sábado, 23 de diciembre de 2017

LAS COSAS DEL DUQUE

El Duque Don Aureliano Torquemada y Zarzamora era un ser de lo más excéntrico, vivía a la altura del impar 10.021 de su calle de Beato Alfonsino. Don Aureliano estaba enamorado perdidamente de su esposa doña Entrelazada Ricamora y Ricosprados.
Don Aureliano y doña Entrelazada se amaban con gran dulzura, era tal el dulzor de sus amores que se pasaban uno a la otra y ésta lo devolvía, el azucarero de cerámica Ming auténtico donde previamente se había volcado el café descafeinado, siempre entre las las 6 hasta las 6 y media en punto, que es la hora de tomar café para los excéntricos.
Don Aureliano había estudiado veterinaria en Madrid y sólo había tardado 19 años para obtener su licenciatura, pero como era rico ello no le preocupaba lo más mínimo.
Doña Entrelazada de profesión sus labores, era una mujer cuyo objetivo en la vida era superar los tres quintales de peso, empeño que aprobaba y alentaba diariamente su esposo, que la mimaba con todo su empeño y cariño.
Don Aureliano tenía un ducado, un ducado de oro y también fumaba Ducados, porque decía que los hombres debe perseguir un ideal, siempre andaba canturreando la opereta del Sueño Imposible. Como los ducados no resuelven la vida, atesoraba un buen número de acciones del Banco de Santander y del Chase Manhattan Bank. 
"...Amar la pureza sin par
buscar la verdad del error
vivir con los brazos abiertos
creer en un mundo mejor 
Es mi ideal
la estrella alcanzar
no importa cuan lejos
se pueda encontrar
luchar por el bien
sin dudar ni temer
y dispuesto al infierno llegar
si lo dicta el deber..."
Doña Entrelazada posiblemente no debería haber cumplido más allá de los 38 años y su peso le impedía ya moverse de la cama, aunque su cara y su cariño por su marido eran inmarcesibles. Religiosa y rica, decidió contratar, tras la oportuna petición al Obispo de su diócesis, que siempre hubiese al menos un par de monjas orando por su alma vida, para conseguir un lugar preferente y cercano al Señor en el cielo, resolviendo así de un plumazo el desagrado que le produciría permanecer durante toda la eternidad verse rodeada de santos pobres y menesterosos.
Don Aureliano perseguía un ideal que no comunicaba a nadie, quería engordarla hasta el límite máximo posible y cuando esto ocurriese comérsela, cumpliendo así el deseo de todos los enamorados. Así todas las tardes don Aureliano le leía tebeos de hadas y le ponía el canal RTVE para que viese los culebrones. Ella le sonreía absolutamente encantada para decirle.
-Que bueno eres, no hay mujer más dichosa que yo, haré todo lo que quieras, eres mi duque amado.
-Entrelazada, rica mía, ya falta poquito para que te coma.
-Eso, eso, cómeme, cómeme Aureliano.
Las cosas del Duque.

jueves, 21 de diciembre de 2017

VOCES


-Doctor, oigo voces.
-Perdone, me decía usted.
-Que oigo voces doctor. Oigo voces.
-Tranquilícese usted. Explíqueme lo que le ocurre.
-Estoy muy preocupado pero muchísimo, acojonado.
-No lo comprendo, porque su medicación está muy bien ajustada, sus analíticas dentro de los rangos normales, no debería sentirse así y... ¿acudir a consulta con esas fobias? Vuelva a explicarse, le atiendo con todo interés. Soy su médico y sabe que le conozco y aprecio.
-Doctor desde hace varias semanas vivo sin vivir en mi.
-¡Coño, eso tiene toda la pinta de un síndrome filosófico shakesperiano agudo! Prosiga por favor.
-No quiero quedarme solo en casa, procuro que mi mujer y amigos no se separen de mi ya que justo en esos momentos oigo voces.
-¿Cuando está acompañado no le pasa pero si está en solitario sí?
-Efectivamente, es una auténtica tortura, nadie me cree.
-¿Ha identificado el significado de las voces o son inconexas?
-Parcialmente doctor, pero lo que oigo me espanta, estoy aterrado, mire como sudo, me tiemblan las manos, tengo mareos, estoy pasándolo fatal. No puedo seguir así, ahora cuando termine la consulta no vuelvo a mi piso porque mi mujer trabaja, hasta que ella lleve allí como mínimo una hora y me levanto antes que ella para acompañarla a su trabajo, a veces la espero durante todo el día en la cafetería de la esquina. Me invento excusas para no preocuparla.
-Esto es grave, parece sufrir usted un episodio de psicosis auditiva de muy complicado tratamiento, deberé consultar a otro colega. Por cierto, ha podido descifrarlos mensajes.
El paciente mira a su médico sollozando y temblando de pavor, sin incapaz de articular palabras.
-Soy su médico, debe contármelo o no podré ayudarlo, haga un esfuerzo, verbalizar en las enfermedades mentales en un paso para la curación siempre.
-Me habla.
-¿Quién le habla?
-España.
-¿Dice usted que le habla España?
-Sí, me habla España.
-Esto es un caso de libro. Prosiga, qué le dice España.
-Es una voz engolada... siempre la misma doctor, que me habla de España, de la indisolubilidad, de los peligros de la fractura, de Viriato, de las tradiciones, de la Semana Santa, de Dios y la moral, del jamón de Jabugo y de la Guardia Civil, pero lo peor es cuando me habla de la Siete Plagas que asolarán Cataluña y tengo allí muchos primos doctor...
-¡No me diga más, le está hablando Carlos Herrera de la COPE!
-¡Sí señor es él, Herrera de la COPE! ¿Le hable también a usted?
-Para que me hablase en consulta le costaría 600€ la media hora. Eso no es nada, no se preocupe, esas voces que oyen proceden de su receptor de radio y usted las toma como personales, afortunadamente está estudiado, no van dirigidas a usted sino a un imaginario facha universal. Ya me tranquilizo.
-¿De la radio dice doctor?
-Efectivamente de la radio. Y el médico satisfecho se repantiga en su sillón porque ha descubierto el origen de la fuente de preocupación de su paciente que sufre psicosis y sonríe.
-De la radio es imposible doctor.
-Sí, hágame caso, nunca le he defraudado.
-Es imposible doctor porque además de no tener pilas, a mi hijo pequeño jugando con su prima se le escurrió el transistor cayéndose en la bañera y no funciona desde hace más de 5 años.
-¡Coño!

