domingo, 21 de julio de 2019

Quien a langostino mata a bogavante muere.

SITUACIONES -Microrrelatos


La miré, me miró. Me acerqué a ella, me observó. Ladeé la cabeza y sonreí, aspiró una profunda bocanada a su cigarrillo extralargo, lo arrojó al suelo y lo pisoteó.
Lo interpreté como un no.

0ooo00ooo0

domingo, 14 de julio de 2019

GOBIERNO DE COALICIÓN O EL BOLI BIC ROJO


-Lo siento de veras Pablo, pero tenemos muchísimos votos y tu coalición va para atrás, de modo que el Gobierno de coalición que me pides no me lo permite el PSOE.
-¿Qué me dices Pedro, te desdices ahora de lo firmado? ¿Y España y la patria?
-Lo siento, si por mi fuera te nombraba embajador en el Vaticano, como sacaste buena nota en latín.
-¿Pero?
-¡Es que no me dejan, estoy atado de pies y manos! Espera que me llaman por el teléfono rojo. -¿Cómo, sí páselo? Dígame. Ah. Vale, ¿entonces le propongo la opción B?
-Mira, buenas noticias que me dicen que sí podemos darte un gobierno de confederación.
-¿Te estás cachondeando conmigo?
-No te enfades, encontraremos algo para poder entre ambos llevar a España a las cotas que ya quisieran los Reyes Católicos.
-De esa gente ni me hables.
Suena nuevamente el teléfono. La ayudante personal le indica que la Gran Baronía desea ponerse en contacto con el presidente. Se pone. -Dígame, que si no es de coalición nati de nativitatis. Eso dice. ¿Cómo, que le ofrezca...?
-Me acaban de decir, que haciéndote un favor y siempre que no estéis en el Consejo de Ministros, os permitiríamos un Gobierno de asociación.
-¡Como en las asociaciones de vecinos, estáis chalados!
-¿Oye y uno de consorcio?
-Una latita de atún o de caballas, ahora mismo informo a mis inscritos y se os va a caer el pelo.
-¿Y uno de alianza que os parece?
Pablo está cabreadísimo, está metiendo los bolis en la mochila porque se larga de La Moncloa pero ya.
-Haciendo un esfuerzo podríamos llegar a un Gobierno de pacto.
-Y un par de huevos duros. ¡Te he dicho que sólo aceptaremos un Gobierno de coalición cojones, cómo te lo tengo que explicar!
-¿Y uno de compromiso con la posibilidad de tener teléfono móvil pagado por La Moncloa porque el que te paga Irán sabemos que carece de datos, que te parece?
-Mira Pedro, bórrame del grupo de chat ahora mismo, no quiero saber nada de vosotros.
-¿Y uno de liga, de tratado, de concordia, de arrenjutamiento sin derecho a roce...?
-Que te vayas a la mierda ya... Momento en que Pablo se encamina hacia la puerta para largarse de allí a toda hostia en su escúter pero, en ese preciso momento cuando se estaba poniendo el casco recuerda, y se vuelve rápidamente hacia la sala donde se había reunido, encontrándo que allí permanece Pedro aún fumándose un Craven A, sonriendo y mirando a la ventana.
-Eh tú, Pedro no cantes victoria todavía, devuélveme inmediatamente el boli BIC rojo de punta fina.
-¿Cómo? Dice Pedro.
-Sí, el boli BIC que me has trincado y que le tengo mucho cariño porque lo me lo regaló Anguita, todo un trofeo que no puede andar en malas manos, listo que eres un listo, y además tú de rojo no tiene nada, trae el boli pacá.

miércoles, 3 de julio de 2019

EL MISTERIOSO CASO DE LA MOTONAVE ADRIANO III DESAPARECIDA EN EL RÍO GUADALETE

Hacía fresco a pesar de estar ya avanzado junio la tarde en que Dora  y Juan Carlos llegaron a El Puerto procedentes de Cádiz, con el cometido de informar para el programa Andalucía Directo de Canal Sur, y tras haber aparcado la Wolkswagen de la emisora de televisión autonómica en la acera, justo enfrente de Cristalerías Tejero y a escasos pasos de la vieja taberna de La Gaviota.

