lunes, 28 de agosto de 2017

lunes, 21 de agosto de 2017

LAS EXCÉNTRICAS DIETAS DEL DOCTOR PÉREZ


La mujer del médico se estaba preocupando al comprobar que los pacientes de su marido iban aumentando peligrosamente. Cada vez era mayor el número de ellos que llamaban por teléfono y la agenda era incapaz de atender a tantos y tantos casos.
Preocupada también por la actitud que mostraba en la consulta, ella era psicólogo clínico y enfermera diplomada, mantenía con satisfacción un estricto control de las historias clínicas, las mismas que custodiaba celosamente, porque éstas únicamente pueden consultarse con carácter profesional y deben mantenerse alejadas de ojos curiosos y cotillas. Tamborileaba con los dedos sobre su impoluta mesa de despacho y miraba de vez en cuando por el monitor para comprobar si todo estaba bien en la sala de espera. Dentro, en el despacho de su marido, éste atendía a una señora que rondaba la cuarentena, muy arreglada y de buen aspecto, consultaba para ver si el famoso médico conseguía reducirle un incipiente vientre que la tenía a maltraer porque era muy coqueta.
El doctor tras leer detenidamente la analítica de la paciente, la miró, se quitó las gafas y se dirigió a ella.
-Señora compruebo que sus constantes vitales son normales y como me comenta que ya visita casi a diario el gimnasio, no se me ocurre otra cosa mejor que prescribirle la dieta del lenguado. Como sabrá los lenguados son peces planos de aguas templadas que pertenecen a la familia de soleidos, orden pleuronectiformes. Precisamente el ser planos es lo que buscamos, lo puede cocinar de muchas maneras y es carne de sabor exquisito aunque algo caro respecto a otros. Estoy seguro que cuando vuelva a mi consulta dentro de 3 meses se habrá corregido con seguridad ese abultamiento de su vientre que tanto la preocupa ¿le parece bien?
-No sabe uste lo que le agradezco que haya considerado mi caso doctor, soy de esas mujeres que necesito gustar a la gente y que cuido escrupulosamente mi aspecto físico, por mi profesión de agente de relaciones públicas, debo mantenerme en el mejor estado posible.
-No se preocupe que la dieta le sentará de maravilla. Sale la paciente y su esposa hace pasar al siguiente. Se trata un joven en su treintena, muy atractivo pero paticorto.
-Bueno doctor, he venido porque me he enterado que es posible que por su mediación y sabios consejos consiga resolver la longitud de mis piernas.
-Desde que nos llamó he estudiado su caso y es posible que consigamos devolverle algo de altura en sus extremidades inferiores.
El paciente estaba encantado, sus ojos se llenaron de lágrimas y balbuceando se dirigió al doctor.
-¿Qué debo hacer?
-Tras consultar su caso el único remedio que encuentro es la dieta de la garza.
-¿La dieta de la garza dice usted?
-Sí, consumir ardeidas que son son una familia de aves pelecaniformes, del orden Ciconiiformes. Al ser aves zancudas, y algunas especies llegan a medir hasta 85 cm de alto. Se alimentan de peces, crustáceos y pequeños anfibios, y tienen como hábitat las zonas pantanosas o cercanas a los lagos de todo el mundo. Su carne si se aliña convenientemente le irá modificando su estructura ósea y sus huesos se alargarán. El único inconveniente está en que estas aves tienen un alto nivel de protección debido a esa plaga llamada Ecologista en Acción, pero si se traslada usted a los humedales africanos, cuando vuelva no medirá menos de 200 centímetros.
-¿Doscientos centímetros?
-Así es.
-Le prometo que sólo comeré garza durante 3 ó 4 años de eso me encargo yo. Se levantó pasó por el ante despacho donde estaba la enfermera y pagó la minuta del doctor que era una cantidad nada despreciable.
El teléfono no cesaba de sonar, la mujer del médico debía interrumpir sus terapias continuamente y anotar nuevas citas para su esposo. En cierto modo sentía celos, ya que aunque no le faltaba clientela, la de su marido era desproporcionadamente grande comparada con la suya, así que durante el almuerzo se lo espetó sin miramientos.
-Mira Paco, no vayas a pensar que no me alegro de tu éxito como médico por muy excéntricos que sean tus tratamientos, lo cierto y verdadero, es que tus pacientes progresan así como tu fama, pero sinceramente te deberás ocupar de recoger los recados porque mis pacientes se incomodan con tantas interrupciones. ¿Te parece si contratamos a una auxiliar de enfermería que se encargue de estos aspectos?
-Pues no me parece mal Carmela. Llamaré a una de esas nuevas empresas llamadas E.T.T.
-¿Eteté y eso qué es?
-Son empresas de trabajo temporal, se contratan los servicios que uno quiera y ellas se encargan de todo, son todo eficiencia, algunos las llaman la octava maravilla del capitalismo. Tienes como empresario a trabajadores que te obedecen ciegamente, cuando en realidad los tiene contratados otros, si hacen algo mal no se tiene necesidad de preocuparte, llamas a la central y ellos se encargan de todo, si enferman ellos los despiden, si son mujeres y se quedan embarazadas también lo hacen, obtienes sus plusvalías pero no te comprometes respecto a ellos en nada.
-Lo que no invente el neoliberalismo Paco. Dijo Carmela, su mujer. -Qué cosas. Decidido encárgate.
Carmela decidió citar a los paciente a horas concretas y así mantener vacía la sala de espera, éstos entraban por una puerta y salían por otra, ninguno de ellos se veía. De pronto una llamada a su teléfono móvil le sorprendió. El número que la emitía aparecía como oculto. No la respondió. Volvieron a insistir y tampoco lo hizo y así durante una hora. Carmela estaba atendiendo a un hombre que consultaba por tener fobia a los patitos de las casetas de ferias...
-¿Cree que mi fobia es muy rara?
-¿La fobia a los gatitos?
-Sí.
-Pues mire, aunque le parezca inverosímil, ya está documentada esta pulsión negativa en tratados y documentos del Dr. Frëud. -Mintió la psicólogo, que ya lo hacía con toda rotundidad, visto el éxito que su marido estaba obteniendo prescribiendo los remedios más extravagantes y sin haber sido probados ni documentados en los anales de la Medicina.
-¡Qué me dice usted! Respondió el paciente sorprendido. Nada menos que Frëud.
-Hágame caso. Supongo que tendrá ordenador. -El paciente asintió con la cabeza. Bien, hagas búsquedas constantes de casetas de feria en internet e imprima todas las páginas sobre este apasionante asunto, una vez las tenga, las agrupará y en la Thermomix, vuelca un litro de agua de Vichy, sobre ella irá vertiendo las páginas y le da al programa largo. Al resultado le añadirá 6 tomates de pera bien duritos, un pimiento verde y un diente de ajo y 4 cucharadas de aceite de oliva. Lo pone en la nevera y se lo va tomando de cuando en cuando.
-¿Que muela las páginas impresas de internet en la Thermomix con el gazpacho?
-Efectivamente es usted muy inteligente, lo ha cazado a la primera, hágame caso. El paciente de Carmela se levantó sorprendido, pagó la minuta a la auxiliar y ésta solícita le mostró el camino hacia la calle.
Las cosas no podían ir mejor, el boca a boca se propagó primero por la ciudad y luego por el país. En ese momento llamaron a la puerta y apareció una mensajera con un sobre dirigido al Dr. Pérez. Tras abrirlo, descubrió que se trataba de una consulta urgente de Penélope Cruz que pedía ser vista con toda premura, ya que sus llamadas no eran nunca respondidas. Aceptó. Al día siguiente P estaba sentada frente al Doctor Pérez. Monísima y con esa sonrisa a la que Hollywood se ha rendido perdidamente.
-¿Qué puedo hacer por usted? Me sorprende su visita porque es precisamente icono en el que las mujeres se miran y se ha convertido en objeto de deseo de la mayoría de los hombres. Es usted perfecta, si me lo permite decir.
-Efectivamente, pero soy bajita y morena, lo de bajita no me preocupa pero me gustaría ser rubia natural y eclipsar a Marylin Monroe. ¿No tiene nada que pueda tomarme para conseguirlo sin esos engorrosos tintes?
-Se me ocurre la dieta del ajoblanco.
-¿La dieta del ajoblanco consiste en tomar mucho de esta exquisita sopa tan española y tan nuestra, a las que añadirá muchos nabos -no sabe usted lo bueno que son los nabos-, sobre todo sin están duros y turgentes...
-Algo me imagino. -Dijo P sonriendo.
-Cebollas blancas, rábanos pelados, huevos duros sin yema, en fin todo tipo de alimento blanco que le irá cambiando naturalmente el color de su pelo. También todas las revistas Ajoblanco que pueda encontrar y paquetes de folios, blancos por supuesto del Carrefour, todo eso a la Thermomix.
Penélope Cruz no podía contenerse de la risa. Menos mal que la voz de Almodóvar dijo corten en ese preciso momento.