lunes, 11 de diciembre de 2017

HIMNO


Cantemos pues complace
a los niños
cercanos a dioses
conocidos.
Cantemos al sol vino sexo
y océanos
la callada tierra que soporta
las sombras.
Cantemos la efímera
vida
fugaz brisa
y tiempo.

jueves, 30 de noviembre de 2017

BAZARES CHINOS


Cuando entré ayer por la tarde en el bazar chino de una ciudad cercana -que por cierto olía exactamente igual al que está frente a mi casa-. Ya es tino copiar el olor con una exactitud del 99%
No he dicho que entré allí para comprar adornos de Navidad porque como buen sureño de la bahía, no le prestamos el menor valor a esta fiesta, considerada como la más importante con diferencia, teniendo en cuenta que se entra en ella con dos pagas y se sale tirando de la tarjeta Visa, la que provoca infartos y alergias de tanto conservantes y papeles de regalos impresos con pinturas tóxicas. Pero claro, luego llegan mis amigos que son muy cotillas y me dicen que soy un soso y nunca pongo arbolito ni Belén y este año quería arrasar.
Paseé por los pasillos que estaban tan mal colocados como el bazar que está frente a casa ¿será del mismo dueño me pregunté? Al parecer no era así, porque el conocido tiene un Mercedes 500 y el que estaba recorriendo era una señora, china claro está, que por cierto tenía también un Mercedes 500 gris metalizado los dos, luego tanta similaridad probaba que no eran de la misma propiedad, aunque podía ser su mujer o su hija o su nuera o su madre o su prima. No seguí pensando en parentescos. Miré para ver dónde estaban las cámaras de seguridad, porque mi intención además de comprar las chuminás de Navidad, era compra un cúter que me hacía falta y que lo regalaran como cortesía china. Como comprobé que no las había, lo localicé primero y luego en ejercicio autónomo de precisión Houdini se alojó en la manga.
Cuando estaba mirando las bolas me quedé estupefacto, había de todo menos bolas: Papá Noeles, Santa Clauses, Reyes Magos, Reyes Magas, San Nicolases que escalan muro y San Nicolases que escalan balcones, los había de 10 cm, también los tenían de 15, 25 y 50 centímetros y otro muy grande de metro y medio de altura. Me gustó el de metro y medio porque me recordaba a un vecino que tuve en la calle de San Bartolomé y miré el precio, pues no era caro sólo 45€, lo puse en el minicarrito del chino, supongo que esos carritos los fabrican en China para que jueguen los niños porque son incomodísimos y además no cabe ná. El San Nicolás escalabalcones no cabía, lo puse con la cabeza boca abajo y así conseguí que no se me fuera cayendo. No se me cayó, pero sí empujaba y tiraba todo lo que se encontraba a la alturas de las botas coloradas de las estanterías por donde iba pasando, me puse como un tomate, qué vergüenza estaba pasando, todos me miraban con el escalabalcones con la cabeza clavada en el carro y los niños señalándome con la mano. -¡Mamá, mamá! Mira ese hombre, ha puesto boca abajo al muñeco de Navidad, qué tonto. Me espetó un niño que no levantaba 3 palmos. -Tonto tú niño, qué poca vergüenza tienes y menos educación. -Oiga usted, me dijo la madre, a mi ni niño ni toserle. -Señora. Le contesté, a los monos no se les presta atención, que son también criaturitas de Dios. -¡Viejo, feo, cállese! En ese momento llegó la china, la del Mercedes 500 y me dijo: -Oiga usté, ninio habla tontelía, mi calla polque mi vende adolno Navidá bonito chino, usté no hablá cosa fea ninio. Lógicamente me tuve que defender y decirle que yo no me había dirigido al niñato para nada, ni a su madre, que por cierto, se había puesto el pelo recogido en la cabeza muy apretado, tanto que parecía una lámpara de aceite de Aladino.
Un poco enfadado, me dirigí al mostrador para pagar, esperé a un par de clientes que estaban antes que yo y traté infructuosamente de sacar a San Nicolás del minicarrito, imposible, podía tirar con mala leche pero lo degollaba seguro y no era plan. La china llamó a gritos a su niño pequeño que estaba haciendo los deberes y coloreando una mariposa en un cuaderno de Rubio, sentado en el suelo por dentro del mostrador. Le gritó una cosa interminable y rarísima, con una contundencia y ojos inyectados en sangre que me acojoné. ¡Vaya con la china el carácter que tenía como para quitarle el aparcamiento a su Mercedes! El niño saltó como un resorte, abrió un cajón y tomó dos extrañas herramientas, se escurrió por debajo del mostrador y me desmontó hasta las ruedas del minicarrito en un pispas, en menos tiempo que que se persigna un cura loco y puso a San Nicolás sobre el mostrador sin el menor daño, se escurrió de nuevo, para seguir haciendo deberes tirado en el suelo de baldosas blancas muy mal colocadas.
-Son 46 eulos.
-¿Cómo 46 si pone aquí 45€?
-San Nicolás 45 eulos y el cútel lojo sin cuchilla tu manga 1 eulo, total 46 eulos. -Me quedé blanco, le pasé el billete de 50 y salí huyendo para la furgoneta. ¡Coño la china que tiene ojos águila y carácter heredado de Hitler! Ni el Mosad tiene un servicio de espionaje mejor.
Cuando llegué a casa y saqué a San Nicolás escalabalcones, me di cuenta que vivo en un bajo y se me saltaron las lágrimas, confieso que lloré, cuando me las enjugaba lo supe todo: el olor de los chinos son unos polvos que echan en el aire para que aparezcan los artículos y los precios en nuestra cara y puedan cobrarnos.
¿Y ahora qué hago con San Nicolás escalabalcones si a mi no me gusta la Navidad?

