He descubierto con horror que dos personas me leen y eso es una losa sobre mis hombros. Antes escribía todo tipo de chorradas en el conocimiento que nadie me prestaba la menor atención, ahora la cosa ha cambiado sustancialmente.
¿Me debo a mi público o debo seguir siendo yo? ¿Y si con mis soflamas la gente cae en depresiones profundas?
Lo he consultado con mi psicoterapeuta con evidente nerviosismo de éste, tras hacerlo, me miró con esa seriedad que únicamente tienen los psiquiatras, mientras repiqueteaba su boli contra la mesa de su despacho y, a la vez, hojeando en la carpeta de mi informe, para finalmente no pronunciar ni una palabra.
¿Debo preocuparme?
1 comentario:
No me atrevo ni a poner un comentario por si te enteras que se te lee... o sea no comento naa de naaa.... que luego todo se sabe.... Eso sí, alguna fotito en tus archivos de los perros con las antenas?
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