Dora era hija del sutil poeta madrileño Alfonso Sánchez Ferrajón quien a pesar de haber dejado sólo dos libros como toda producción lírica, se había ganado el respeto del mundo de la literatura nacional, a él le hubiese gustado que su hija también se dedicase a la poesía, pero ella prefirió el periodismo y aunque trampeando en uno y otro programa la joven malgastaba su vida, por el contrario Juan Carlos era un camarógrafo curtido de los de pantalón corto hasta en diciembre, de ésos que se suben donde sea para obtener planos, de los que no abandonan, de los buenos, por eso desconfiaba de la becaria que le habían asignado y máxime en un asunto tan extraño como el que les llevaba allí, el vapor del Puerto había desaparecido de la rada donde permanecía subido hace años como consecuencia de su hundimiento en el muelle de Cádiz.

-Son casi la una de la tarde Dora vamos a tomarnos una cerveza. -Dijo él.
-Vale.
Entraron en la taberna de La Gaviota que a esa hora estaba muy nutrida, sobre el mostrador, como siempre. las bolsas de mojama y de maruka, las patatas fritas del indio de Chiclana, ristras de morcillas y longanizas y en los bancos algunos hombres tomaban manzanilla de la bodega de Obregón.
-¿Venís a por lo del vapor? -Preguntó Víctor desde detrás de la barra, menudo y nervioso con la tiza en la oreja.
-Así es, esta tarde entraremos en directo para Canal Sur ¿se sabe algo?
Nadie contestó, pero todas las miradas se volvieron hacia ellos.
-¿Cómo es posible que algo tan grande desaparezca en una noche, quién puede haberlo robado?
Uno de los presentes que era cuñado de Juan Galera, se levantó de su banco y se les acercó.
-¿Robado? Nadie puede robar el vapor, la valla está intacta, no hay rastros en el antiguo varadero de manipulación alguna, no tiene ningún sentido, estamos ante uno de los enigmas más grandes a los que se ha enfrentado la ciudad, sólo se sabe que mi cuñado Pepe estaba pintando las rejas de la Casa del Mar que está situada junto al varadero, separada solo por la valla y poco más de las 2 de la mañana oyeron crujir maderas pero no vieron a nadie.
-¿Estaba solo? Preguntó la becaria.
-No. Le acompañaba su hija María Victoria que ha suspendido cinco en el instituto y para escarmentarla se la está llevando con él a pintar por las noches.
-¿Y la muchacha dice lo mismo?
-Coincide mi sobrina con su padre, algunos crujidos y un apagón de luz.
-¿Un apagón de luz?
-Pero corto, cuestión de un par de minutos, crujidos y al volver la electricidad el vapor ya no estaba sobre el carro del antiguo varadero de Paco Neto, había desaparecido.
-Sorprendente, en cuanto nos tomemos esta cervecita preguntaremos a la policía. ¿Está cerca no es así?
-No muevan la furgoneta porque está ahí mismo y por allí está mala la cosa de aparcamientos.
-Pues muchas gracias.
Juan Carlos se dirigió al camarero y le pagó, no sin antes llevarse 3 porciones de huevas de maruka que se venden en el tabernón y están riquísimas.
-Nos vamos. Hasta luego, muchas gracias. Y fueron caminando por la acera sombreada de la calle Aurora hasta la Comisaría de Policía de El Puerto.
Y una vez frente a la puerta,  justo frente al viejo ambulatorio franquista y feo de la Seguridad Social, que en ese momento no tenía demasiada gente en el bajo, hablaron con el policía de puerta e instantes después bajaba por la escalera Vanessa Cañete, portavoz de la Comisaría de Distrito de El Puerto de Santa María y Puerto Real.
-¿Qué puedo hacer por vosotros?
-Estamos aquí por lo de vapor. Contestó Dora.
-El vapor me decís. Es toda una incógnita, hemos abierto una línea de investigación pero por ahora no está dando resultados, esta noche nos llegarán un par de drones del Servicio Aduanero de Ceuta dotados de unos geolocalizadores y sobrevolarán un radio de 15 kilómetros.
-¿Pero nadie sabe nada?
-Se sabe que hubo crujidos y un apagón de 2 minutos y 17 segundos, eso es todo. Ah, por cierto, además de vosotros me han llamado también sorprendentemente un famoso periodistas del rotativo The Guardian, al parecer porque uno de sus redactores tiene casa en Vistahermosa y anda husmeando por ahí, nosotros hemos acordonado el varadero y un par de buceadores están cuadriculando la lámina del río Guadalete. Por cierto, el inglés ha publicado un tweet que dice: Historic motorboat Adriano III mysteriously disappears from the abandoned shipyard of El Puerto de Santa María, where it languished after having sunk at Reinas Victoria´s dock years ago. La histórica motonave Adriano III desaparece misteriosamente del astillero abandonado de El Puerto de Santa María, donde languidecía tras haberse hundido hace años en el muelle Reina Victoria de Cádiz.