lunes, 27 de noviembre de 2017

COPLAS A CÁDIZ


Cádiz la de las mil velas
la de la gracia y salero,
tú la capital del paro,
imperio del desempleo.
Súbete a Torre Tavira
y cántale al mundo entero:
que eres isla soberana
destino de los veleros.
Que te ríes de la desgracia
y bailas siempre descalza
bañándote en los esteros.
Haz puesto a tus pies el mundo
con tu taconeo rotundo,
de las hetairas el pelo
y sus poderosos muslos
envidia del terciopelo.
De Gades son los placeres
ya lo dijo Salomón,
muchísimos los saberes
y ni pizca de ambición.
Siempre joven, siempre niña
a bordo de una cantiña,
si miras a la bahía:
ya ves de Rota sus huertos,
los pinares de los Puertos
y sus luces como el día,
Chiclana y la de León,
que todo tus hijos son
al compás de una alegría.

viernes, 24 de noviembre de 2017

MICRORRELATO IX RECUENTO DE BAJAS



De no haberse comprado el sofisticado equipo de misiles, a nadie se le hubiese ocurrido utilizarlos.

jueves, 23 de noviembre de 2017

ACTA DE RENDICIÓN -Microrrelato-


Nuestra guerra estaba perdida de antemano, ellos tenían millones de drones armados y nosotros tirachinas sin gomas.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

CEGUERA DE AMOR


En la agencia de viajes no había entrado nadie en los últimos 4 días y Elena estaba de los nervios, ya no sabía qué hacer o dónde mirar para no entrar en estado Almodóvar. Se miró en el espejo de la columna y decidió buscar en el despacho interior para ver si encontraba algún cigarrillo olvidado en alguno de los cajones, los mismos que ella iba dejando despistados para ocasiones en que se veía sumida en ese preciso momento. Lo encontró, algo amarillento y reseco, sin pensárselo dos veces tomó el encendedor de sobremesa y le prendió fuego. Su primera bocanada fue espectacular, cerró los ojos y respiró. Entró al baño y se estaba retocando un poco cuando entraron un par de clientes. ¡Maldita sea para una vez que fumo en meses me entran y parece que vienen decididos a comprar porque se ríen mucho! Depositó el cigarrillo en la jabonera tras apagarlo, luego se lo fumaría más tranquila.

Buenas tardes -Dijo Elena, mostrando su mejor sonrisa a la pareja. ¿Qué se le ofrece a ustedes de nuestros servicios?
-Pues venimos a que nos organice un gran viaje. Dijo ella, una mujer de unos 30 y picos años con acento de Extremadura.
-Sí, pero que sea uno de los buenos. Apuntó él, porque un día es un día.
Elena los escuchó contenta porque esperaba poder pagar el mes de renta del local y la cuota de autónomos.
-Bien. -Dijo Elena. Los veo muy contentos ¿como de cuánto tiempo disponemos?
-El tiempo se escapa de los dedos y es muy difícil de medir. Contesta ella, a la vez que su pareja la tomaba de las manos acariciándolas, pero nosotros debemos hacerlo largo, si es posible inmenso, interminable. Él asentía con la cabeza. -Sepa usted que nos ha tocado la lotería a los dos.
-¿Es eso cierto? No saben ustedes lo que me alegro, puedo asegurarles que buscaremos lugares maravillosos, momentos de emoción y sobre todo paz y amor, porque al parecer ustedes se quieren y mucho.
-Así es. Respondió el hombre. Vamos a ello, hoy es nuestro día.
Elena comenzó a escribir en la pantalla, salida del aeropuerto de Jerez destino París donde permanecerán 5 días en un magnífico hotel de 5 estrellas, junto a los Jardines del Campo de Marte, de allí a Praga para que puedan fundirse con la atmósfera barroca y culta de la ciudad más bella de Europa junto a San Petesburgo, ciudad que también visitarán, más tarde Oslo y luego Peking...
Y en ese momento Elena paró de escribir y les preguntó: -¿Disculpen qué premio les ha tocado?
-¡El premio gordo! Dijeron al unísono. -Nos han finalmente contratados en la ONCE porque somos invidentes. Estamos viviendo el momento más feliz de nuestra vida. Ahora sí somos ricos, volvemos a tener ilusión, estamos ciegos de amor y sobre todo hemos recuperado la dignidad. ¿Existe un premio mayor para una pareja que se quiere?
Elena, la propietaria de la agencia de viajes, también se había contaminado de la ceguera del amor y de la suerte de la pareja, mientras que por su mejilla se deslizaban lágrimas de alegría.

martes, 21 de noviembre de 2017

CHARLA POR SKYPE


La de conversaciones que mantenemos entre los tres, desde luego, parece mentira lo bien que nos llevamos los de la nobleza. Si no fuera por nosotros qué sería de esta tierra.
-¿Cómo andas Juanito?
-Ahora está la cosa un poco regular por lo de los catalinos.
-Eso se veía venir desde Felipe de Anjou.
-¡No me hables de Felipe de Anjou que hay un tal Errazkin que lo ha retratao y para colmo ha escrito un libro que se titula: "Hasta la coronilla de los Borbones"!
-No te lo quería decir, pero lo lo he leído, ¿qué podíamos esperar de un vasco nacido en Cádiz?
-¿De mararmaos cómo está cosa Jesús María?
-No tenemos ahora congelados porque 4 guiris y el cocinero de los mares siderales no para de largar y se han puesto a 12 euros...
-¿El perro no ladra ni nada?
-Es que es republicano, como es negro y ya sabes que negros era el insulto de los monárquicos a los liberales. Por cierto Juanito ¿has hablado recientemente con Marianito?
-Me esquiva el joío. ¿Porqué me lo preguntas, necesitas algo?
-Sí, que le digas por favor que me tiene hasta los mismísimos de hablar del secesionismo y de no subir las pensiones a la servidumbre plebeya y que le queda menos vida que a Locomotoro. No te lo creerás pero se me ha puesto en huelga la servidumbre.
-¡No me lo puedo creer!
-Lo que oyes, esta tarde le pedía a Sebastián un Campari poco agitado y me trajo un gin & Tonic. Me enfadé lógicamente y le exigí la rodaja de limón negándola argumentando que estaba de servicios mínimos. ¿Te lo puedes creer?
-Ya me lo creo todo, si llegaron a pedir cárcel para mi hija y ahora quieren que ingrese en Carabanchel mi yerno el guapo.
-Bueno, te dejo y ya hablaremos que tengo el coñazo del discurso de Navidad.
-Lo tuyo no está pagado Juanito, entre safaris, discotecas y discursos ya no estás para nadie. Por cierto, me estoy pensando si quedarme para escucharlo, espero que no se te ocurra hablar del paro y de esas cosas que me dan urticaria, ¿merece la pena?-¡Ni se te ocurra es un refrito del mismo latazo de siempre, si está escrito por nuestro primo el Duque de las Mollejas!
-Ahhhhhhhhhh tienes el cielo imperial ganado Juanito, te lo digo yo que soy de la familia. Un beso a Corinha.

