Me lo habían dicho por ahí, todos los viajeros, tarde o temprano terminan en la cola de un McDonald´s en Peking, pero sinceramente no les había prestado demasiada atención, preocupado como siempre en mirar de reojo a la vecina.
De pronto un sonido raro, como de aviso me alertó en el ordenador, pero no acerté a descubrirlo. Nuevamente el aviso y entonces sí apareció el icono de Skype. Parece que alguien me llama. Picaré.
-¡Coño pero si es niño de Conil! ¿Dónde estás?
-En Pekíng tío, estoy es el mismísimo Pekíng.
-¿Pero que me dices y para qué has ido?
-Colecciono fotos en los McDonald´s
-¿Cómo?
-Estoy dándole la vuelta al mundo y haciéndome fotos en los McDonald´s más insolitos. Por cierto mañana me toca Seúl.
Si es lo que yo digo, quien patente fotos de todos los McDonald´s y por 5 euros te permitan poner tu cara en la foto se hace millonario.
martes, 26 de enero de 2010
domingo, 24 de enero de 2010
LAS CÁMARAS DE HACIENDA
Algo deben temerse en las delegaciones de Hacienda cuando nos hacen pasar a través de un arco y revisan nuestras pertenencias con cámaras.
No creo que tengan la conciencia muy tranquila esos tipos, algo ocultan.
A las pruebas me remito, primero te hace pasar la humillación de mirarte a través de rayos X, una clara muestra de su tendencia voyeur que ocultan con sobres e impresos que llaman modelos. ¿Modelos? Efectivamente, les interesamos aparte de sacarnos los dineros como modelos y cuando pasamos por el arco, nos hacen fotos desnudos que posiblemente venderán en el mercado negro de la hacienda internacional.
Me imagino los anuncios: "Cambio calvo de 50 años de 183 cm. de altura por gordita de 22 años hasta 170 cm."
¡Qué poca vergüenza tiene la gente de Hacienda!
No creo que tengan la conciencia muy tranquila esos tipos, algo ocultan.
A las pruebas me remito, primero te hace pasar la humillación de mirarte a través de rayos X, una clara muestra de su tendencia voyeur que ocultan con sobres e impresos que llaman modelos. ¿Modelos? Efectivamente, les interesamos aparte de sacarnos los dineros como modelos y cuando pasamos por el arco, nos hacen fotos desnudos que posiblemente venderán en el mercado negro de la hacienda internacional.
Me imagino los anuncios: "Cambio calvo de 50 años de 183 cm. de altura por gordita de 22 años hasta 170 cm."
¡Qué poca vergüenza tiene la gente de Hacienda!
jueves, 21 de enero de 2010
PREPARANDO MI CONFERENCIA
Tengo que prepararlo todo para el día 3, ya falta casi nada par la conferencia y como siempre lo llevo todo a retortero. Vamos a ver, voy a abrir el Word. ¿Cómo se llamaba el documento que no lo recuerdo? Pintura a la altura, no creo, pintura madura, tampoco, bueno, pues voy a poner aquí en en el buscador la palabra pintura y ya me dará algo, creo que es lo mejor. Pues si que va rápido esto de la búsqueda, míralo ése es. Claro por eso no lo encontraba, el documento se llama Pintura y locura.doc. Desde luego es que no, es que no puede ser.
Ahora tengo que hacer lo mismo con el Power Point, espero haberlo llamado igual. Pues sí esta vez si he acertado. Lo abriré, me parece bien, no es que sea una maravilla pero para Jerez valdrá.
Tengo que decir algo que impacte en el público y me recuerden por los siglos de los siglos. Quiero salir de la Escuela en un palanquín llevado por 7 rubias platino en tangas hasta el Gallo Azul.
Creo que no voy a buscar a nadie para que me presente, lo haré yo mismo. Diré que vengo comisionado por el F.B.I. como observador de los movimientos culturales en los escenarios del teatro Mediterráneo Sur, que me parece una cosa tan sin sentido que incluso puede creerse.
Sobre la pintura diré cuatro palabras vacías no olvidando mencionar las de siempre: cosmogonía, universos interiores, espacios superpuestos, intrarreflexiones, dibujísticas, abstracciones líricas y poco más. Tampoco se me puede olvidar hacerle una foto al montón de basura, que se acumula los domingos por la mañana junto a los contenedores y eso me servirá de cartel.
Triunfaré como siempre.