Y en ese momento aparece Jon P. Taylor, director adjunto de The Guardian, el prestigioso periódico londinense que se ubica en el Canal de la Reina Regente para saludar a los compañeros de Canal Sur.--Me alegra mucho vosotras preocupa vaporcito.
-Sí, realizo pequeños trabajos para la emisora en plan free lance porque está la cosa muy mala en la prensa, mi nombre es Dora Sánchez y mi compañero Juan Carlos Ramírez. Nos ha explicado la portavoz de la policía que estáis interesados en esta noticia por lo sorprendente de la misma ¿no es así?
-A mi periódico importar carajo pasar vaporcito, pero yo vivir apartamento en Las Redes y todos los años visito El Puerto con hijas, siempre navega en él a Cádiz. No acierta comprende qué pasa con barco desaparecido. Llamé a la redacción y lo expliqué, allí gustar compañera director realiza reportaje para dominical que lea en todo mundo, es raro ocurrido, algo extraño pasando motonave motor averiado no puede navega. Raro.
-Por mis notas el barco llevaba varado desde el año 2012 esperando ser reparado, pero como siempre cuando se entra en conflicto e intervienen los seguros, la propiedad y para colmo haber sido declarado Bien de Interés Cultural, lo ha condenado al ostracismo y prácticamente estaba ya desguazado.
Mientras conversan deciden tomarse unas tapas en La Ponderosa porque el inglés adora los churros.
-¿Qué tomas Jon?
-Churros con chocolate.
-¿Pero si es hora ya de almorzar?
-Almuerzo 11 mañana,  gustan mucho churros.
-Pues vale, ponle churros al compa y a nosotros nos traes una de pulpo a feira y tortilla de patatas.
-¿No te parece que aquí está pasando algo raro que no quieren decirnos Jon?
-No. Policía no saber nada, no informar porque no saber. Mi investiga y charlar Juan Galera y su hija nervioso estar, parece fenómena paranormal.
-¿Fenómeno paranormal?
-Sí, cosas pasar Escocia a veces.
-¡Pero qué estás diciendo!
-Estamos ante caso como UFOS, vosotras decir OVNIS.
-¿Nos estás diciendo que el vaporcito ha sido abducido?
-Mi piensa sí y yo ser eskeptical.
-¡Coño! -Exclama Juan Carlos. Eso no me había ocurrido nunca. -Comentó Juan Carlos.
-¿Lo vas a publicar?
-Tengo consulta almohada porque casos como motonave Adriano poder arruina carrera carrera prensa mía.
-¿Pero te ha dicho algo Galera?
-Galera e hija estar retenidos y van a Madrid porque decir oyeron crujido madera, apagón electricity y mucho frío para después desaparece motonave.
-¡Manda cojones la cosa Dora en la que nos han metido los enchufados de Andalucía Directo!
-¿Y qué puedo hacer? -Respondió Dora.
-Conectamos, contamos lo que nos dicen y nos largamos a toda leche sin hablar para nada del caso paranormal o no te contrata nadie más. Hazme caso Dora.
-Joder qué mala suerte he tenido, con la ilusión que tenía con este asunto del vaporcito.
-Así ser cosas. -Dijo Taylor mientras metía los churros en su café con leche. 
Y así se contaron, pero lo que no que nunca se supo es que las maderas del vaporcito del Puerto, cabreadas con la ciudad que tanto le había cantado y de la que no paró en vida de recibir piropos, fuese abandonado en la ribera del Río Guadalete, en el varadero del viejo calafate Paco Neto, que lo reparaba una y otra vez con auténtico fervor de enamorado y que al fallecer éste, que sí era su verdadero amante, dejó de interesar, de modo que en venganza el espíritu inmortal del vaporcito decidió aprovechar una conjunción del Solsticio de Verano con un agujero negro en forma de gusano, para desaparecer y trasladarse a la ría de Vigo, justo frente al Astillero de San Adrián de Cobres, donde lo construyeron para allí hundirse y descansar en el fondo avergonzado pero al menos en las aguas que lo habían visto nacer.