viernes, 17 de noviembre de 2017

LA MUJER DEL REPARTIDOR DEL KAS Y THE BEATLES

LA MUJER DEL REPARTIDOR DE KAS Y THE BEATLES"

Mi primer amor fue una jerezana de treinta y tantos años que la melena le llegaba donde la espalda pierde su nombre, con 2 hijos y su marido era el repartidor del Kas. 

Amor secreto porque yo andaría por los 11 o los 12 años y apoyado sobre el mostrador, colocaba los brazos en V invertida y la miraba interminablemente, ella siempre se sentaba en la penúltima mesa de la derecha pegada a los cañizos y al fondo la orilla de la playa, el lugar más fresco de nuestro kiosko. Jesús, que era su marido, me quería muchísimo y siempre andaba dándome bromas para que sonriera. Venía molido de bajar y subir cajas del camión de reparto del Kas. Siempre llegaba bastante tarde y se llevaba en el camión de la empresa a su mujer e hijos.

Mi amor platónico, mi secreto mejor guardado, le llevaba lo que me pidiera con la máxima celeridad, sin tener en cuenta si otros tenían comandas anteriores -un amor es un amor pensaba- mientras en el pick-up de pilas gordas-, sonaba el single de The Beatles y su Yesterday:

"Why she
had to go I don't know, she wouldn't say.
I said,
something wrong, now I long for yesterday..."

Nunca se lo dije ya que nada podía hacer un niño del Puerto tan pequeño con toda una mujer como ella, siendo además de Jerez -con lo lejos que eso estaba y el calor que allí hace- se reirían de mi. Lo mantuve en el secreto mejor vigilado de mi intrahistoria, lástima que todos lo sabían. Lo supe porque en cierta ocasión mi madre que por la tardes se sentaba con ella, le decía pídele algo a mi hijo que yo te convido y verás el salto que pega para atenderte, está prendadamente enamorado de ti y eso es bueno, mi niño chico me ha salido un buen machote.

"Yesterday,
love was such an easy game to play
now I need a place to hide away.
Oh I believe in yesterday." 

martes, 14 de noviembre de 2017

LA ÚLTIMA NOCHE


Todo me está saliendo mal esta puta noche, pasan de las 2 de la mañana y siento unos ardores que me están matando, seguro que han sido la putas papas alioli que estarían rancias. ¡Maldita sea que casi me comí la tarrina! No queda otro remedio que salir al camino con la mala noche que hace y acercarme a la farmacia de guardia. Menos mal que está internet y puedo enterarme de la que es sin ir pordioseando de una en otra, para colmo el coche lo dejé ayer en el taller para cambiarle las pastillas de frenos y pasar la ITV. En fin, echaré cojones y saldré a la calle.

Me pondré el chubasquero verde bueno que tiene gorro y cogeré paraguas. Lo llevaré a sabiendas que es una tontería porque nunca llueve para abajo como Dios manda, sino para los lados. Si es que no hacen nada bien, debe llover para abajo y el paraguas como su nombre indica lo pararía, pues no, bueno salgo. Me recibió una bocanada de lluvia helada que me puso perdido nada más salir del porche, al llegar a la cancela el paraguas se dobló y no podía enmendarlo de ninguna manera, lo tiré al césped. Salí. La noche estaba horrorosa, los vaqueros aguantaban los aguaceros de aquella manera pero avanzaba por el camino encharcado. Cuándo podremos arreglar el camino cochambroso éste, cuándo terminaremos la regularización de los cojones, cuándo, cuándo, cuándo.

Esquivo un boquete y en ese momento oigo un estruendo tremebundo casi encima mía, seguido de un rayo que lo ilumina todo, suficiente para darme cuente que no voy por el asfalto al mojárseme las gafas me he metido por uno de los cuarterones no asfaltados y voy dirección a Sanlúcar. Trato de enmendarme y no lo consigo, vuelvo al camino pero allí resbalo, caigo al suelo y me hago daño en el tobillo izquierdo. ¡Lo que faltaba! ¿No podían inventarse una telefarmacia como hacen con las pizzas y el pescado frito, no se le ha ocurrido a nadie? No es para reírse, estoy tirado entre el arcén y el camino empapado, estoy llorando, pensaba que era la lluvia pero soy yo que estoy llorando. Lloro de rabia, lloro de impotencia, lloro de cabreo. ¡Me cago en la putísima madre de las papas con alioli, en las noches de lluvia que no llueve para abajo, en las farmacias de guardia, en los caminos encharcados, en los tobillos con esguinces, me cago en todo lo que se menea!