viernes, 18 de agosto de 2017

LAS GAFAS DE RIHANNA


Raro es el día que no me llaman o abordan a la entrada o salida del centro de Salud o el hipermercado, preguntándome si no voy a resolver los males del mundo por la módica cantidad de 12 euros al mes.
En ocasiones me indican que los niños malviven y pasan calamidades ya sea aquí o en remotas tierras, allí donde las organizaciones modifican la realidad: Comisariado de las Naciones Lejanas; Paz Verde; El Osito; Galenos sin fronteras; Ningún niño sin su camiseta de Messi; Practicantes sin fronteras; Las niñas de San Damián; Mecánicos dentales sin fronteras; Productivos y Receptivos; Carpinteros sin frontera; Ninguna niña sin las gafas de Rihanna; Fruteros sin fronteras; Caridad y bondad... y muchos otros. 
Me dicen que en cierta ocasión participé en esto o en lo otro, pero lo que más me sorprende es que todos, digo todos, me piden una subscripción mensual de 12 euros, para resolver el problema concreto en que tales organizaciones se emplean. No quieren más ni menos, me pide exactamente 12 euros.
Estoy en paz conmigo mismo y con la humanidad toda porque con mis doce euros -exactamente 12 euros-, resuelvo toda la esclavitud infantil, toda la malnutrición, la educación, limpio todos los mares de plásticos y lavadoras viejas, ya todos los niños son Messi y ni una sola niña carece de las gafas de Rihanna.
Uno se siente alegre cuando pone el pie en la calle sabiendo que ha contribuido al bienestar de la humanidad. Por cierto, ¿habéis contribuido vosotros? Si no es así, sabed que el mundo va mal por vuestra culpa.