Y ahora entendemos que en la ría de Vigo, la marinero de 1ª de la Fragata Infanta Cristina sintiese tanto frío cuando cumplía el punto de guardia en la escala de su navío en el momento del apagón del muelle, y que escuchase crujidos de maderas a pesar de no reconocer la razón de los mismos, escribiendo en el libro de guardias tales hechos sin que hasta ahora se haya sabido el origen, durante  la noche de San Juan, atribuyéndolo el alférez Martínez de Entrerríos a las fiestas de tan celebrada noche en Galicia.

Sólo 2 minutos y 17 segundos necesitó la motonave Adriano III para escaparse del carro donde la mantenían cautiva en el desaparecido Varadero Guadalete y puede que poco de un minuto más, para hundirse definitivamente frente a su pueblo, primero por popa, penetrando las aguas por su tablazón carcomido por los vientos y el sol y posteriormente, desapareciendo su proa Liberty hasta descansar entre los fangos de la ría.

Los curiosos se asomaban a las barandas de la margen derecha del Río Guadalete, las grúas no paraban de extraer objetos y vehículos de lo más estrafalarios, las neumáticas de la Guardia Civil y de Protección Civil sembraban el río de boyarines, todos disparaban fotografías con sus teléfonos y móviles y se hacían selfies para inmortalizar el momento junto a la valla del viejo Varadero Guadalete con su carro vacío. La Policía científica vestida con sus monos blancos cuadriculaban el mismo y recogían muestras en él. No se encontraba ni la menor huella. Se oyó a uno a decir.
-Pepe, no te lo creerás, pero en este varadero no ha entrado nadie al menos en tres meses, no se encuentra ni la más mínima pisada, qué caso más extraño y misterioso.

Mientras tanto, los drones de geolocalización del Servicio Marítimo de Aduanas sobrevolaban toda la bahía sin detectar a la motonave en la bahía de Cádiz, los buzos de la Guardia Civil exploraban palmo por palmo el Guadalete y las grúas en los márgenes levantaban los objetos más curiosos de entre los que la prensa destacó siete lavadoras, 3 frigoríficos, un Isocarro, dos Seat 600, una Motobic, tres Vespas, 45 bicicletas, incontables sillas de plástico, diecinueve freidoras de pescado, catorce sartenes, dos ollas a presión, diecinueve secadores de pelo, nueve andamiosy una nevera Cruzcampo de las de hielo.