Y en ese momento veo una luz o creo que veo una luz. Me quito las gafas porque con la lluvia no me sirven para nada y las guardo donde puedo. Otro trueno seguido de chubascos violentísimos y tirado en el camino con un dolor del tobillo que lo sentía hasta en la nariz. Otro trueno, más lluvia. ¿Pero esto cómo puede estar pasándome? Otra luz, veo una luz. Sí es una luz y un ruido grande, estremecedor, metálico, qué cosa más rara me está pasando si por este camino no pasa nadie. Eso debe ser que ya estoy delirando por la fiebre, porque seguro que tengo fiebre y bien alta, 40 como poco. ¡Coño lo que me duele el tobillo y no me puedo levantar! La luz viene muy lentamente, es una luz potente como el ruido. Es el final, el día del Juicio Final. Vaya manera de presentarme al juicio cristiano de los cojones, empapado, tirado en el suelo y con un tobillo seguro con esguince o rotura. Qué mala suerte y cuando se enteren que soy ateo ya ni te digo. Me temo que es la luz de túnel que lleva a la muerte.

Desde el objeto que avanza hasta mi muy lentamente mi ángel de la guarda habla con el subjefe de guardia en el cielo. –Mira que soy Paco el ángel de la guarda de Jesús María. Sí, se ha caído en su camino del campo, parece que hay rotura tobillo derecho y fiebre alta ¿qué hago?
-Por supuesto ayudarlo, esa es tu misión.
-¿Cómo, si yo no he estudiado traumatología sino Comercio Exterior, de lo que le pasa a mi pupilo no tengo la menor idea?
-Improvisa. Le dicen desde el cielo.
-¿Cómo que improvise, os habéis vuelto locos? Y sobre todo ahora que con los recortes me habéis colocado también de tractorista de una explotación de transgénicos, porque como en el cielo no se duerme para optimizar recursos y aquí estoy, con el tractor que vaya noche más mala. Por cierto, apunta que se ha fundido la luz del faro derecho y me voy apañando con el que queda. Ah, cuando puedan que arreglen el tubo de escape porque el tractor hacer un ruido infernal.
-Que improvises, para eso eres su ángel de la guarda.
-Vale, a sus órdenes ya estoy llegando y lo veo fatal. Lo veo muy mal.
-Que no se te muera que eres su ángel.
-Haremos lo que podamos.

Se baja mi ángel de la guarda y se acerca para preguntarme lo que me pasa. No lo veo bien porque me guardé las gafas, pero le cuento que salí por los ardores de estómago, se partió el paraguas, me despisté, salí del camino, metí el pie en un boquete y tengo fiebre y mucho dolor en el tobillo. Me interrumpe. –No siga que no soy médico, soy tu ángel de la guarda pero estudié Comercio Exterior, de fracturas no entiendo nada.
-¿Qué?
-Que soy Paco, tu ángel de la guarda, que vengo a socorrerte y estoy pensando que no te puedo subir al tractor porque es antiguo y sólo tiene un asiento. Déjame pensar. Vaya lo que llueve aquí me estoy poniendo empapado también. ¿Se te ocurre alguna idea? Estoy a tu disposición.
-Claro que se me ocurre una idea. ¿Tienes teléfono móvil?
-¡Por supuesto y es corporativo del cielo no se paga nada en las llamadas, nos la regalan las compañías por ser ángeles!
-Llama al 112, llámalo cuanto antes. Mira que venir a socorrerme con un tractor, qué cutres sois.
-Eso mismo le estaba diciendo a mi ángel subjefe de guardia hace un momento, desde que el cielo firmó un contrato con la multinacional Monsanto vamos de puto culo.

jueves, 2 de noviembre de 2017

LA PONENCIA QUE EL MUNDO ESPERABA



Ten amigos para esto! Pongo en mi muro que voy a participar en una megaimportante mesa debate, escribo el título de MI ponencia -que reconozco me lo he inventado sobre la marcha-, "La única posibilidad de cambiar la dependencia industrial bélica pasa por la creación de iniciativas y explotaciones económicas en los espacios ociosos de tantas y tantas instalaciones militares en la provincia" y nadie, nadie me escribe diciéndome, aunque sean las más cochinas de las mentiras:
-Me encantaría estar ahí pero tengo que cuidar a mi nieta;
-Qué lástima sea en sábado cuando ese día me he convertido en voluntario ecologista para dar de comer a las lagartijas enfermas del parque genovés;
-Precisamente el sábado, cuando he ligado con una chica monísima y es el único día que sus padres esquían en Baqueira Beret -porque son amigos de Bárcenas;
-O cualquier otra falsedad piadosa.


Nada, nada, que decepción más grande, me encontraré allí solo, hablándole a las paredes a los plafones del techo, a los interruptores, contando las losas del suelo, mirando a los conserjes consultar sus teléfonos y comprobar que piensan, aunque no lo digan: -Otro capullo intentado arreglar el mundo, arregla tu vida viejo que es muy triste. Por no comentar las cara y cachondeo de los servicios de limpieza esperando, dejados caer sobre sus respectivos palos de las fregonas; las telarañas asustadas por la iluminación de la cortinas traseras y mientras tanto, yo allí, triste, cariacontecido, desmoronado, desbaratado que decía el Gran Fofito. Y no quiero ni pensar que como ya me ha ocurrido en otras ocasiones me equivoque de día y me encuentre que o ya la mesa debate se ha desarrollado o simplemente fue suspendida por falta de público.

Ya siento el descrédito y la falta de interés y eso que todavía no he participado, con lo que supone tanta elocuencia y conocimientos que me ha costado escribir, discurso para la historia que me he leído 4 ó 5 veces en voz alta para que no se me pase de tiempo y así parezca que es una cosa fresca y discurra mi voz como una fresca brisa que resuelva el paro de la bahía.

Hasta Inda y su inseparable compañero Marhuenda han mostrado ya qyue están enfadados por no haber sido invitados a la mesa redonda en sendos editoriales de los prestigiosos medios OKDiario y La Razón, ellos que de otra cosa nos sabrán pero el lenguaje bélico lo bordan en la Sexta. Por no citar el montaje que seguro están tejiendo allí lo servicios de inteligencia del MOSAD israelí, Pravda, la antigua KGB ahora rebautizado como Pizzería La Bella Rusia, CIA, FBI, NSI, NISO o la inteligencia nacional. Todas las grandes potencias ansiando conocer de primera mano todo aquello que se pueda decir.

