Desde luego la fama no es lo mío.
Recuerdo cuando filosofaba (en realidad lo único que hacía eran peroratas insulsas esperando el autobús, pero eso no mola nada) sobre las magnitudes del universo. Me pregutaba cómo se puedem medir las distancias interestelares o cómo una mosca puede llegar a molestar a todo un cine. Fue entonces cuando descubrí mi gran aportación a la humanidad. ¡Lo tenía! Había dado con la medida que los humanos comprenden.
Decir que una estrella se encuentra a 5 años luz no sirve para nada, la luz como medida no la entiende nadie. Si no la entiendo yo que soy un genio, está más que claro que no la entiende nadie, de modo que he inventado un nuevo patrón de medida: el bocata. Todos conocemos lo que mide un bocata.
Para aclarnos explicaré que el bocata tipo tiene entre 18 y 20 cm., es decir que en un metro caben 5 bocatas y medio ó 5 según se grandes que tengamos la manos. He desechado el emparedado o sandwich porque el primero que lo fabricó fue un tal Bimbo, y con ese nombre se carga cualquier teoría científica. Siempre saldrá algún listo diciendo que esa medida se llama palmada, pues no, se equivoca usted so listo: se llama BOCATA.
Queda claro pues que es el bocata el patrón que de ahora en adelante utilizaremos para medir. Si tenemos que comprar un mueble en IKEA, mediremos abriendo las manos tantas veces como nos haga falta, los metros los tiramos y es que cuando se ponen viejos, el muellecito ya no ejerce presión y no se recoge y, peor aún, por los bordes se oxida, crea óxido y son muy peligrosos. No nos hacen faltas los metros: han quedado obsoletos.
No me digáis ahora que cuando tenéis hambre la medís en años-luz, sino en bocata. Es común decir tengo que un hambre terrible, me comía tres bocatas seguidos. Esto demuestra hasta que punto nuestra solución resuelve una gran necesidad.
Volvemos a la teoría. Nos encontramos, por ejemplo, en el centro teórico de la base de la Torre Eiffel en París, (los viajados como yo sabemos que se sustenta sobre cuatro grandes patas) y, ahora me pregunto que Eiffel con lo listo que era, cómo no se le ocurrió poner allí abajo una discoteca, si el terreno era suyo. Desde luego es que los ingenieros no tienen arreglo. Bien, miraremos para arriba hasta que encontremos una estrella y calcularemos la distancia en bocatas, si para algunos la distancia en bocatas le sale una medida con muchos ceros, que no se preocupe puesto que se permite también medir en torres Eiffel.
Espero que este descubrimiento sí sirva para que los humanos podamos medir la cosas de forma racional.
1 comentario:
Lo del boquete y la furgoneta.... todavía me estoy riendo.....
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