Ahora tengo que hacer lo mismo con el Power Point, espero haberlo llamado igual. Pues sí esta vez si he acertado. Lo abriré, me parece bien, no es que sea una maravilla pero para Jerez valdrá.
Tengo que decir algo que impacte en el público y me recuerden por los siglos de los siglos. Quiero salir de la Escuela en un palanquín llevado por 7 rubias platino en tangas hasta el Gallo Azul.
Creo que no voy a buscar a nadie para que me presente, lo haré yo mismo. Diré que vengo comisionado por el F.B.I. como observador de los movimientos culturales en los escenarios del teatro Mediterráneo Sur, que me parece una cosa tan sin sentido que incluso puede creerse.
Sobre la pintura diré cuatro palabras vacías no olvidando mencionar las de siempre: cosmogonía, universos interiores, espacios superpuestos, intrarreflexiones, dibujísticas, abstracciones líricas y poco más. Tampoco se me puede olvidar hacerle una foto al montón de basura, que se acumula los domingos por la mañana junto a los contenedores y eso me servirá de cartel.
Triunfaré como siempre.
sábado, 16 de enero de 2010
OPOSICIONES EN CÁDIZ
-No me saque más papeles señorita que ya tengo dos maletas llenas.
-Lo siento si usted ha pagado los 455,55 euros debe llevarse todo el material del curso, es mi obligación.
-No se preocupe usted si yo no voy a estudiar ni nada, esto lo hago para engañar a mis padres que así creen que estudio oposiciones.
-¿Y qué hago yo con todo lo que sobra, se imagina lo que me complica la vida?
-Escuche señorita, no se preocupe usted, ni siquiera tiene que apuntar la matrícula, el dinero se lo queda usted, no lo entregue a la Academia ni nada, ya le he dicho que esto es una mentira más para tirarme uno o dos años sin dar ni golpe.
-¿Y no le da vergüenza?
-¿Que si tengo vergüenza? Ninguna señorita, no me queda ninguna.
-Desde luego, parece mentira con la calaña que tiene uno que tratar.
-No lo sabe usted bien señorita, eso mismo pienso yo de usted y, por educación no se lo he dicho. Mire, todo lo que me ha facilitado es una mierda, me oye, una puta mierda, con eso ni se aprueba la oposición ni nada de nada. Pero no la culpo a usted que tiene que ganarse la vida.
-Oiga, no me pierda usted el respeto.
-Ya le he dicho señorita que con usted no va la cosa, soy un caradura que ni quiero estudiar ni nada, pero necesito un papel por si mis padres me piden algún documento que pruebe que oposito.
La chica de piernas larguísimas lo miró sin comprenderlo del todo. El tipo que estaba frente a ella era ya un persona que andaba en la cincuentena.
-¿Y a su edad todavía hace oposiciones?
-En realidad aparento que las hago, vivo del cuento.
-¿Sus padres serán ricos supongo?-
¿Ricos dice usted ya quisiera yo? Mi padre es un sordo jubilado de Astilleros y mi madre trabajó en Tabacalera de Cádiz hasta que le cambiaron el nombre a ALTADIS, desde entonces no para de hacer cursos de informática, que si Word, que si Powerpoint, ella lo pasa bien y como yo tengo allí mi habitación están contentos.
-¿Pero no piensa usted independizarse nunca?
-Jamás. Nunca dejaré a mis padres solitos y cargar sobre mis hombros la responsabilidad que caigan en profundas depresiones por el temible síndrome del nido vacío.
Y una lágrima resbaló sobre la mejilla del supuesto opositor.
-Lo siento si usted ha pagado los 455,55 euros debe llevarse todo el material del curso, es mi obligación.
-No se preocupe usted si yo no voy a estudiar ni nada, esto lo hago para engañar a mis padres que así creen que estudio oposiciones.
-¿Y qué hago yo con todo lo que sobra, se imagina lo que me complica la vida?
-Escuche señorita, no se preocupe usted, ni siquiera tiene que apuntar la matrícula, el dinero se lo queda usted, no lo entregue a la Academia ni nada, ya le he dicho que esto es una mentira más para tirarme uno o dos años sin dar ni golpe.
-¿Y no le da vergüenza?
-¿Que si tengo vergüenza? Ninguna señorita, no me queda ninguna.
-Desde luego, parece mentira con la calaña que tiene uno que tratar.