¿Y mi mujer? Mirando hacia todos lados y pensando lo torpe que soy y como me dejo embromar en todas las paridas en las que alguien no encuentra nadie que participe para que yo me coma el marrón.

¡Qué duro es haber sido señalado por los dioses para enseñar el camino recto a los humanos! Menos mal que me queda la satisfacción que algo tan importante como es la paz, la única y verdadera -no la de Trump, Putin o Kim Yong-un todos unos mindundis, esa paz y libertad dependerá de lo que yo diga allí, además, no olvidemos que puestos a engañar todos estamos capacitados para ellos, no sólo los poderosos, los pigmeos también sabemos.

Espero que vaya al menos alguien que tenga la llave y sepa encender el salón de actos, porque leer mi ponencia con una linterna de 1,50€ comprada en el bazar chino me parece de lo más cutre, pero en peores me he visto.

INVITACIÓN MESA REDONDA EN CÁDIZ
Centro Cultural Reina Sofía (Antiguo Gobierno Militar)
Alameda Apodaca a las 11 horas de la mañana.



Tema: EXISTE UNA POSIBILIDAD A LA INDUSTRIA BÉLICA EN LA PROVINCIA DE CÁDIZ

lunes, 30 de octubre de 2017

OFERTA DE HOY: ¡¡¡LA VIDA ETERNA TESTIGOS DE JEHOVÁ!!!


El viernes pasado me pararon un par de Testigos de Jehová, muy educados, apostados en la Avenida de la Diputación. Me saludaron, les atendí, tenían dispuestos dos montajitos con propaganda y libretos de sus creencias. Preguntaron cosas como entre mis muchos defectos no está ser desagradable, contesté con gran paciencia por mi parte. Eran un padre y un hijo vestidos como si hubiesen salido de los años 60.
Llegaron a la osadía de preguntar si creía en la paz, a lo que contesté que mira si la tenía en gran prestigio que incluso estaba respondiendo a sus preguntas, hablaron también de pasajes de la Biblia de los que no tenían ni la más remota idea, manuscritos del Mar Muerto y otros textos. Como se iban envalentonando decidí cortar por lo sano. 
Con toda humildad me confesé ateo, pero les dije que me parecía bien que ellos tuviesen fe y además, admiraba que en lugar de hacer otras cosas tratasen de salvar al mundo. El padre, me dijo que si no creía en nada cómo explicaba la creación de universo, ya me estaban tocando los bajos. Respondí que existen certezas científicas que muestran bien a las claras el nacimiento de la vida en la galaxia que conocemos pero que me permitiesen a mi formular algunas preguntas como: ¿si sabían desarrollar en un encerado la Teoría de la Relatividad de Einstein? ¿Si se atrevía a enunciar Leyes de la Termodinámica, tanto la Primera como la Segunda?¿El Big Bang? ¿Si habían oído hablar del bolsón de Higgs? ¿Si en alguna ocasión se habían interesado por la Teoría de las Cuerdas? ¿Los Universos Paralelos? ¿La teoría de Punto Cero? ¿La Teoría de Fibonacci? ¿Si conocían, al menos de pasada a Ptolomeo, Newton, David Bohm y el Concepto de Universo en bloque? ¿si eran capaces de desarrollar una simple ecuación de dos incógnitas? ¿Si habían leído algo sobre Nietzsche, Kant, Gramsci, Marx, Descartes o Marie Curie? De eso sabían poco, pero me ofrecieron los panfletos que tenían allí con títulos enloquecidos o si entraba en internet, podía -siguiendo sus consejos- conseguir la vida eterna.

En ese preciso momento me cabreé ya mucho y les dije: ¡Miren, por favor, en el improbable caso que exista la mierda vida eterna se la cedo al fundador de los Testigos de Jehová! Lo dije con todas las de la ley porque lo que me falta ya es verme eternamente jodido con tanta gente inculta a mi lado, que no ha leído un libro en su puta vida y además me obliga a seguir sus convicciones. Lo que me faltaba, seguir vivo mientras contemplo las muertes de todos mis seres queridos, de mis vecinos y compañeros, de mis creencias y cultura y además, aguantando a gente como vosotros vendiendo la vida eterna por las calles y avenidas: ¡Dejadme morir tranquilo sin dioses y convertirme en polvo que se pegue a los zapatos, se confunda con la caja de cartón con mis restos del tanatorio, descansar de tantos sinvergüenzas, ladrones y mentirosos como he tenido que soportar a lo largo de mi vida! 
¿Ni eso siquiera me van a permitir los Testigos de Jehová de los cojones!

sábado, 28 de octubre de 2017

TRABAJO DE CIENCIAS SOCIALES


-Papi ¿me explicas la diferencia entre un votante de derechas y otro de izquierdas para un trabajo del Instituto?
-Al de derechas le puede pisar Rajoy o Rivera el pie con un tractor, que al día siguiente llama a una ambulancia y los vota sonriendo.
-¿Y al de izquierda qué?
-Al de izquierda lo putea su líder y se caga en su puta madre durante 7 meses seguidos y no los vota nunca más.
-¿Qué distintos son papi?
-No lo sabes tú muy bien, ya te enterarás en propia carne.

lunes, 23 de octubre de 2017

MARCIANOS

-¿Otra vez ha detenido al viejo ése Pérez?
-Sí Señoría.
-¿Y qué ha hecho ese tostonazo que me amarga todas las guardias?
-Que habla con los marcianos.
-¿Cómo?
-Que no para de hablar con marcianos.
-¡Qué barbaridad! ¿Y habla de verdad?
-Por eso lo he detenido.
-Pero eso es un descubrimiento científico de primera magnitud. Debemos preguntarnos porqué los marcianos han elegido al viejo para comunicarse con él. Es de lo más interesante, pero no es motivo para detenerlo Pérez, se ha pasado usted tres pueblos y varios apeaderos de tren.
-Pero no para de hablar con los marcianos Señoría, incluso se han quejado los propios marcianos.
-¿Cómo dice usted Pérez, se ha vuelto loco?
-Ayer, tuvimos que detenerlo porque se abrazó al televisor de plasma de la cafetería frente al Congreso y repetía: -Marciano, Marciano defiende España, defiende España.
-Bah, eso es una mera anécdota.
-Qué anécdota, ni anécdota que Marciano le contestaba: -Ni subo ni bajo, ni voy ni vengo, ni quiero ni puedo pero defiendo España y el 155. Tuve que detenerlo Señoría. Lo siento, ahí lo tiene en los calabozos.

sábado, 21 de octubre de 2017

MICRORRELATO XI -NO SE DEBE DISPARAR DEMASIADO CERCA

Primero me ató y torturó, después acercó su cabeza a la mía con odio, me disparó entre los ojos repetidamente hasta que mi sangre -a borbotones- primero lo mancharon y luego fue tragándosela hasta suicidarse.