Teresa entre sorbo y sorbo de café descafeinado sin azúcar, se sentaba frente a su ordenador para escribir el caso más sorprendente de toda su vida como informadora y en cuanto Fito llegase con las fotos, abrirían con la noticia en portada para todos los periódicos del Grupo Joly. La motonave Adriano III se vengó así de porteños y gaditanos, de la Junta de Andalucía, Diputación Provincial de Cádiz, ayuntamientos de Cádiz y El Puerto que tan falsamente le incoaron la distinción de Bien de Interés Cultural, los mismos que aún hoy cuando se emborrachan cantan la de Paco Alba, esa que dice: Los barcos de vela/ como palomitas cruzan por tu vera,/ los grandes mercantes/ suenan la sirena al verlo pasar./ Y es que ese barquito/ es tan pinturero/ que le dan besitos las olas del mar...

ooooOOoooo

Jesús María Serrano



lunes, 1 de julio de 2019

EL BENSON & HEDGES DE MADRID

-Lo tenemos Sr. Martínez.
-No me vengas con coñas Paco, llevas casi un par de meses y no das con él.
-Esta vez lo tengo señor.
-¿Lo tienes, estás seguro?
-La tengo.
-¿Una mujer? Sabes que no me gusta meter a mujeres en el negocio porque husmean demasiado, lo revuelven todo y se hacen dueñas hasta manipularte. Descártala.
-Es ella.
-Paco que te conozco, no metas en esto a cualquiera, tú sabes lo peligroso que es.
-Seguro ciento por ciento jefe.
Martínez lo miró y se quedó pensativo, confiaba en Paco, era una persona que conocía perfectamente el mundo de los bajos fondos y si afirmaba con tanta rotundidad algo es que lo tenía.
-¿Me puedo fiar entonces?
-Absolutamente, no se lo creerá pero le he visto hacer un Benson reducido esta mañana.
-¡Un Benson en Madrid! Y se quedó con la boca abierta, no podía creérselo.
-Pero si la última vez que lo vimos fue...
-En Asunción, Paraguay jefe, allí lo vimos y ha pasado 11 años desde entonces, lo hacía Vladimir Néstor.
Las piernas le temblaban a Martínez, el pasado se le presentaba justo delante de su nariz, el gran Néstor tenía un discípulo.
-¿Ella es?
-Supongo, no se lo he preguntado.
-Cuéntame cómo ocurrió.
-Me bajé del autobus y entré en la estación de Aluche, allí confluye como sabe Cercanías Renfe y Metro en superficie, estaba prácticamente vacío, un hombre joven con aspecto enfermo se había subido la cremallera de su sudadera, una mujer de unos 50 años con su carro de la compra vacío que leía una revista, una chica de unos 40 que se sentó frente a ella y yo. Me pareció que todo estaba bien pero noté que la chica se metía primero la mano en el bolsillo izquierdo y oí un leve sonido, ya sabe que ahora hay wifi en los trenes y mi inhibidor vibró, luego hizo lo mismo en el bolsillo derecho y efectuó dos cargos electrónicos de 19€, más tarde con toda osadía se dirigió a la mujer y le dijo que si le importaba hojear su revista porque estaba interesada en la boda de Belén Esteban. La mujer sonrió y asintió, mientras tanto le sacó la billetera, extrajo un billete de 50 y otro de 10€ pero dejó el de 20 y lo suelto, palpó supongo para distinguir las tarjetas electrónicas y eligió una y dejó la otra, para luego volver a introducirle la billetera en el bolso de la señora.
-Qué me estás contando.
-Como lo oye jefe, pero ahí no acabó la cosa, en estos casos se aprovecha la próxima parada y sale uno de naja pero ella no lo hizo así, esperó a que se levantase salieron juntas en Plaza del Callao y en ese momento la señora se palpó. Momento en que ella, siempre sonriente y solícita le preguntó si había perdido algo. La señora al comprobar que su billetera estaba en su sito le respondió que buscaba un mechero porque de vez en cuando se fumaba un cigarrillo y en casa se lo afeaban, entonces la chica le regaló el suyo y se fue.
-¡Un Benson & Hedges en toda regla!
-Se lo he dicho jefe, por esto estoy aquí.
-Reúne inmediatamente al equipo.
-Ya lo he hecho abajo en el portal, vienen hacia aquí todos, menos al holandés que está en Barcelona y llegará sobre las 5 de la tarde en el puente aéreo, lo recogeré en Barajas.
-¡La tenemos, por fin la tenemos, informaré al portugués que estamos preparados!
-Puede hacerlo tranquilamente jefe.
-¿Y ella la has reclutado ya?
-No.
-¿No? Es demasiado lista jefe, se lo diré a menos de una hora del golpe.
-¿Por qué Paco?
-Tengo la intuición que es la hija de Vladimir Néstor.
-Qué listo eres Paco, sin ti estoy atado de pies y manos. Muy bien.