-No lo sabe usted bien señorita, eso mismo pienso yo de usted y, por educación no se lo he dicho. Mire, todo lo que me ha facilitado es una mierda, me oye, una puta mierda, con eso ni se aprueba la oposición ni nada de nada. Pero no la culpo a usted que tiene que ganarse la vida.
-Oiga, no me pierda usted el respeto.
-Ya le he dicho señorita que con usted no va la cosa, soy un caradura que ni quiero estudiar ni nada, pero necesito un papel por si mis padres me piden algún documento que pruebe que oposito.
La chica de piernas larguísimas lo miró sin comprenderlo del todo. El tipo que estaba frente a ella era ya un persona que andaba en la cincuentena.
-¿Y a su edad todavía hace oposiciones?
-En realidad aparento que las hago, vivo del cuento.
-¿Sus padres serán ricos supongo?-
¿Ricos dice usted ya quisiera yo? Mi padre es un sordo jubilado de Astilleros y mi madre trabajó en Tabacalera de Cádiz hasta que le cambiaron el nombre a ALTADIS, desde entonces no para de hacer cursos de informática, que si Word, que si Powerpoint, ella lo pasa bien y como yo tengo allí mi habitación están contentos.
-¿Pero no piensa usted independizarse nunca?
-Jamás. Nunca dejaré a mis padres solitos y cargar sobre mis hombros la responsabilidad que caigan en profundas depresiones por el temible síndrome del nido vacío.
Y una lágrima resbaló sobre la mejilla del supuesto opositor.
domingo, 3 de enero de 2010
LOS HÉROES COMEN POCO
Aproveché un momento que ella estaba llamando por teléfono para acercarme a la barra y sentarme. La chica acudió inmediatamente, no fue necesarió que pidiese nada, a las cuatro de la mañana y de uniforme, todas las camareras de L.A. saben qué quiere un patrullero. Me acercó una taza y me la puso la hasta la mitad, me miró y enarqué las cejas, la rubia flacucha la llenó hasta el borde, luego me indicó con la cabeza si tarta o rosquillas.
-Prefiero rosquillas joven. Le dije sonriendo y muy cansado.
-Como usted diga agente. Volviéndose a la barra para traérmelas.
En eso apareció la Sargento Sullivan, impecable como era habitual.
-¿Has ordenado ya para mi Hudson? Asentí. Los héroes comen poco.
-Té frío mi Sargento como usted suele tomar a estas horas.
-Gracias Hudson.
Ojeé el manoseado periódico y me fijé en una noticia de la página 46, se hablaba de un escándalo inmobiliario protagonizado por uno de los concejales del ayuntamiento en South Alvarado Street, cerca del Dodger Stadium. Meneé la cabeza y me dije, no puedo culpar a estos tipos, de ser uno de ellos sería mucho más corrupto pero aquí estoy, deseando que llegue la jubilación a las cuatro de la mañana con una tía que encarna el papel de heroína.
-Hudson, no te duermas. Dijo Sullivan. Y dicho esto volvimos al patrullero, prefería conducir yo porque de ella no me fiaba, día y noche con sus gafas de espejo y conduciendo como una posesa cuando nos llamaban del Precinto.
-¡Héroes!
-¿Qué murmuras Hudson?
-Nada mi sargento, es que ya me aburre Superman.
-Prefiero rosquillas joven. Le dije sonriendo y muy cansado.
-Como usted diga agente. Volviéndose a la barra para traérmelas.
En eso apareció la Sargento Sullivan, impecable como era habitual.
-¿Has ordenado ya para mi Hudson? Asentí. Los héroes comen poco.
-Té frío mi Sargento como usted suele tomar a estas horas.
-Gracias Hudson.
Ojeé el manoseado periódico y me fijé en una noticia de la página 46, se hablaba de un escándalo inmobiliario protagonizado por uno de los concejales del ayuntamiento en South Alvarado Street, cerca del Dodger Stadium. Meneé la cabeza y me dije, no puedo culpar a estos tipos, de ser uno de ellos sería mucho más corrupto pero aquí estoy, deseando que llegue la jubilación a las cuatro de la mañana con una tía que encarna el papel de heroína.
-Hudson, no te duermas. Dijo Sullivan. Y dicho esto volvimos al patrullero, prefería conducir yo porque de ella no me fiaba, día y noche con sus gafas de espejo y conduciendo como una posesa cuando nos llamaban del Precinto.
-¡Héroes!
-¿Qué murmuras Hudson?
-Nada mi sargento, es que ya me aburre Superman.
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