TRANKISUSANIN (Pesoetiviol) 500mg Laboratorios Junta Andalucía)


-Buenas tardes vengo a revisarme la vista.
-Siéntese. ¿Qué letra es ésta?
-La E.
-¿Y esta otra tan pequeña?
-La P.
-Usted ve perfectamente, no necesita graduarse la vista.
-Sí señor, pero estoy muy preocupado.
-Pero si no se ha equivocado en nada.
-Si no es por eso, es que cuando leo El País o El Mundo, veo Antena 3, TVE o La Vanguardia tengo la impresión que lo que estoy leyendo es siempre el periodicucho La razón. ¿Qué me pasa doctor?
-No es el primer caso como el suyo que me llega a la consulta, tendremos que estudiarlo con más tiempo. Tómese Trankisusanín Forte de 500mg cada 4 horas. Reposo absoluto, nada de leer, radio ni televisión y vuelva el mes que viene.

sábado, 14 de octubre de 2017

CRÓNICA DE LA BASE POR LA ALTURA

RELATOS DE LA BASE POR LA ALTURA
Los sábados eran terribles sobre todo si hacía calor, al cansancio de trabajar 40 horas a la semana, se sumaban las otras 8 horas más de los temibles sábados.
Tengo la absoluta convicción que nuestra oficina posiblemente fuese la localización que Billy Wilder eligiese para rodar El Apartamento. 
Cuando se entraba en el edificio 55 y se miraba hacia la derecha la vista era lastimosa: 6 hileras interminables de mesas metálicas grises, dos de ellas a derecha del pasillo y cercanas a los ventanales y las otras, situada a la izquierda en la semipenunmbra, todas ellas con los cables conectados al techo y flanqueadas a izquierda y derecha de las mismas por unos portapadocumentos también metálicos y de idéntico color de 4, 5 o más alturas. Siguiendo la regla de la organización los portapapeles llevaban pegados en el extremo superior derecho la palabra INCOMING y en el otro OUTGOING. En todos ellos, también a la derecha del escritorio se ocultaba por un sorprendente mecanismo, una máquina de escribir Underwood manual y sobre ella, bien a la derecha o a la izquierda máquinas de calcular manuales. Los suelos eran de linóleo y paredes grises. Todo era gris allí.
La primera vez que me asomé experimenté posiblemente la misma sensación que don Miguel de Cervantes cuando le colocaron los grilletes y sentaron sobre un banco de una galera turquesa. Nunca he sentido la desesperación de estar uncido a un remo pero sí he llorado por estarlo a una mesa de escritorio.
Cuando se está mal lo mejor es trabajar y no pensar, impedir a toda costa que la mente te juegue malas pasadas y te recuerde tu condición de lumpen. Eso hacía yo, no paraba de tomar pedidos del portadocumento que llevaba rotulado INCOMING, realizar las comprobaciones oportunas en aquellos libros que ocupaban un cuadrado en la zona central de la oficina. Por cierto, eran libros sin tapas, atados por tornillos y algunos tenía una anchura superior a los 5 metros de ancho. Yo no entendía nada. Por eso, lejos de pararme a fumar o charlar sobre fútbol como la mayoría de compañeras y compañeros, insistía de forma obsesiva en trasladar pedidos de entrada al casillero de salida. Tanto fue así que en cierta ocasión me llamaron de dirección para comunicarme que había ascendido con todos los honores hasta la zona cercana a las ventanas, la promoción incluía sustanciosa subida económica. Me quedé perplejo.
En el nuevo empleo -podía mirar a través de las espaciosas ventanas de cuchilla- cambiaron mis funciones, alguien extrajo la máquina de escribir del falso cajón situados a la derecha de mi escritorio, allí estaba mi nuevo remo para navegar el mar Mediterráneo, se trataba de un Royal HH Heavy Duty pro para escribir telex. Me convertí en más máquina escribiendo telex que mi propia máquina. Me volvieron a ascender y ofrecieron un contrato indefinido. Seguía sin entender nada. En el nuevo empleo debía redactar las órdenes para que el contratista entregase los efectos personales de los miembros militares y civiles llegados a las distintas bases españolas, portuguesas y marroquí de Kenitra para entregarlas en sus domicilios, también el proceso contrario. Sumaron a mis funciones controlar los préstamos de muebles, electrodomésticos y utensilios de cocina. Me apresté a ello, también me ascendieron.
En cierto momento, inesperadamente, me reconocí sentado junto a la ventana mirando a mis compañeros en la zona de los jefe, por cierto donde no se hacía nada, el trabajo lo ejecutaban los otros. Ocupaba ya un espacio de la dirección y no lo había pretendido nunca. Hacía calor aquella tarde, los ojos se me iban cerrando, era sábado y mis jefes norteamericanos tenían jornadas de lunes a viernes. A mi lado estaba sentado un hombre que me triplicaba la edad, decía que era sevillano pero por lo que decía posiblemente fuese de Estepa, había entrado a trabajar para los estadounidenses en Morón y su apellido era Castrillo de Aronós Pérez. Se ufanaba de pertenecer a la nobleza. El calor era sofocante, quedaban varias horas para tomar los autobuses y recordé su afición por los títulos nobiliarios. Se me ocurrió gastarle una broma, tomé el Diario de Cádiz que publicaba ese día alguno y le dije: -Fadrique ¿se trata este escudo del tuyo? Se ofendió. Levántose airado se dirigió a todos nosotros con voz solemne. -No me gusta dármelas de nada (eso no era verdad) pero soy Fadrique Castillo de Aronós y Martínez. Abrió un cajón, sacó una caja de madera de polvorones de Estepa, le gustaban muchísimo los mantecados, nos las mostró a todos y dijo señalando un escudo raído en su tapa : -No descienden de Castilla los Castrillo de Aronós, son los Reyes de Castilla los que descienden de nos.
Debido al sofocante calor del verano, algunos sábados en nuestra oficina, los reyes se trocaban momentáneamente en vasallos y las viejas cajas de polvorones impartían lecciones de historia.