-¿Disculpe es usted paraguaya?
-¿Tanto se nota?
-En absoluto pretendo molestarla, solía viajar por América y tuve un amigo en Asunción que nunca olvidaré, todo un maestro se llamaba Vladimir.
-¿Vladimir?
Paco asintió mientras miraba fijamente el luminoso de Budweiser apagado y agarraba su Martini con ambas manos. La luz intermitente del semáforo penetraba por la cristalera del bar sólo frecuentado ellos dos, otro cliente y Rafa el camarero de la cafetería Bratislava, uno de los pocos antros de Madrid que no cierra nunca sus puertas. La mujer levantó la cabeza y se dirigió a Paco.
-¿Vladimir decía?
-Vladimir Néstor quizás el último que se atrevió a realizar un Benson nada menos que en Asunción, su propia ciudad. Brindo por él. Y alzó su copa sonriendo.
-¿Lo ha visto recientemente?
-Lamentablemente no, tenía un hijo, si estuviese aquí estaría en esta cafetería brindando con Martini.
-¿Un hijo dice?
-Eso decía, nunca llegamos a verlo.
-¿Quién es usted?
-Soy otro como tú.
-Modérese caballero, no me conoce de nada.
-Te conozco mucho mejor de lo cree y no tema, mientras permanezca a su lado estará segura.
Ella se derrumbó, la habían reconocido.

No le quedaba otra que esperar para ver lo que el futuro le deparaba, ahora ella se maldecía de haberse permitido un Benson en la mañana aunque fuese sólo para demostrarse que todavía tenía habilidad y sangre fría para hacerlo.

