo eso es un delito para estar detenido en los calabozos de una comisaría democrática? ¡Está usted loco Martínez o quiere cargarse mi pensión! -Las denuncias señor Comisarios, las denuncias, mire usted, lo han denunciado en el Partido Popular porque no soportan tantas discrepancias con Génova, expulsado del PP se afilió al Partido Socialista y en menos de una semana, ya había organizado 7 tendencias críticas y al final la Secretaria General Susana Díaz, lo acusa lo estajonovista; en Ciudadanos le ha enmendado la plana a Rivera y le ha escrito una carta abierta en La Vanguardia acusándole de dictadorzuelo, lógicamente también ha sido expulsado; en Podemos ha sido expulsado de los Círculos de Carabanchel, de Entrevías, de Vallecas, de Albacete, de Murcia e incluso de Benaocaz, donde pretendía crear un círculo cuando resulta que no tienen ningún militante, se cabreó se subió a un palo de la luz y la Guardia Civil, tras llamar a los bomberos consiguieron aprehenderlo y en la número 5 lo tenemos. ¿Qué hacemos señor Secretario? -¿Resistiré dice que canta por lo bajini? -Así es, señor Comisario. -Lléveme al calabozo y déjeme solo con él. El Inspector Martínez descansó por fin, se había librado de aquel latazo, se volvió, pidió al policía la llave de la 5 y le encargó que estuviese al tanto. El Comisario, tras abrirle la puerta se encontró al detenido cantando: "Cuando sienta miedo del silencio/ cuando cueste mantenerme en pie/ cuando se rebelen los recuerdos/ y me pongan contra la pared/ Resistiré, erguido frente a todo... Tras la apertura de la puerta, el policía del corredor, el Inspector de guardia y el mismísimo Comisario allí los tres plantados mirándolo con cara de pocos amigos, el detenido paró de cantar y se le demudó la cara al contemplar la del Comisario que no tenía muy buena fama, suponía que era el final o al menos se les ponían las cosas difíciles. El Comisario se sentó en el camastro del detenido y le espetó: ¿Nombre de pila? -Eduardo. -¡Eduardo! ¿Desde cuándo le gusta tanto el Dúo Dinámico? -Desde que debutaron en el Paralelo de Barcelona. -Respondió muy serio el detenido. Puedo probarlo porque tengo el resguardo del ticket en la cartera y lo mostró. El Comisario quedó perplejo, se levantó, alzó los brazos y caminó hacia el detenido que estaba espantado. Lo abrazó y lloró. Cuando se repuso dijo: -Llevo toda la vida buscando un compañero para hacer las voces, hoy que he tenido un día tan malo resulta que aparece usted, qué suerte. ¿Qué tal si y en principio usted hace la primera voz y yo los coros? -¿A partir de qué frase -preguntó el detenido-? -¿Le parece bien "Soy como el junco que se dobla,/ pero siempre sigue en pie./ Resistiré, para seguir viviendo /soportaré los golpes y jamás me rendiré." Y desde ahí ya los dos: Resistiré, resistiré, resistiré, resistiré...

martes, 10 de enero de 2017

VIVEN ENTRE NOSOTROS PERO SON DE OTROS MUNDOS

Los vemos todos los días, acuden escrupulosamente ante los altares de las barras de los bares, impecablemente vestidos aunque algo anticuados en cuanto a moda, siempre rondando sobre las 9 y media de la mañana, saludan con displicencia al camarero a quien por supuesto tutean pero en absoluto permiten que los haga con ellos, nacieron nobles, ya aspiraban a ser don algo desde el momento en que sus padres cruzaron la primera mirada con sus mamás, están por todos lados. Cuando entran a sus templos, pasean sus miradas por las capillas y se alejan de los papeles de los azucarillos de esos desgraciados que se ven obligados a tomarse un café a las seis de la mañana. -Todos no somos iguales afortunadamente- piensan. Mientras les preparan sus cafés sin pronunciar palabra, ya exigen el periódico que se los ponen en las manos con una media sonrisa hipócrita. Tienen esa habilidad especial de abrirlos por la sección de obituarios y escrutan con el escáner de sus miradas, por si acaso sus propios nombres aparecen allí y, por esas veleidades del destino todavía no se han enterado puesto que casos haberlos haylos. Y qué oprobio más grande haberles llegado el momento final en el café sin haberse cambiado de calzoncillos esa mañana. Los vemos todos los días y son fácilmente identificables porque tras el obituario leen con fruición el editorial del ABC sin que el bazo colapse. Interesados lógicamente en aquellos temas que España genera y exporta: la tauromaquia, cuántos días faltan para el Tríduo de su Cristo y su desprecio por la independencia de Cataluña. Luego se vuelven a sus despachos y miran lascivamente las cachas de la funcionaria de al lado que cada día está más buena. ¡Ay si las pudiesen trincar un día de éstos!