viernes, 13 de octubre de 2017

BARRIADA DE LA ALEGRÍA



Corría el año 1971 de la Cruzada Franquista en Jerez de la Frontera. Estaba trabajando en una pequeña bodega jerezana de la calle Lechugas, barrio de Santiago llamada Tabajete.
Todos los días, entre las 2 y las 4 de la tarde, me veía obligado a vagabundear por Jerez hasta que se abriese nuevamente mi puesto de trabajo para la jornada de la tarde. Sabedor de ello, un compañero que tenía una Vespa (y nunca me prestó el muy canalla), me soltó un montón de letras (efectos al cobro aceptados e impagados), por si podía cobrar alguno de ellos y llevarme el 10%. En mi desesperación acepté. 
Deambulé por calles y plazas, barriadas y descampados: nadie me pagaba. Los efectos eran -ya se puede decir porque la empresa no existe- de Unión Radio y Foto-Vox de la calle Francos. Pasaban los días y cambié de filosofía, las letras me servían para ir conociendo la bellísima ciudad, hasta que tuve la mala suerte de verme llamando a la puerta de un piso en la barriada de la Alegría en La Alcubilla. Me recibió una viuda, íntegramente vestida de negro, no mayor de 40 años y varios hijos pequeños sentados sobre una desvencijada mesa de comedor arrinconada contra una esquina y en otro lugar de la minúscula pieza, una cama también contra otra de las esquinas, sobre la mesa estaba el televisor en blanco y negro y los niños ajenos a la tragedia miraban sentados sobre ella el Telediario.
Bajo el ventanuco, una cocina de butano de dos fuegos colocada sobre el suelo sobre un cartón abierto de 12 botellas de Fino La Ina y algo que olía a puchero hirviendo sobre ella. Ante tal espéctaculo de pobreza extrema y vergonzante me quedé sin argumentos. La mujer, amable en su profunda tristeza me preguntó por el motivo de mi visita, por mi parte me vi incapaz de hilar un discurso lógico aunque pretendía en mi inocencia, que aquella mujer pagase las 23 letras firmadas por su esposo pendientes del televisor adquirido, sólo había pagado una. Ella misma admitió que le constaba no haber podido abonar los cargos mensuales pero que comprobase las circunstancias en las que se veía tras la muerte de su esposo, trabajador en un cortijo de González Byass hacía algo más de un año, dejándola viuda y varios niños pequeños sin pensión alguna porque el señorito no había dado de alta a su esposo que llevaba bastantes años trabajando en el cortijo del prócer. No tenían ingreso alguno, se lo habían llevado todo de aquel minúsculo partidito y que no podía ya quitarle a sus hijos el televisor.
Quedé petrificado. Iba vestido de un impecable y perfecto traje de alpaca verde, confeccionado a medida por el célebre sastre de Moresco y Salvatierra muy amigo de mi familia. Miré al suelo, recorrí la única habitación, el ventanuco abierto para que el humo del puchero escapara por él, a los niños sentados sobre la vieja mesa de comedor arañada pseudoimperio con patas redondeadas, la cama de matrimonio y sobre ella dulcemente doblada la ropa de los niños y aquella mujer vestida íntegramente de negro mirándome y tratando de esbozar una sonrisa. Un relámpago de indignación me recorrió todo el cuerpo, allí estaba yo con 18 años, con unos zapatos donde te podías mirar de lo brillantes que estaban, mi madre de noche se encargaba de ellos, mi traje precioso, la camisa inmaculada, las letras de cambio impagadas y mi pluma estilográfica Parker. Tuvo que ser ella la que me dijera si me pasaba algo, tuvo que ser ella la que apartara la ropa de sus hijos de la cama, tuvo que ser ella quien me diese un vaso de agua porque no podía articular palabras ante tanta tragedia e injusticia. Posiblemente fuese el momento en que desperté a la solidaridad para con los pobres.
Cuando me repuse, en una pulsión innata y abandonando toda razón, saqué del bolsillo interior izquierdo -el situado en mi pecho-, los 23 efectos bancarios cosidos por una grapa y mientras miraba a los niños iba rompiendo uno a uno tales efectos y tirándolos al suelo de la habitación. La mujer me miraba atónita, los niños miraban la televisión donde policías grises conducían a sindicalistas en lecheras SEAT 1500 y furgonetas DKV a la Dirección General de Seguridad en Madrid, mientras tanto el puchero seguía hirviendo. Besé a aquella pobre mujer y le dije que no se preocupase más por el maldito televisor de Anión Radio y Foto-Vox. Entonces advertí que en la habitación había otra cosa, un almanaque de Explosivos Riotinto donde una escopeta superpuesta estaba dejada caer sobre una silla y de ésta dos perdices abatidas, las mismas que en aquel particular momento volvieron a la vida y escaparon por el ventanuco.

Cuando salí a la calle no volví a la bodega, me senté en el poyete de uno de los escaparates de la tienda que había vendido el electrodoméstico y esperé la apertura de la misma. En cuanto abrieron, pregunté por el propietario y le devolví todas las letras, no sin antes explicarle que no buscase las del televisor de la barriada de la Alegría porque yo las había roto una por una y que no molestase más a la pobre mujer.
No siempre, pero en ciertas ocasiones en la barriada de la Alegría sale el sol.