LA NIÑA QUE QUERÍA SER PELUQUERA


La metieron de un empujón en el Citröen C4 y salieron de naja con las luces y las sirenas a todo trapo, tras ella quedaba la barriada de los Milagros con las viejas farolas comenzando a encenderse, las ropas tendida en los balcones y cierto niñato de la droga recostado contra la fachadas con el canuto en la boca y mirándose el último tatuaje en el brazo donde se podía leer Jessicamari. Pegó una fuerte bocanada a su joint y tras mirar a ambos lados de la calle y comprobar que los monos habían levantado el cerco levantó la mano izquierda, inmediatamente, algunas ancianas comenzaron a bajar y los habituales recogieron su producto para poder venderlo nuevamente en su imperio. Los coches comenzaron a circular por la barriada lentamente con las ventanillas bajadas y aquí no ha pasado nada.
La niña que quería ser peluquera ya apuntaba maneras desde los 4 años en que se bajaba aprovechando un descuido de su madre o de su tía, lo hacía dificultosamente bajando los dos pisos y se sentaba en el portal provista de tijeras y un peine, con los que arreglaba el pelo a todo aquel que se dejase. Andando el tiempo, en el instituto de Las Banderas, estudiaba Electricidad del Automóvil porque de no haber elegido esa especialidad, hubiese tenido que decantarse por Procesos Cárnico-Industriales, y si bien ninguno de ambos le interesaba, al menos el primero podía servirle cuando se le estropease el escúter de cuarta mano que tenía.
La niña sabía desde el primer minuto que salir de su barrio sólo era posible siendo una reputada peluquera para poder instalar su negocio fuera de su ciudad ¿Madrid quizás? Pero mientras tanto, debía aparentar aplomo y sonreír. Y así lo hizo, conocedora que la vida y la muerte valían poco en su barriada se hizo fuerte, caminaba entre los bloques de edificios con sus vaqueros comprados en el mercadillo de La Puntilla con dos tallas menos y su wonderbra del que no se separaba. Caminaba contoneándose muy lentamente por los corrillos de vendedores de hashish y otras sustancias, sabedora que era un premio apetecible únicamente para los vencedores. No perdonaría nunca jamás que el Sergio la hubiese dejado por la Trini, esa trapajosa chupapollas con su pelo rubio platino de tinte del malo, esa asquerosa de la que algún día se vengaría. En ésas su madre asomó la ventana desde la ventana de la cocina del tercer piso y gritó Jessicamari, ella no prestó atención hasta el tercer berrido que se escuchó en toda la calle: -Jessicamari hijadelagranputa o vienes ahora mismo o bajo y te arrastro de los pelos del coño. Se hizo el silencio, nadie se movía en Los Milagros, hasta ella sintió el latigazo de pavor. Sí, su madre era capaz de cumplir lo que decía. Contestó. -Sí omá, ahora voy.
-Sube ahora mismo shosho.
Y la niña que quería se peluquera apretada en sus pantalones vaqueros y su wonderbra subió los escalones de dos en dos porque se temía que algo grave estaba pasando.
-¿Qué pasa omá con tanto gritá joé?
-Como has terminao ya el instituto vete pa la pelu de la Sandra que te espera. ¡Y no me dejes con el culo al aire como siempre sohijadeputa!
-Ahora mismo voy omá.
Y allí estaba ella con la Sandra que le había dicho que se encargaría en principio de los lavados de las clientas y Jessicamari no cabía en sus pantalones de satisfacción.
-Entró una mujer de poco más de 40 años con el pelo teñido de rubio y estropajoso sonriendo. Sandra le preguntó que quería y ella respondió lavar y marcar.
-Pues ya sabes es tu primera, no me dejes en mal lugar.
La niña indicó a la mujer que se sentase de espaldas y reclinase su cabeza en el lavabo y con suavidad fue desenredando el pelo hasta dejarlo con un aspecto envidiable. Sandra la miraba de reojo y hacía gestos de aprobación, la niña valía para el negocio por tener las manos de oro, ganaría mucho dinero con ella en su pelu. La propia clienta mirándose en el espejo contrario no podía creerse que aquella muchacha tuviese esas cualidades y le dijo.
-Mira niña, me gustas mucho, de hoy en adelante y mi marido es el director de la Caja de Ahorros de Cádiz del barrio, nadie me arreglará el pelo excepto tú.
Jessica asintió sonriendo. -Tiene usted un pelo precioso. Y pensando para sí misma. Esta guarra tiene el pelo con la misma mierda que la Trini, se va a enterar.
-Listo señora, su pelo está lavado espero que le haya gustado y se volvió para Sandra.
-¿Qué te parece?
-Muy bien Jessi, muy bien.
-¿Y ahora qué hago?
-Márcala.
En ese momento Jessicamari se sacó las tijeras que siempre llevaba en el pantalón, las abrió y clavó en el pecho de la cliente un tatuaje salvaje que decía: Trini chupapollas. El resto ya pueden imaginárselo, los gritos, la sangre, el pavor de las otras mujeres presentes en la peluquería, Jessicamari riendo con las tijeras ensangrentadas en la mano y los ojos desencajados repitiendo: ¡Te lo advertí Trini, te lo advertí nadie le roba a JessicaMari de los Milagros!
Tuvieron que ser cuatro efectivos de la Policía Nacional quienes redujesen a la niña que quiso ser peluquera, los mismos que de un empujón la metieron en el Citröen C4 y salieron de naja con la sirena a toda velocidad hasta la comisaría. Mientras en la barriada las viejas farolas comenzaban a encenderse.
ooooo00ooooo